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Masonería - J. Boor - Gran Logia Provincial de las Islas Baleares

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esparcida por <strong>las</strong> distintas naciones, la obra “Relación sucinta acerca <strong>de</strong> la república <strong>de</strong> los<br />

jesuitas <strong>de</strong> <strong>las</strong> provincias <strong>de</strong> Paraguay, en <strong>las</strong> posesiones ultramarinas y <strong>de</strong> la guerra que<br />

han ejecutado y sostenido contra los ejércitos portugueses y españoles”. En ella figura la<br />

fábula <strong>de</strong> la conspiración <strong>de</strong>l Paraguay para convertir a un jesuita, con el nombre <strong>de</strong><br />

Nicolás I, en Emperador <strong>de</strong> aquel país, calumniando groseramente a la Compañía <strong>de</strong><br />

Jesús y haciéndola aparecer como <strong>de</strong>dicada a tráficos prohibidos por los cánones y<br />

nadando en oro y abundancia frente a <strong>las</strong> miserias <strong>de</strong>l pueblo.<br />

Reinaba en España todavía el buen Rey Fernando VI cuando Pombal intentó por vez<br />

primera embarcarle en la aventura, que aquél rechazó <strong>de</strong> acuerdo con sus ministros,<br />

excepto el duque <strong>de</strong> Alba, que figuraba ya en la intriga, y el Consejo <strong>de</strong> Castilla,<br />

consecuente, mandó quemar públicamente el infame libelo; sin embargo, en Francia y en<br />

Italia, más alejadas <strong>de</strong> la realidad, el libro hizo verda<strong>de</strong>ro daño. El odio <strong>de</strong> Pombal contra<br />

la religión católica no conoció límites: otra muestra más fué un proyecto frustrado <strong>de</strong><br />

cambiar ¡a religión <strong>de</strong> Portugal por la anglicana, al preten<strong>de</strong>r casar a la hija <strong>de</strong>l Rey, la<br />

infanta Maria, con el duque <strong>de</strong> Cumberland.<br />

Un suceso, al parecer imprevisto, que si la masonería no preparó sí aparece<br />

explotándolo, aprovechó Pombal para <strong>de</strong>senca<strong>de</strong>nar contra los jesuitas la ofensiva tanto<br />

tiempo pensada. Ocurrió entonces que retirándose el Monarca portugués a altas horas <strong>de</strong><br />

la noche, en coche, a su palacio, en la madrugada <strong>de</strong>l 3 al 4 <strong>de</strong> septiembre <strong>de</strong> 1758,<br />

ácompañado <strong>de</strong> su confi<strong>de</strong>nte Pedro Tejeira, fué atacado por tres hombres montados y<br />

armados, que haciendo una <strong>de</strong>scarga hirieron al Rey en un brazo. Al hecho sucedió un<br />

silencio con que se pretendieron ocultar <strong>las</strong> circunstancias <strong>de</strong>l suceso, que <strong>las</strong> gentes<br />

enteradas afirmaban ser consecuencia <strong>de</strong> un episodio amoroso en que se pretendió la<br />

vindicación <strong>de</strong> un honor; mas a los cien días <strong>de</strong> cometido el atentado, cuando ya los<br />

efectos <strong>de</strong> la propaganda <strong>de</strong>splegada <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el Po<strong>de</strong>r creían haber calado en la sociedad,<br />

se procedió a <strong>de</strong>tener a <strong>de</strong>terminados jesuitas y se hizo público un manifiesto en que,<br />

<strong>de</strong>spués <strong>de</strong> anunciar el atentado contra Su Majestad, se invitaba con primas y honores a<br />

todos los vasallos a que <strong>de</strong>latasen a los reos, siendo presos al día siguiente <strong>de</strong> la<br />

publicación: el duque <strong>de</strong> Aveyro, los marqueses <strong>de</strong> Tavora, <strong>de</strong> cuya casa, al parecer,<br />

había salido el Monarca; sus hijos y su yerno y otras muchas personas <strong>de</strong> la nobleza <strong>de</strong><br />

Lisboa y <strong>de</strong> fuera a quienes se formó causa por <strong>de</strong>sconfianza.<br />

No apareciendo pruebas en el sumario, frente a la rectitud <strong>de</strong>l procurador fiscal, don<br />

Antonio <strong>de</strong> Costa Freyre, se alzó el po<strong>de</strong>r personal <strong>de</strong>l valido, que le hizo caer en<br />

<strong>de</strong>sgracia y ser perseguido más tar<strong>de</strong> como cómplice <strong>de</strong>l crimen, sepultándolo en los<br />

calabozos <strong>de</strong> una prisión. Fué Pombal, según los historiadores <strong>de</strong> la época, el que corrió<br />

<strong>de</strong>s<strong>de</strong> aquel momento con la instrucción <strong>de</strong> la causa, que a los treinta días dictó y escribió<br />

<strong>de</strong> su mano la sentencia, con<strong>de</strong>nando a la pena capital a los principales procesados. Ni el<br />

<strong>de</strong>recho, como nobles, a ser juzgados por sus pares fué en ningún momento tenido en<br />

cuenta. Pombal había iniciado en Portugal lo que, tanto en este país como en España, se<br />

conoció por el Gobierno <strong>de</strong>l “<strong>de</strong>spotismo ilustrado”. Una real or<strong>de</strong>n estableció que el fallo<br />

era inapelable, y la sentencia fué cumplida..<br />

En el pensamiento <strong>de</strong> la opinión pública estaba arraigada la convicción <strong>de</strong> que<br />

aunque el fallo atribuyese al duque <strong>de</strong> Aveyro el regicidio frustrado, su autor era el joven<br />

marqués <strong>de</strong> Tavora, arrebatado <strong>de</strong> celos contra el real seductor <strong>de</strong> su esposa, doña<br />

Teresa, aunque arrojaban <strong>las</strong> sospechas sobre el propio marqués <strong>de</strong> Pombal, que explotó<br />

los hechos para vengarse <strong>de</strong> la nobleza, que rehuía su trato; <strong>de</strong> la familia Tavora, que<br />

habla <strong>de</strong>s<strong>de</strong>ñado a su hijo como pretendiente, y <strong>de</strong>struir a la Compañía <strong>de</strong> Jesús, que iba<br />

a ser la víctima propiciatoria.<br />

Muchos años <strong>de</strong>spués, el 7 <strong>de</strong> abril <strong>de</strong> 1781, tuvo lugar la revisión <strong>de</strong>l caso, que<br />

estableció: “Que todas <strong>las</strong> personas, tanto vivas como muertas, que en virtud <strong>de</strong> la<br />

sentencia <strong>de</strong>l 12 <strong>de</strong> enero <strong>de</strong> 1759 habían sido ejecutadas, <strong>de</strong>sterradas o encarceladas

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