october-2011

CORTESÍA DEL FIDEICOMISO DE TURISMO DE CHIHUAHUA
Este pueblo mágico
ubicado en el mejor
punto de la Sierra de
Chihuahua ofrece un
fin de semana inolvidable
en la tierra
de los tarahumaras,
así como algunos
de los cañones más
grandes e impresionantes
del mundo.
POR ALEJANDRO ANAYA
CREEL
(Arriba) Lago Arareco. (Página opuesta)
Piedra Volada en Divisadero, llamada así
porque al posarse en ella, da la sensación
de estar volando sobre el vacío.
A
tan sólo 250 kilómetros
de la capital del
estado de Chihuahua
se encuentra un rincón
de México en el que
antiguas civilizaciones y
extraordinarias bellezas
naturales se unen
para conformar el entorno del mágico pueblo
de Creel. Gracias a su privilegiada posición
geográfica, en este lugar convergen algunos
de los paisajes más espectaculares del mundo,
posicionándose así como el escape perfecto
para quien busca disfrutar de actividades al
aire libre y de la tradición del norte. A partir de
los primeros 150 kilómetros de camino termina
la autopista y la sierra empieza a hacerse
presente invitando a los visitantes a iniciar su
experiencia en un escenario único. Es entonces
cuando hay que sacar la cámara y empezar a
desconectarse de la rutina diaria.
Aunque Creel fue un pueblo ferrocarrilero,
actualmente cuenta con una amplia variedad
de hoteles y cabañas para todos los presupuestos,
e incluso hostales, espacios para
acampar y hasta para casas rodantes. Sus
calles abarrotadas con artesanías, los restaurantes
con comida típica y el clima de otoño
brindan una atmósfera acogedora. Muchos
de los hoteles cuentan con chimeneas y áreas
comunes en las que los turistas pueden divertirse
sin necesidad de salir. El ambiente se torna
amigable y la experiencia de convivir con seres
queridos alrededor del fuego le dan a uno la
impresión de estar a miles de kilómetros de las
grandes ciudades.
Uno de los primeros lugares para visitar
es Divisadero, el sitio mejor ubicado donde
admirar y fotografiar las imponentes Barrancas
del Cobre. Desde este punto de observación,
(al cual se puede acceder por tren o a través
de un tour), los turistas pueden apreciar la
asombrosa maravilla chihuahuense cinco veces
más grande que el Gran Cañón de los Estados
Unidos. De ahí, los que tienen espíritu aventurero
pueden pasear en bicicleta de montaña por
una de las múltiples rutas que la sierra ofrece,
ya que desde hace tiempo el ciclismo se ha
convertido en una de las actividades ideales
para esta época del año en Creel, debido a
que la temporada de lluvias ya ha pasado y la
temperatura es perfecta para sentir el viento
en el rostro mientras se disfruta del hermoso
paisaje boscoso.
Creel es un poderoso recordatorio de las
grandes culturas indígenas que habitan en
nuestro país, como es el caso de los tarahumaras,
que en esta zona se dejan ver tal como
son: amigables, orgullosos y creativos. Cuarenta
y cuatro kilómetros al suroeste del pueblo,
tras un encantador trayecto boscoso es posible
visitar las famosas cuevas tarahumaras, donde
se puede ver de cerca el estilo de vida de uno
de los grupos étnicos más antiguos de México,
OCTUBRE-NOVIEMBRE 2011
NORTE / NORTH
19