october-2011

LA PAZ
Erick
Ochoa
POR Erika del Ángel
FOTOGRAFÍA DE Álvaro Colindres
S
i alguien le robó el corazón al
joven artista Erick Ochoa fue
Todos Santos, pueblo mágico
situado en Baja California
Sur, cuya cautivadora belleza
es campo fértil para el arte.
“Todos Santos es un sueño
para el artista, las características
únicas de su atmósfera, las tonalidades de
sus atardeceres, la claridad y pureza de la luz,
la increíble energía y libertad que se respira a lo
largo de su costa, así como las vastas praderas
y palmares, suman kilómetros de una poderosa
combinación de elementos irresistibles”.
Oriundo de la Ciudad de México, Ochoa
llegó a este exquisito pueblo y se encontró con
un lugar pletórico de arte e inspiración: la Galería
de Todos Santos. Fue Michael Cope quien vio en
él al artista que “en aquel entonces no sabía que
vivía en mí”, recuerda. Desde entonces supo que
“ser un artista no es un hobby, es una forma de
vida. El artista se levanta y se acuesta pensando en la pieza en la
que trabaja. La gente que viene aquí en búsqueda de las diferentes
expresiones artísticas se va con una muy buena impresión”. A partir
de entonces, las líneas que han regido su vida artística son la disciplina,
la combinación de técnicas y la inspiración por lugares como
Todos Santos. Sus temas más recurrentes son los retratos; aun
cuando en ocasiones se ve envuelto por otros motivos, siempre
termina regresando a lo figurativo.
En estas fechas, el arte en Todos Santos toma particular
relevancia, pues si a lo largo del año conviven desierto y oasis, la
celebración de la muerte y la vida cobra color. “Aquí la gente es
muy festiva y casi todos se conocen, así que el 2 de noviembre
es como una gran fiesta familiar en donde se reúnen en el
cementerio a recordar a aquellos que se fueron, pero al mismo
tiempo saludan al amigo acompañados de una buena cerveza”.
En la pintura de Erick, la representación de la vida y la muerte es
fundamental, pues considera que inevitablemente van de la mano y
no deja de pensar en una sin acordarse de la otra. “Justamente de
ahí nace la creatividad y la urgencia de pintar aquello que está frente
a mí, que hace latir mi corazón y me hace sentir vivo. En mi obra se
pueden encontrar estos elementos, así como a los amigos que ya
no están con nosotros, pero al final, lo que trato de plasmar es el
misterio de la vida”. GALERIADETODOSSANTOS.COM
As a Mexico City-native, Erick
Ochoa landed in Todos Santos
and found a place full of art
and inspiration—La Galeria
de Todos Santos (The Todos
Santos Gallery). As he recalls,
it was Michael Cope, owner of
the gallery, who first identified
his artistic talent—even before
Ochoa could understand the
extent of his own artistic skill.
Since meeting Cope, Ochoa has
learned that “being an artist [is]
not a hobby, but rather, a way
of life. Artists live and breathe
thinking about the piece that
they’re working on. The people
who come [to Todos Santos]
in search of different artistic
expressions leave with a very
good impression.” The unique
natural beauty found in Todos
Santos would inspire anyone.
Its incredible sunset hues and
undeniable energy radiate
along the entire southern tip of
the Baja California coast. “The
vast grasslands and palm trees
also make up a large part of
this powerful combination of
irresistible elements,” he says.
These days, art in Todos
Santos is particularly relevant.
“On November 2nd, people in
town gather at the cemetery
to remember those who have
passed,” Ochoa says. His
paintings often represent both
life and death—he considers
them to be intertwined and can’t
think about one without being
reminded of the other.
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OCTUBRE-NOVIEMBRE 2011 27