Apuntes tema 5: Nietzsche - Gobierno de Canarias

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TEMA 5: NIETZSCHE 2008
...(Con esta mala conciencia, o conciencia moral) se había introducido la dolencia más grande, la
más siniestra, una dolencia de la que la humanidad no se ha curado hasta hoy, el sufrimiento del
hombre por el hombre, por sí mismo: resultado de una separación violenta de su pasado de
animal, resultado de un salto y de una caída, por así decirlo, en nuevas situaciones y en nuevas
condiciones de existencia, resultado de una declaración de guerra contra los viejos instintos en los
que hasta ese momento reposaban su fuerza, su placer y su fecundidad (Genealogía de la
moral)." (
3.2.3. MORAL DE SEÑORES Y MORAL DE ESCLAVOS
Todo el problema de la moral se cifra en la naturaleza del bien y del mal, y por ello considerará Nietzsche labor
primordial mostrar qué es "bueno y malo", y ello implica rebatir la moral al uso. La moral tradicional es una
fuerza terrible y engañadora que ha corrompido a la humanidad entera, y hay que desnudarla para poder
superarla.
Dice Nietzsche ser el primero en darse cuenta de esto, y por eso se llama a sí mismo el primer inmoralista.
Quiere subvertir todas las valoraciones morales recibidas y establecer unas nuevas tablas más acordes con la
vida (transvaloración, inversión de todos los valores). Para mostrar el error de nuestra moral, analiza el
surgimiento de los conceptos de bien y mal, adoptando el método genealogista, de descubrimiento de la
génesis de esos conceptos, lo cual le llevará a plantear la existencia de dos formas de moral contrapuesta.
Su ideal del hombre dionisíaco, del hombre pasional e instintivo, fuerte y aventurero, y su contraposición con el
modelo de hombre burgués que ve a su alrededor, le lleva a afirmar que existen dos formas fundamentales de
moralidad: la moral de los esclavos y la de los señores. Desde cada una de estas dos morales se ven de forma
muy diferente los conceptos de "bueno" y "malo". Los débiles tienen una tabla de valores que no es la misma
que la de los fuertes. Lo que para los fuertes y aventureros es lo bueno, para los débiles es lo malo. A los fuertes,
por ejemplo, les gusta el riesgo, la aventura, las emociones intensas, imponer su criterio, cosas todas estas
temidas y rechazadas por los débiles. Pero, como dice Nietzsche:
"El que los corderos guarden rencor a las grandes aves rapaces es algo que no puede extrañar: sólo
que no hay en esto motivo alguno para tomarle a mal a aquéllas el que arrebaten corderitos."
(Genealogía de la moral)
Por naturaleza hay, pues, dos morales: la moral de los señores y la moral de los esclavos. La moral de los
señores es la moral de los fuertes. El señor es fuerte y poderoso, sabe dominar y dominarse, es duro para sí y
para los demás, desprecia la debilidad, la cobardía, el miedo, la adulación, la bajeza, la humildad y,
especialmente, la mentira; tampoco estima la piedad ni el desinterés; admira la fuerza, la astucia y la audacia. Y,
sobre todo, ama la vida, esta vida, la única que hay.
Esta es una moral que, por encima de todo, afirma el valor de la vida y el derecho a vivirla con plenitud. Esta
moral nace de los estados de alma elevados, es una moral creadora, que engendra valores y, por ello es activa,
es la moral propia de lo que Nietzsche llamaría el "superhombre", una moral que ama la muerte de dios. Como
dice Nietzsche, desde esta moral:
"es despreciado el cobarde, el miedoso, el mezquino, el que piensa en la estrecha utilidad;
también el desconfiado de mirada servil, el que se rebaja a sí mismo, la especie canina de hombre
que se deja maltratar, el adulador que pordiosea, sobre todo el mentiroso." (Más allá del bien y
del mal)
La moral de los esclavos, por contra, es la moral de la piedad, de la compasión, del desinterés, de la
dulzura, de la castidad, de la benevolencia, del pacifismo, de la renuncia, del conformismo, del ascetismo y,
especialmente, del pesimismo ante esta vida, que procura refugiarse en el espectro de un más allá inexistente.
Piensa Nietzsche que la moral de los débiles es una moral no creativa, sino reactiva, que funciona por rechazo (a
©José Luis Domínguez-José Antonio Díaz [IES CHAPATAL]