Apuntes tema 5: Nietzsche - Gobierno de Canarias

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TEMA 5: NIETZSCHE 2008
paso más, salir de la pura negatividad. El nuevo hombre ha de volverse creador de valores, creador autónomo
que sólo ante si mismo rinda cuentas, sin plegarse a ninguna supuesta realidad o precepto superior, sea de la
índole que sea. Esto lo expresa Nietzsche con la metáfora de la transformación del león en niño. El niño
simboliza al hombre capaz de crear, de pensar de forma originaria e inocente, sin prejuicios ni concepciones
heredadas, capaz de vivir la vida como descubrimiento y como juego, y no como renuncia o sacrificio. Como el
niño, el superhombre tendrá una mirada pura, no contaminada por ilusorias creencias, y su principal objetivo
será vivir la vida como un juego intenso que hay que apurar a fondo.
Hermanos míos, ¿para qué se precisa que haya el león en el espíritu? ¿Por qué no basta la bestia
de carga, que renuncia a todo y es respetuosa?
Crear valores nuevos -tampoco el león es aún capaz de hacerlo: mas crearse libertad para un
nuevo crear- eso si es capaz de hacerlo el poder del león.
Crearse libertad y un no santo incluso frente al deber: para ello, hermanos míos, es preciso el
león...
...En otro tiempo el espíritu amó el "tu debes" como su cosa más santa: ahora tiene que encontrar
ilusión y capricho incluso en lo más santo, de modo que robe el quedar libre de su amor: para ese
robo se precisa el león.
Pero decidme, hermanos míos, ¿qué es capaz de hacer el niño que ni siquiera el león ha podido
hacerlo? ¿Por qué el león rapaz tiene que convertirse todavía en niño?
Inocencia es el niño, y olvido, un nuevo comienzo, un juego, una rueda que se mueve por sí misma,
un primer movimiento, un santo decir sí. Así habló Zaratustra, Alianza, Madrid 1981, 9ª ed., p. 49-
51.
4.7.2. LA NUEVA MORAL
La nueva moral, obra de la infantil actitud lúdica del superhombre, consta de los siguientes valores: ansia
de vivir: se valora lo corporal, la salud, el placer, la violencia, las pasiones, el éxito; indeterminación valorativa: el
hombre fuerte ha de crear sus propios valores, ya que está más allá del bien y del mal (relativismo de la moral);
vitalismo: lo que favorece a la vida es bueno, y malo lo contrario; desigualdad: la igualdad del rebaño es
despreciable, por lo que el hombre superior dice sí a las jerarquías entre los hombres; fidelidad al sentido de la
tierra; voluntad de poder (mandamiento primero de todo lo vivo). Estos son los rasgos básicos de una moral
aristocrática, de una moral propia del hombre superior, del superhombre que pregona Nietzsche, una moral que
vuelve a dar a la vida el valor que verdaderamente tiene y la hace digna de ser vivida y no meramente sufrida.
4.8. EL ETERNO RETORNO
Como colofón del pensamiento de Nietzsche, vamos a analizar brevemente su teoría del eterno retorno, teoría
que, según sus propias palabras, era su pensamiento más profundo, aunque también fue el menos elaborado.
Esta es una teoría de tipo casi místico, que muchos han considerado como una simple alegoría, una bella
metáfora, pero que no cabe duda de que Nietzsche la consideraba verdadera en sentido estricto. No es sino la
vieja teoría de que todo vuelve a ocurrir, como en un movimiento cíclico (teoría formulada ya en la antigua
Grecia por los filósofos estoicos), de tal forma que cada uno de los momentos de nuestra vida volverán a ser
repetidos. Algunos dicen que esta idea del eterno retorno deriva del inmenso amor que Nietzsche le tuvo a la
vida, lo cual le llevó a afirmar que esta se repetiría eternamente. Al parecer, consideraba que esta vida hay que
vivirla infinitas veces, con cada dolor y alegría.
El substrato científico de esta teoría es bien pobre: decía Nietzsche que este mundo es enorme, pero limitado.
La realidad está compuesta de átomos, en número inabarcable para el hombre, pero finito. Pues bien, con un
número finito de elementos no puede darse sino un número limitado, aunque inmenso, de combinaciones, y ya
que el tiempo sí que es infinito, tarde o temprano todo volverá a repetirse innumerables veces, igual que todo
ha ocurrido ya también innumerables veces:
"Todos los estados que este mundo puede alcanzar los ha alcanzado ya, y no solamente una vez,
sino un número infinito de veces. Así sucede con el momento presente, el cual fue ya una vez y
muchas veces, e igualmente volverá a ser... !Oh hombre, toda tu vida, como un reloj de arena,
será vuelta siempre de nuevo y caerá siempre de nuevo!"
©José Luis Domínguez-José Antonio Díaz [IES CHAPATAL]