Apuntes tema 5: Nietzsche - Gobierno de Canarias

2.3.4. CONSECUENCIAS DE LA MUERTE DE DIOS
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TEMA 5: NIETZSCHE 2008
Para Nietzsche, como ya se apuntó anteriormente, el cristianismo es una forma de platonismo, un "platonismo
para el pueblo", una forma vulgar de metafísica, con toda una serie de preceptos y valores que tienen su
fundamento último en la creencia en dios y en una realidad superior. Por esto, la muerte de dios supone la
supresión de la trascendencia de los valores, el descubrimiento de que estos son creaciones humanas, nada más
(ni nada menos). Por esto, el ateísmo tiene en Nietzsche una función liberadora: nos libra de los preceptos de
una moral decadente que ha asfixiado a Europa durante siglos y nos pone en el camino de poder desarrollar
nuestra propia moral, librando a nuestra voluntad de esclavitudes respecto a supuestos valores trascendentes.
Esta es la moral del superhombre, que debe sustituir en los espíritus elevados a la moral cristiana.
3.4. CRITICA A LA FILOSOFÍA OCCIDENTAL
3.4.1. LA ERRADA CREENCIA EN LA "VERDAD"
La causa inmediata de la decadencia de la cultura occidental está en que el hombre reverencia una serie de
entidades inexistentes que constituyen el soporte del disparate axiológico 10 que nos rige; tales entidades han
recibido, en opinión del filósofo, diversos nombres: Dios, la Verdad, el imperativo categórico, etc. Pero todas
estas entidades son inexistentes y por eso la tabla de valores en ellas basada tampoco ha conseguido guiar de
hecho la conducta humana; no se ha hecho del ser humano un amante real del bien y de la verdad, sino sólo un
hipócrita que disfraza y encubre los intereses mezquinos que subyacen a sus supuestamente elevados ideales.
La búsqueda de la Verdad con mayúsculas ha sido el objetivo de innumerables hombres. Los filósofos se han
empleado a fondo en la búsqueda de la verdad, como si de una cruzada se tratase. Se ha generado un culto
cuasi religioso a la verdad como valor cognoscitivo absoluto, y cada filósofo ha rendido culto al tótem de lo que
él consideraba la verdad objetiva. Pero Nietzsche nos dice que no existen verdades objetivas, que lo que cada
época o cada pueblo consideraba como verdad, lo hacía porque correspondía a sus preferencias o a intereses de
algún tipo. Cada pueblo y cada época han pensado cosas diferentes y opuestas sobre la verdad. En realidad, lo
que el hombre llama "verdad objetiva", no es sino una creación psicológica teñida de subjetividad, creación
humana que los filósofos no reconocen como tal, sino que confunden con la verdadera realidad. En definitiva, la
"verdad" ha sido siempre un producto meramente humano:
"¿Qué es entonces la verdad? Una hueste en movimiento de metáforas, metonimias,
antropomorfismos, en resumidas cuentas, una suma de relaciones humanas que han sido
realzadas, extrapoladas y adornadas poética y retóricamente y que, después de un prolongado
uso, un pueblo considera firmes, canónicas y vinculantes; las verdades son ilusiones de las que se
ha olvidado que lo son; metáforas que se han vuelto gastadas y sin fuerza sensible, monedas que
han perdido su troquelado y que no son ahora ya consideradas como monedas sino como metal."
(Sobre verdad y mentira en sentido extramoral)
3.4.2. EL RACIONALISMO ES LA CAUSA DEL CULTO A LAS IDEAS ERRADAS
A la creencia en estas entidades objetivas que están por encima del hombre, entidades como la Verdad, las
Esencias, el Ser, el Espíritu o Dios, se ha llegado por culpa de un culto desmesurado a la razón. Nietzsche fustiga
duramente el valor gnoseológico de la razón. Ella es la que ha creado todo el cúmulo de entidades falsas que
quieren presentarse como "la realidad". Frente a ella, Nietzsche reivindica el valor cognoscitivo de la intuición,
de los instintos y los sentidos. Fue en Grecia donde se comenzó por la senda pervertida del racionalismo, y fue
Sócrates el primero en difundirlo. Con Sócrates, la "racionalidad" suplanta a la seguridad de los instintos,
iniciándose así la decadencia griega.
3.4.3. SÓCRATES FUE EL PRIMER PERVERTIDOR
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©José Luis Domínguez-José Antonio Díaz [IES CHAPATAL]