Apuntes tema 5: Nietzsche - Gobierno de Canarias

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TEMA 5: NIETZSCHE 2008
palabras: es el imperio de los mediocres, que con la igualdad de voto quieren equipararse a los hombres
superiores; es la forma en la que el imbécil, el impotente y el esclavo han conseguido igualarse al genio, al fuerte
y al poderoso, etc.
En su opinión, los afanes democráticos son hijos de la moral burguesa, que es la moral dominante, a la que
Nietzsche dirige sus aguzados dardos. Esta moral, a la vez, está siendo puesta en entredicho por los afanes de
igualdad que agitan a los obreros de todas las naciones. La moral burguesa, en esta tesitura, está demostrando
todas sus debilidades, todas sus contradicciones, y Nietzsche es quien con mayor virulencia la ataca, aunque en
absoluto desde una perspectiva proletaria, sino todo lo contrario: la moral que Nietzsche propone está
absolutamente en contra de lo que fueron las reivindicaciones progresistas de su tiempo. En realidad, Nietzsche
no propone un nuevo sistema social, una ética de tipo comunitario, que permita un sistema social más
aceptable. El, en contra de toda pretensión de idear una moral de la convivencia, desarrolla una moral
individualista y aristocrática. En oposición a los afanes de la época de lograr un sistema de convivencia válido
para todos, Nietzsche aboga por unos valores totalmente individualistas, ajenos a la retórica de las clases
sociales. Ciertamente, en Nietzsche se da un fuerte aristocraticismo, pero un aristocraticismo basado no en la
sangre o la ascendencia, no en la pertenencia a este o aquel grupo, nación o clase, sino en la profundidad y la
fuerza del carácter, en la superioridad del intelecto y la voluntad. Para Nietzsche, existen diferentes tipos de
hombre, pero solo algunos excepcionales individuos son superiores y mejores que el resto, no grupos o clases
sociales.
3.1.3. EL A PRIORI MORAL DE NIETZSCHE: AFIRMACIÓN DE LA VIDA, ESTA VIDA
Para Nietzsche existen dos formas de vida básicas: la vida ascendente y la vida descendente. El ideal de vida
ascendente es aquel que conduce al hombre superior. Vida descendente será toda aquella que disminuya el
valor de la realidad, que amortigüe la intensidad de la multiforme y fluctuante vida. Y son ideales de vida
descendente los que Nietzsche ve que dominan en nuestra cultura. La moral de las sociedades burguesas, y
concretamente la moral alemana, le parece una moral débil, corrupta, que ataca a todo lo fuerte y vital que hay
en el hombre y premia a todo lo débil y afeminado, a todo lo que signifique renuncia y conformismo. Esta forma
de moral es el objetivo máximo del desprecio de nuestro autor.
Este rechazo visceral que se produce en Nietzsche hacia los fundamentos de nuestra cultura moderna, es el
resultado, más que de razonamientos o investigaciones, de un talante enormemente vital y expansivo, fogoso y
radical, que parte de la afirmación de la autenticidad y el rechazo de toda hipocresía. Es decir, el fundamento
del pensar de Nietzsche es su propio temperamento, su talante vital, que le hace obedecer a un primer
mandamiento: la vida es lo primero, y será bueno todo lo que la engrandezca, y malo todo lo que la
empequeñezca. Este es el a priori moral de Nietzsche, desde el que tenemos que partir para comprender su
visión del mundo moderno y la conceptualización que hace de éste como decadente. Toda su filosofía estará
condicionada por esa postura vital de quien asiente a la vida y la considera como una aventura que hay que vivir
a fondo, explorando sin cansancio sus trampas y sus tesoros.
Entre sus ataques a los fundamentos de la forma de pensar, de ser y de valorar del hombre europeo, destaca el
que Nietzsche realizará desde diversos frentes contra la perniciosa creencia en una realidad superior, la
creencia en un "transmundo", en un más allá que nos aguarda, pues esta creencia hace que se desperdicie la
única vida que existe: esta que vivimos ahora. Por ello llamará Nietzsche "nihilistas6" a quienes nieguen la única
vida que existe en función de una vida que ellos consideran superior, pero que en verdad es ilusoria e
inexistente. Nihilistas, para Nietzsche, son los que creen en el transmundo, es decir, en la nada.
3.1.4. EL IDEAL DE HOMBRE DIONISÍACO
6Filosóficamente, nihilista es quien niega la existencia de cualquier verdad o de cualquier valor moral o político.
Usualmente, el concepto de nihilista se emplea para aplicárselo a quien no cree en ningún tipo de valor o realidad
superior, pero Nietzsche modifica el uso del término, y se lo aplica a los que desvirtúan a la única realidad que existe,
la terrenal, al creer en otra vida superior. Para Nietzsche, contra el uso común del término, los verdaderos nihilistas
son los creyentes en entidades superiores a las terrenales.
©José Luis Domínguez-José Antonio Díaz [IES CHAPATAL]