Apuntes tema 5: Nietzsche - Gobierno de Canarias

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TEMA 5: NIETZSCHE 2008
son moribundos y están, ellos también, envenenados, la tierra está cansada de ellos: ¡Ojalá
desaparezcan! (Así habló Zaratustra)
La creencia en el ilusorio mundo superior es el síntoma de la enfermedad que padece la humanidad.
Sostiene Nietzsche que la Metafísica es la ciencia que versa sobre los errores fundamentales del hombre, pero
tratándolos como si fuesen verdaderos. La filosofía tradicional desprecia el carácter fluyente de la realidad y
rechaza todo lo que en verdad es el mundo real, colocando en su lugar a un mundo imaginario, suprasensible.
Esta minusvaloración de la realidad sensible es insana, y supone el verdadero nihilismo: la negación de la única
realidad existente. La contraposición entre mundo real y mundo aparente es estúpida. Sólo hay un mundo, el
terrenal. Por esto, Nietzsche, como parte de su "transvaloración de todos los valores" invierte la ontología12
tradicional y considera verdadero a aquello que la filosofía tradicional había considerado como aparente, como
falso, y viceversa. Lo único real es la apariencia y, en cambio, lo que hasta ahora se creía el verdadero ser, el
mundo de las ideas, dios, el espíritu, no son sino puras invenciones.
En definitiva, Nietzsche denuncia que la metafísica es exclusivamente un producto de la cobardía.
Considera que el hombre ha inventado la ficción de la metafísica para escapar a las negruras de la existencia y
dar a su vida una falsa ilusión de seguridad y permanencia:
"Hemos proyectado nuestra condiciones de supervivencia como atributos del Ser. De la
circunstancia de que tenemos que mantenernos firmemente aferrados a nuestras creencias para
subsistir, hemos deducido que el mundo `verdadero' no es mutación y devenir, sino Ser... En
consecuencia, no existe en realidad el pretendido `mundo verdadero' de la filosofía dogmática, tal
mundo es una mera ficción y no es posible conocerlo ni demostrarlo: el mundo verdadero, una
idea que ya no sirve para nada, que ya no obliga siquiera; una idea inútil y superflua, luego
refutada. ¡Suprimámosla!" (El ocaso de los ídolos)
3.4.7. EL HOMBRE NO PUEDE HABLAR DEL MUNDO NOUMÉNICO
El "mundo verdadero" sobre el que versa la Metafísica, el de las esencias, es ficticio e irreal. A juicio de
Nietzsche, esta distinción metafísica entre el mundo real y el aparente, formulada por primera vez por la
filosofía platónica, late también en la distinción kantiana entre fenómeno (mundo aparente) y noúmeno (mundo
real).
Para Nietzsche, el mundo nouménico es algo sobre lo que no tiene sentido hablar, pues nuestro conocimiento
no puede extenderse más allá de los fenómenos sensibles. No existe la cosa en sí, y si existiera no podría ser conocida.
Sólo existe la realidad de los fenómenos, de las apariencias, única verdadera realidad. Para Nietzsche,
separar un mundo real y un mundo aparente es un símbolo de decadencia. El "mundo real" es pura ficción. El
mundo tachado por la filosofía anterior como "mundo aparente", es el único que existe.
3.4.8. SUBJETIVISMO Y PERSPECTIVISMO
Existiendo sólo la apariencia, no puede haber un saber absoluto y definitivo, "verdadero". Conocer es interpretar
los hechos, evaluar las cosas según la manera como somos afectados y según las circunstancias en las que se
inscriben. Puesto que las circunstancias que afectan a cada cosa son muchas, muchas son las perspectivas desde
las que pueden enfocarse las cuestiones, luego el mundo es susceptible de muchas interpretaciones, y la
pretensión de alzarse con la única verdadera interpretación, postura propia de los filósofos metafísicos, sólo
revela a Nietzsche ingenuidad y apresuramiento por creer que las cosas son como nos gustaría que fueran.
Interpretar es subjetivizar, pues las cosas no tienen naturaleza en sí, independiente de nuestra interpretación.
Estas interpretaciones son válidas sólo para cada uno, y pretender que son generales y verdaderas es la más
señalada locura del orgullo humano. Esta locura es la propia de los filósofos racionalistas, que ilusoriamente han
12 Parte de la Metafísica, que trata del ser en general y de sus propiedades trascendentales.
©José Luis Domínguez-José Antonio Díaz [IES CHAPATAL]