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Escala Nacional de Calificaciones
Moody’s asigna calificaciones en la escala nacional en ciertos mercados de capitales locales en los que
los inversionistas han encontrado que la escala global proporciona una diferenciación poco adecuada
entre créditos o no resulta congruente con una escala de calificaciones de empleo común en el país.
En la actualidad, Moody’s genera calificaciones en escala nacional para los siguientes países:
Bolivia (.bo)
Brasil (.br)
Chile (.cl)
México (.mx)
Sudáfrica (.za)
Taiwán (.tw)
Uruguay (.uy)
Clasificaciones Relativas
Las calificaciones de Moody’s en Escalas Nacionales representan opiniones de la calidad crediticia de los
emisores y las emisiones de un país específico. Aunque la pérdida esperada es un factor importante para
diferenciar las calificaciones al momento de la asignación definitiva, cabe recordar que la expectativa de
pérdida asociada con las calificaciones en la escala nacional puede ser significativamente mayor que en
niveles aparentemente similares de la escala global de calificaciones de Moody’s.
Por otra parte, las calificaciones que Moody’s asigna en la escala nacional clasifican a emisores y
emisiones en orden de su calidad crediticia relativa: las calificaciones más altas se asocian con una pérdida
crediticia esperada menor.
Las escalas nacionales no son comparables globalmente
Las calificaciones en la escala nacional pueden entenderse como una clasificación relativa de calidad
crediticia (incluyendo el apoyo externo relevante) dentro de un país en particular. Esta escala no ha sido
diseñada para realizar comparaciones entre países; más bien, se refieren al riesgo crediticio relativo dentro
de un país específico. El empleo de las escalas nacionales por parte de los inversionistas sólo es adecuado
para la parte de la cartera expuesta al mercado local de un país dado, tomando en consideración los
diversos riesgos que implican las calificaciones de dicho país tanto en el ámbito de moneda extranjera
como de moneda local.
Criterios de calificación
Las calificaciones en la escala nacional toman en cuenta la fortaleza financiera intrínseca del deudor,
incluyendo factores tradicionales de crédito como la calidad de la administracion, la posición y
diversificación de mercado, la flexibilidad financiera, la transparencia, el entorno regulativo y la capacidad
del emisor para cumplir sus obligaciones financieras en el curso de los ciclos normales de negocios en el
ámbito local. Los segmentos de emisores sujetos a una caída abrupta en la calidad crediticia generalmente
tendrán una calificación menor que los grupos menos expuestos. En este sentido, pueden tomarse en
consideración ciertos factores de apoyo externo, incluyendo garantías y condiciones contractuales
específicas a los instrumentos y, en caso de existir, los apoyos de la empresa matriz o del gobierno.
Tratamiento del riesgo soberano
Las calificaciones en la escala nacional toman en cuenta todos los riesgos de crédito que inciden en el
pago oportuno y completo de una obligación de deuda, incluyendo los riesgos soberanos relacionados,
como la vulnerabilidad relativa ante acontecimientos políticos, las políticas monetaria y fiscal del país y,
en contadas ocasiones, el riesgo de convertibilidad y transferencia en moneda extranjera.
Existen ciertos acontecimientos extremos, como una interrupción del sistema de pagos en moneda
local, que son en gran medida exógenos al análisis (al menos como elemento de diferenciación), debido a
que todos los usuarios se verían probablemente afectados del mismo modo por semejante situación. En
otros casos extremos, como una recalendarización o moratoria gubernamental sobre obligaciones de
deuda en moneda local o extranjera, los emisores o emisiones con calificaciones altas deberían estar
relativamente más aislados de dicha posibilidad; no obstante, en estas situaciones, incluso las entidades
con las calificaciones más altas pueden verse en riesgo de enfrentar un incumplimiento temporal.
Por esta razón, el concepto tradicional de “grado de inversión” que se aplica en los mercados
internacionales no necesariamente puede aplicarse, incluso en las entidades con las calificaciones más
altas. Aunque los gobiernos nacionales a menudo están en posición de recibir las calificaciones de crédito
más altas a nivel nacional, desde la perspectiva de Moody’s no pueden dar por hecho que el gobierno de
un país represente necesariamente la calidad crediticia más alta en una escala nacional, ya que es posible
que un gobierno incumpla sobre sus obligaciones en moneda local mientras otros emisores continúan
teniendo un desempeño adecuado.
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