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Se ha hecho muy poco después<br />
del secuestro del Alakrana<br />
Un año ha transcurrido del secuestro del atunero<br />
vasco Alakrana y se demuestra que se ha<br />
hecho muy poco a favor de la seguridad a la<br />
flota en el Indico. Unicamente, los atuneros<br />
cuentan ahora con seguridad privada en sus<br />
campañas de pesca en estos mares. El armador<br />
del Alakrana, Kepa Etxebarria, ha expresado<br />
que al principio apoyaba la presencia de<br />
militares en los barcos, pero puede decir que<br />
“estoy muy contento con la vigilancia privada<br />
que tiene nuestro barco y confío plenamente<br />
en estos profesionales”.<br />
Mientras tanto, desde el PNV se sigue trabajando a favor<br />
de conseguir una mayor protección para los barcos atuneros<br />
en aguas del Indico. Hace cuatro y cinco años eran consideradas<br />
propuestas excéntricas del PNV, en el Congreso,<br />
y en concreto del diputado bermeano, Josu Erkoreka, para<br />
que se modificara la legislación y se contara con militares<br />
en los barcos atuneros que faenaban en el Indico, para<br />
proteger a la flota atunera de los piratas. Después llegó el<br />
secuestro del Playa de Bakio seguido del Alakrana. Las<br />
propuestas del PNV mostraron primero con el Playa de<br />
Bakio y con más insistencia con el secuestro hace un año<br />
del Alakrana que los militares españoles deberían subir a<br />
los barcos a proteger a la flota atunera. El PNV exigía al<br />
Gobierno, nuevamente una proposición, para modificar<br />
la Ley de Seguridad Nacional que permitiera, por la vía de<br />
la aprobación del Congreso de Diputados, la presencia militar<br />
en los barcos españoles fuera de nuestras aguas.<br />
Dependencias de seguridad<br />
Transcurrido un año del secuestro una de las novedades,<br />
además de los buenos resultados de la vigilancia privada,<br />
han sido los cambios propuestos a la propia distribución<br />
de las dependencias del barco a fin de conseguir que se cree<br />
una zona de seguridad aislada, para proteger a la flota de<br />
posibles secuestros. Es un tema que están debatiendo los<br />
armadores.<br />
E Ministerio de Defensa ha dado su aprobación a este proyecto,<br />
madurado tras una «sugerencia» del propio ministerio,<br />
y trabaja con los armadores para hacerlo realidad y<br />
evitar un nuevo ‘Alakrana’. Así lo aseguró la ministra Carme<br />
Chacón tras celebrar un encuentro con representantes<br />
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de las dos organizaciones del sector de los atuneros congeladores,<br />
Opagag y Anabac. La reunión, celebrada en la sede<br />
ministerial, sirvió para evaluar el desarrollo del dispositivo<br />
reforzado de seguridad de la ‘operación Atalanta’ tras<br />
la finalización de los monzones y las medidas de autoprotección<br />
puestas en marcha hace un año, en pleno secuestro<br />
del pesquero vasco. Chacón ve con buenos ojos la posibilidad<br />
de añadir el aislamiento de una cámara en los buques<br />
como medida adicional a la seguridad privada, aunque<br />
los propios armadores no creen que sea «excesivamente<br />
viable», según reconoció el gerente de Anabac, Juan Pablo<br />
Rodríguez.<br />
Pero las autoridades españolas son conscientes de que se<br />
aproxima una escalada en la ofensiva pirata y de que hay<br />
ataques que no pueden ser repelidos solo por los vigilantes.<br />
La propia ministra reconoció que «la seguridad 100%<br />
no existe» y la existencia de una cámara acorazada a bordo<br />
abortaría un eventual ataque pirata «que no pudieran<br />
repeler totalmente los miembros de la seguridad privada».<br />
La presencia de ‘habitaciones del pánico’ en los buques no<br />
es nueva. Otros pesqueros de pabellón extranjero que navegan<br />
por las aguas del Cuerno de África ya las han incorporado<br />
con éxito. Sin ir más lejos, una fragata holandesa<br />
de la misión ‘Atalanta’ rescató en abril pasado a un carguero<br />
alemán que acababa de ser secuestrado por diez piratas<br />
a unas 500 millas de la costa somalí. El barco se dirigía<br />
desde Kenia a Yibuti y, cuando se produjo el asalto, sus<br />
ocho tripulantes pararon las máquinas, se encerraron en la<br />
cámara acorazada y alertaron por radio a una fragata del<br />
operativo ‘Atalanta’ que se encontraba próxima al lugar.<br />
Cuando llegó el navío, sus mandos intentaron negociar con