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Malísima campaña
para la flota bonitera
«Hasta el día 26 de julio estábamos realizando una campaña
fabulosa, pero en agosto el bonito desapareció de
forma sorprendente y hemos entrado en una dinámica
preocupante», así se manifestaba el presidente de la Federación
de Cofradías de Gipuzkoa y también patrón
de pesca, Eugenio Elduayen, quien afrontaba un mes
transcendental en setiembre que al final tampoco ha
contado con premio.
Esta caída de capturas ha desembocado en una notable
preocupación en el sector arrantzale. Entre Gipuzkoa y
Bizkaia hasta el día 3 de setiembre se llevaban contabilizadas
un total de 3.998.819,25 kilos de bonito. Su precio
medio ascendió a 3,10 euros-kilo. Por lo que respecta
al atún se llevan 252.832,10 kilos con un precio
medio de 5,56 euros. Con respecto al 2009 se registra
una ligera recuperación, pero esta campaña no es significativa
dado que fue una de las peores protagonizadas
por la flota en toda su historia.
Repetir cifras como las de 2009, en las que las capturas
cayeron un 30% con respecto a 2008, hasta los 4,4 millones
de kilos, -2,8 eran de las embarcaciones guipuzcoanas-
,es de por sí muy duro de digerir. Aún el caso
de estar por encima de la campaña del 2009, con esos
4,4 millones de kilos, la costera será muy mala. Los pescadores
se remontaron hasta 1984 para encontrar una
campaña tan floja. En la década de los noventa del pasado
siglo se llegaban a capturar una media de 15 millones
de kilos entre Gipuzkoa y Vizcaya.
En el resto de provincias, los pescadores que participan
en la pesca de bonito en aguas de Cantabria llevaban
capturados 1.324.000 kilogramos del recurso, hasta agosto,
mientras que toda la temporada anterior se cerró con
1.113.000 kg. Pero las mejores capturas contrastan con
precios más bajos que en la campaña de 2009. Si bien
la campaña de bonito finaliza oficialmente en octubrenoviembre,
a partir de este mes comienza a perder intensidad.
En tanto, los cerqueros asturianos también registran mejores
capturas y esperan obtener al cierre de la temporada
casi dos millones de toneladas, frente a 1.700.000
toneladas descargadas en 2009.
NEFASTO AGOSTO
Los barcos que faenan a la cacea -una de las dos modalidades
de pesca artesanal-, más extendida en Vizcaya,
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llevaban desde mayo a la caza del bonito y el atún rojo.
Por lo que respecta a los barcos de cebo vivo, mayoría
en Gipuzkoa, comenzaron las faenas a principios de
julio .El primer destino de los boniteros fue las Azores
y el Atlántico, desde donde fueron subiendo progresivamente,
hasta llegar a aguas del golfo de Vizcaya. «La
flota se tuvo que marchar muy lejos de nuestra costa con
todo el riesgo que conlleva de gastar mucho gasoil y de
padecer unas malas condiciones meteorológicas que podrían
llevar a no conseguir dar con el bonito, pero había
mucho pescado en la mar. A partir del día 26 de julio
todo se fastidió», dijo Elduayen. Hasta esa fecha, sólo
Gipuzkoa ya había recogido 2,2 millones de kilos, con
lo que se presuponía una buena campaña.
MUCHA INCERTIDUMBRE
La falta de capturas en agosto y setiembre y la previsión
de mal tiempo han tumbado por los suelos el optimismo
de los pescadores, quienes continúan sin explicarse
por qué los bancos de bonito, que en el mes de
julio llegaron a la altura del Golfo de Vizcaya de manera
tan generosa, se han negado finalmente a penetrar
en las aguas cantábricas hasta los cabos de Peñas
(Asturias), Ajo (Cantabria) o Machichaco (Vizcaya),
como solían hacen en las pasadas campañas del 2008,
2007 y 2006. Con relación a esos se llevan capturados
un 30 y un 20 por ciento menos. En septiembre, el bonito
abandonó definitivamente las aguas más próximas
al litoral español. «Tampoco es que en setiembre
esperábamos muchas sorpresas. Pensamos que el pescado
se ha perdido. No obstante, un aspecto que lle-