Cristianismo en crisis - Luz para las Naciones Internacional
Cristianismo en crisis - Luz para las Naciones Internacional
Cristianismo en crisis - Luz para las Naciones Internacional
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
CRISTIANISMO EN CRISIS<br />
que le rodean. Esté at<strong>en</strong>to a <strong>las</strong> dificultades que habrán de<br />
aparecérsele <strong>en</strong> su camino. Y nunca olvide que un día Jesús<br />
v<strong>en</strong>drá y segará todo lo que esté sobre esta tierra y <strong>en</strong>tonces<br />
habrá de concedernos un cuerpo que jamás se corromperá,<br />
nunca sufrirá dolores ni t<strong>en</strong>drá necesidad jamás ni de alim<strong>en</strong>to,<br />
ni de oro ni riquezas. En otras palabras, conduzca su vida<br />
aquí abajo como un mayordomo responsable <strong>para</strong> que un día,<br />
<strong>en</strong> el juicio, Dios mismo le ofrezca la recomp<strong>en</strong>sa que ti<strong>en</strong>e<br />
<strong>para</strong> usted (Mateo 25:21).<br />
Estoy fuertem<strong>en</strong>te t<strong>en</strong>tado <strong>en</strong> estos mom<strong>en</strong>tos a m<strong>en</strong>cionar<br />
algunos pasajes del capítulo que trata sobre el dinero, <strong>en</strong><br />
el libro de John Piper, titulado "Desiring God", pero vaya<br />
cont<strong>en</strong>erme a mí mismo ofreciéndoles solam<strong>en</strong>te una cita. En<br />
mi opinión, <strong>las</strong> palabras de Piper <strong>en</strong> este capítulo están <strong>en</strong>tre<br />
<strong>las</strong> mejores que yo haya leído sobre el tema del cristiano y el<br />
uso de su dinero. Dígame si no está usted de acuerdo:<br />
"Se está desarrollando hoy día una doctrina sobre <strong>las</strong><br />
riquezas y la prosperidad, basada <strong>en</strong> la media verdad<br />
que dice que 'nosotros glorificamos a Dios con nuestro<br />
dinero disfrutando agradecidam<strong>en</strong>te de todas <strong>las</strong> cosas<br />
que nos permite adquirir. ¿Por qué t<strong>en</strong>dría un hijo del<br />
Rey que vivir como un pordiosero?' Y de ahí <strong>en</strong> adelante.<br />
La única verdad parcial <strong>en</strong> esta afirmación es que<br />
nosotros debemos dar gracias a Dios por cada cosa que<br />
El nos permite t<strong>en</strong>er. De esta forma, lo glorificamos. La<br />
mitad falsa es la sutil implicación de que Dios puede<br />
ser también glorificado por medio de <strong>las</strong> adquisiciones<br />
más extravagantes que podamos conseguir con nuestro<br />
dinero. Si la anterior apreciación fuera cierta, Jesús no<br />
hubiera dicho: 'V<strong>en</strong>ded lo que poseéis, y dad limosna'<br />
(Lucas 12:33).El tampoco hubiera dicho 'no os preocupéis<br />
por lo que habéis de comer, ni por lo que habéis de<br />
beber' (Lucas 12:29). Juan el Bautista tampoco hubiera<br />
dicho 'el que ti<strong>en</strong>e dos túnicas, dé al que no ti<strong>en</strong>e<br />
(Lucas 3::w.). El Hijo del Hombre no hubiera t<strong>en</strong>ido que<br />
andar de un lugar a otro sin t<strong>en</strong>er un sitio donde recostar<br />
246<br />
CONTEXTO, CONTEXTO, CONTEXTO<br />
su cabeza (Lucas 9:58). Y Zaqueo no hubiera t<strong>en</strong>ido<br />
que dar la mitad de sus bi<strong>en</strong>es a los pobres (Lucas<br />
19:8). Dios no es glorificado cuando nosotros guardamos<br />
<strong>para</strong> nosotros mismos (no importa con cuánta<br />
gratitud), lo que debiéramos estar usando <strong>para</strong> aliviar<br />
la miseria de los inconversos, de los ignorantes, de los<br />
<strong>en</strong>fermos y de los millones que están hambri<strong>en</strong>tos. La<br />
evid<strong>en</strong>cia de que muchos cristianos profesantes han<br />
sido desviados por esta doctrina se descubre <strong>en</strong> lo<br />
mucho que ti<strong>en</strong><strong>en</strong> y <strong>en</strong> lo poco que dan. Dios les ha<br />
prosperado. Y por una casi irresistible y compulsiva ley<br />
de esta cultura de consumo (bautizada <strong>en</strong> una doctrina<br />
de salud, riqueza y prosperidad), ellos compran casas<br />
más y más grandes, autos siempre nuevos y ataviados<br />
de lujos, ropas excesivas abrumadas de lujos, la mejor<br />
carne del mercado y todos los equipos, máquinas, ut<strong>en</strong>silios<br />
e inv<strong>en</strong>tos que hac<strong>en</strong> la vida más plac<strong>en</strong>tera y<br />
llevadera.<br />
El argum<strong>en</strong>to es: "¿No ha prometido el Dios del Antiguo<br />
Testam<strong>en</strong>to que dará prosperidad a sus hijos? ¡Claro<br />
que sí! Dios aum<strong>en</strong>ta nuestros b<strong>en</strong>eficios de tal<br />
manera que dando, demostramos que nuestro dios no<br />
está <strong>en</strong> lo que adquirimos. Dios no prospera a un<br />
hombre de negocios <strong>para</strong> que él pueda cambiar un Ford<br />
por un Cadillac. Dios le da la prosperidad <strong>para</strong> que unas<br />
17.000 personas sin evangelizar puedan ser alcanzadas<br />
con el m<strong>en</strong>saje de salvación. El prospera un negocio<br />
<strong>para</strong> que el doce por ci<strong>en</strong>to de la población del mundo<br />
pueda moverse un paso atrás ante el precipicio del<br />
hambre ... El problema no está <strong>en</strong> cuánto una persona<br />
recibe como comp<strong>en</strong>sación por su trabajo. Grandes<br />
industrias y grandes salarios son un hecho de nuestra<br />
época y no se trata de algo necesariam<strong>en</strong>te malvado. El<br />
problema está <strong>en</strong> llegar a la conclusión de que un<br />
salario de $100.000 necesita exactam<strong>en</strong>te un estilo de<br />
vida de $100.000. Diosnos ha convertido<strong>en</strong> instrum<strong>en</strong>tos<br />
247