Cristianismo en crisis - Luz para las Naciones Internacional
Cristianismo en crisis - Luz para las Naciones Internacional
Cristianismo en crisis - Luz para las Naciones Internacional
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
CRISTIANISMO EN CRISIS<br />
Confesión<br />
No tan solo los Salmos abundan <strong>en</strong> expresiones ilustrativas<br />
sobre la adoración, sino que están también repletos de<br />
exclamaciones de confesión. En el Salmo 51, por ejemplo, el<br />
rey David confiesa contrito sus pecados:<br />
Contra ti, contra ti solo he pecado, y he hecho lo malo<br />
delante de tus ojos; <strong>para</strong> que seas reconocido justo <strong>en</strong> tu<br />
palabra, y t<strong>en</strong>ido por puro <strong>en</strong> tu juicio.<br />
Salmos 51:4<br />
El concepto de confesión implica el reconocimi<strong>en</strong>to de<br />
que nosotros somos culpables ante la corte de justicia de<br />
Dios. No hay lugar <strong>para</strong> la autojustificación delante de Dios.<br />
Unicam<strong>en</strong>te si somos capaces de confesar nuestras transgresiones<br />
y buscar contritos su perdón, podremos nosotros desarrollar<br />
una comunión íntima con el Señor. El apóstol Juan lo<br />
expone bellam<strong>en</strong>te cuando escribe: "Si confesamos nuestros<br />
pecados, él es fiel y justo <strong>para</strong> perdonar nuestros pecados, y<br />
limpiarnos de toda maldad" (1 Juan 1:9).<br />
"Thanksgiving" (Acción de Gracias)<br />
Nada es más básico <strong>en</strong> una oración que la acción de<br />
gracias. Las Escrituras nos aconsejan: "Entrad por sus puertas<br />
con acción de gracias, por sus atrios con alabanzas" (Salmos<br />
100:4). Dar gracias es más una expresión de fe que un<br />
s<strong>en</strong>tim<strong>en</strong>talismo. Es una acción que fluye del seguro conocimi<strong>en</strong>to<br />
de que nuestro Padre celestial sabe exactam<strong>en</strong>te qué<br />
es lo que necesitamos y nuestra certeza de que podemos<br />
confiar <strong>en</strong> su provisión. El apóstol Pablo nos anima con esta<br />
recom<strong>en</strong>dación: "Estad siempre gozosos. Orad sin cesar. Dad<br />
gracias <strong>en</strong> todo, porque esta es la voluntad de Dios <strong>para</strong> con<br />
nosotros <strong>en</strong> Cristo Jesús" (1 Tesalonic<strong>en</strong>ses 5:16-18).<br />
308<br />
A =AMEN<br />
Súplica (Ruegos)<br />
La súplica, sin lugar a dudas, es el elem<strong>en</strong>to dominante<br />
<strong>en</strong> nuestras oraciones diarias. De hecho, es el deseo de Dios<br />
<strong>para</strong> con Sus hijos que le traigamos nuestras peticiones con<br />
alabanza y acción de gracias. El mismo Jesús nos <strong>en</strong>señó a<br />
orar: "El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy". Sin embargo,<br />
a pesar de Sus provisiones, nosotros nunca debiéramos olvidar<br />
que el propósito de la oración no es el de presionar a Dios<br />
<strong>para</strong> que nos suministre nuestras satisfacciones materiales,<br />
sino el de hacer que nos conformemos nosotros a Sus propósitos.<br />
Es así como leemos <strong>en</strong> I Juan 5:14,15: "Y esta es la<br />
confianza que t<strong>en</strong>emos <strong>en</strong> él, si pedimos alguna cosa conforme<br />
a su voluntad, él nos oye. Y si sabemos que él nos oye <strong>en</strong><br />
cualquier cosa que pidamos, sabemos que t<strong>en</strong>emos <strong>las</strong> peticiones<br />
que le hayamos hecho".<br />
Así que aquí lo ti<strong>en</strong>e usted -los "F-A-C-T-S" (Hechos)<br />
<strong>en</strong> la oración: Fe, Adoración, Confesión, Tributo de gratitud<br />
y Súplica. No se conforme con memorizar estos elem<strong>en</strong>tos,<br />
sino sírvase también de ellos usándolos <strong>para</strong> su desarrollo<br />
personal. El poder de la oración se convertirá <strong>en</strong> una vivi<strong>en</strong>te<br />
realidad únicam<strong>en</strong>te si nosotros participamos seriam<strong>en</strong>te de<br />
la práctica de orar.<br />
309