07.05.2013 Views

Cristianismo en crisis - Luz para las Naciones Internacional

Cristianismo en crisis - Luz para las Naciones Internacional

Cristianismo en crisis - Luz para las Naciones Internacional

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

CRISTIANISMO EN CRISIS<br />

desobedi<strong>en</strong>cia que El no puede p<strong>en</strong>etrar a m<strong>en</strong>os que yo<br />

decida ponerlo todo <strong>en</strong> ord<strong>en</strong> <strong>para</strong> abrirle paso".'<br />

Esta querida señora continúa: "Yo pasé horas, noches sin<br />

dormir, atorm<strong>en</strong>tada por este asunto. Llegué a s<strong>en</strong>tir tan<br />

profunda depresión que com<strong>en</strong>cé a perder mi alegría de vivir.<br />

Incluso, hasta dejé de orar. Algunos domingos, no podía ni<br />

siquiera s<strong>en</strong>tirme bi<strong>en</strong> <strong>en</strong> la iglesia, porque me s<strong>en</strong>tía como<br />

una extranjera <strong>en</strong> la familia de Dios, observando cómo algunos<br />

de Sus hijos preferidos obt<strong>en</strong>ían <strong>las</strong> 'b<strong>en</strong>diciones' a causa<br />

de su fe... Si yo estaba haci<strong>en</strong>do o no algo que impidiera el<br />

trabajo de Dios, estaba completam<strong>en</strong>te desori<strong>en</strong>tada tratando<br />

de averiguarlo. ¡Dios! -dije yo <strong>en</strong> descontrolada desesperación-,<br />

¿qué es lo que Tú quieres que yo haga?".<br />

A tiempo descubrió esta mujer que Dios nunca la abandonaría.<br />

Su ceguera no era el resultado de su pecado, y el<br />

problema real no consistía <strong>en</strong> su supuesta falta de fe, sino <strong>en</strong><br />

la falta de compr<strong>en</strong>sión de parte de los seguidores de la Fe.<br />

Ella, por fin, llegó a s<strong>en</strong>tirse una "persona difer<strong>en</strong>te". "Finalm<strong>en</strong>te<br />

reconocí que ante los ojos de Jesús yo era una persona<br />

total y que <strong>para</strong> El yo continuaba si<strong>en</strong>do tan importante que<br />

juntos podíamos com<strong>en</strong>zar una nueva relación. Tomé la determinación<br />

de que nadie, nunca más, habría de ser capaz de<br />

arrancar Su gozo de mí".<br />

Ella hace algunas observaciones muy intelig<strong>en</strong>tes acerca<br />

de algunas de <strong>las</strong> verdaderas motivaciones detrás del movimi<strong>en</strong>to<br />

de la Fe: "Yo descubrí que muchas personas querían<br />

verme sanada (o pret<strong>en</strong>dían quererlo) porque mi ceguera<br />

contradecía sus puntos de vista teológicos. Es difícil aceptar<br />

su descreimi<strong>en</strong>to cuando una persona incapacitada por alguna<br />

<strong>en</strong>fermedad se acerca a Dios con agradecimi<strong>en</strong>to por permitirle<br />

sobrellevar su experi<strong>en</strong>cia. Es como si la fe de ellos no<br />

sobresale si yo no comparto sus maneras de ver <strong>las</strong> cosas. Yo<br />

llegué a creer que ellos querían mi sanidad por su propio<br />

prestigio, no por mi b<strong>en</strong>eficio personal. Esto puede sonar<br />

muy crudo, pero a mi me parece que esta g<strong>en</strong>te no ti<strong>en</strong>e ni<br />

una pizca de fe".<br />

280<br />

EL PECADO Y LA ENFERMEDAD<br />

Concluye ella su carta con estas palabras: "Quiero que<br />

todos los que trabajan <strong>en</strong> el CRI sepan que yo, de todo<br />

corazón, comparto sus convicciones relacionadas con este<br />

tema. Es un cáncer espiritual, es algo criminal... Me duele que<br />

haya tan pocos <strong>en</strong> el cuerpo de Cristo que estén dispuestos a<br />

escucharla verdad que tan dilig<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te ustedes expon<strong>en</strong> ... Yo<br />

le pido al Señor que continúe fortaleciéndoles y que permanezca<br />

dirigiéndoles <strong>en</strong> esta tarea de crítica y d<strong>en</strong>uncia... Yo, por poco,<br />

no escucho la verdad a tiempo...".<br />

Otra carta reseña la historia de una dama con lupus y<br />

fibrosis de pronóstico incurables. Su mejor amiga empezó a<br />

escuchar a K<strong>en</strong>neth Copeland, Fred Price y John Avanzini e<br />

inmediatam<strong>en</strong>te empezó a decirle a esta mujer <strong>en</strong>ferma, que<br />

sus males eran el resultado del pecado y de la falta de fe. Ella<br />

termina su carta dici<strong>en</strong>do que muy a m<strong>en</strong>udo si<strong>en</strong>te el deseo<br />

de <strong>en</strong>fr<strong>en</strong>tarse a sus sufrimi<strong>en</strong>tos sin t<strong>en</strong>er que <strong>en</strong>fr<strong>en</strong>tarse<br />

también a sus arnigos".2<br />

Estas historias no constituy<strong>en</strong> la excepción, sino que son<br />

la regla. En caso tras caso, cristianos con tales <strong>en</strong>fermedades<br />

como el cáncer o defectos congénitos están cond<strong>en</strong>ados a<br />

añadir a su sufrimi<strong>en</strong>to, el dolor de p<strong>en</strong>sar que son víctimas<br />

de algún pecado desconocido. El día <strong>en</strong> que yo escribí estas<br />

líneas, recibí una carta de una pareja a la que le había nacido<br />

un niño muerto. Cuando estas personas más necesitaban el<br />

consuelo de otros, tuvieron que soportar que se les dijera que<br />

el niño había nacido muerto a causa del pecado-no del niño;<br />

sino de ellos-o Se les dijo que habían pecado por permitir<br />

que "el temor <strong>en</strong>trara a sus vidas ... y por no t<strong>en</strong>er la fe<br />

sufici<strong>en</strong>te <strong>para</strong> creer que el niño podía ser levantado de <strong>en</strong>tre<br />

los muertos". 3<br />

De regreso a una víctima disponible<br />

Estas personas no sufr<strong>en</strong> so<strong>las</strong>. ¿Recuerda a Job? El fue<br />

declarado por Dios como un gran hombre de fe, pero cuando<br />

los maestros de la Fe toman cu<strong>en</strong>ta de él, lo acusan de ser la<br />

causa de su propio desastre. K<strong>en</strong>neth Copeland dice: "Cuando<br />

todos nosotros estamos dispuestos a levantarnos <strong>para</strong><br />

281

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!