08.05.2013 Views

Descargar PDF - Museo Gustavo de Maeztu

Descargar PDF - Museo Gustavo de Maeztu

Descargar PDF - Museo Gustavo de Maeztu

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

el ánimo a los revolucionarios. Así llegábamos a las puertas <strong>de</strong>l cuartel, cuando entre<br />

los pocos transeúntes se nos acercaron Indalecio Prieto y Angel Baza. ¡Estáis locos -<br />

dice Prieto-, atacar a un cuartel con un paraguas! Y sigilosamente, nos diseminamos<br />

entre las gentes aterrorizadas. Al día siguiente, era yo el preso número 317 y en rueda<br />

<strong>de</strong> <strong>de</strong>tenidos y maniatados era conducido entre una mujer gorda y embarazada y<br />

un minero -<strong>de</strong> los que trabajan, se entien<strong>de</strong>- entre otros veinte revolucionarios más,<br />

el cuartel Reina Victoria. D. Ramón López Chico compró El Pueblo Vasco para <strong>de</strong>spistar,<br />

y había pasado la frontera, mientras en Sondica estaba como siempre, esperando<br />

las consecuencias <strong>de</strong> todo aquello. Una buena mañana, se levantó completamente optimista,<br />

y se atrevió a mirar por la cerradura <strong>de</strong> la puerta. Al ver que nadie había, se<br />

aventuró a salir hasta la carretera y respiró. Al siguiente día, se alejaba <strong>de</strong> la casa como<br />

a tiro <strong>de</strong> una piedra. Al otro, casi la perdió <strong>de</strong> vista, pero... a un insensato francés se<br />

le ocurrió ir a cazar con una escopeta <strong>de</strong> pistón por aquellos lugares.<br />

<strong>Gustavo</strong>, tendido en el suelo con la cara al cielo, pensaba en sus cosas. A su lado,<br />

un buey gozaba <strong>de</strong>l ver<strong>de</strong>, cuando... ¡Pum! ¿Un tiro?, se pregunta <strong>Gustavo</strong> incorporándose.<br />

¡Pum! Otro tiro más cercano, y alzándose bruscamente aprieta a correr entre sembrados<br />

y con el agua hasta las rodillas cruza un riachuelo, llegando a su refugio <strong>de</strong> paz, que<br />

en días más tranquilos fue caseta <strong>de</strong> un perro.<br />

<br />

GUSTAVO DE MAEZTU por Estanislao M.ª <strong>de</strong> Aguirre 117

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!