60 La Tumba <strong>de</strong>l Genio. (dibujo) Proyecto <strong>de</strong> Arquitectura. Estudio (dibujo) Colección <strong>de</strong> Mr. C.R. Smith. Londres.
sí mismo», como le dijo un día en secreto a un revolucionario <strong>de</strong> la Junta directiva <strong>de</strong>l Casino, «Sección, Bailes y Kermeses». Tomás Meabe, siempre trashumante, continuaba <strong>de</strong>sterrado <strong>de</strong> España en Saint Jean <strong>de</strong> Pied <strong>de</strong> Port y esta circunstancia le llevó al lado <strong>de</strong> su íntimo y buen amigo. De Biarritz a Bayona y <strong>de</strong> Bayona a Saint Jean <strong>de</strong> Pied <strong>de</strong> Port y <strong>de</strong> aquí a Saint Jean le Vieux a su casa «Lutchinea», don<strong>de</strong> con Tomás Meabe recibían visitas extrañas <strong>de</strong> españoles que estaban refugiados en aquella frontera. Cuando en España el sentimiento revolucionario palpitaba con intensidad, para <strong>Gustavo</strong> era aquella época, un paréntesis <strong>de</strong> calma abierta en la <strong>de</strong>liciosa campiña vasco-francesa, en sus atar<strong>de</strong>ceres incomparables, en esos crepúsculos <strong>de</strong> tintas rojas y azules, que como dice Mourlane Michelena, parece que están organizados por sus «Sindicatos <strong>de</strong> Atracción al Forastero». En aquella encantadora región don<strong>de</strong> Rostand edificó el paraíso <strong>de</strong> sus ensueños <strong>de</strong> poeta, todo él, museo, todo él, hogar, y que la asquerosa realidad ha convertido en veinticuatro horas en suntuosa y aristocrática resi<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> un burgués. Unos cuantos sostenemos que el espíritu es superior a la materia. ;Qué sarcasmo! Las exquisitas joyas artísticas atesoradas por el gusto refinado <strong>de</strong> un intelectual coleccionista pasan a po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> un cualquiera, mediante entrega <strong>de</strong> unos cuantos discos metálicos, ¡Cuánto tenemos que apren<strong>de</strong>r los eternos protestantes, <strong>de</strong> este hecho! Y menos mal que al buen Rostand le ha cogido el acontecimiento cuando, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> hace algún tiempo, está <strong>de</strong>dicándose a la dulce tarea <strong>de</strong>l reposo eterno. Vivían <strong>Gustavo</strong> y Tomás en la apacible tranquilidad <strong>de</strong> «Lutchinea», mientras sobre el Pirineo francés, el resplandor rojizo <strong>de</strong> las hogueras, <strong>de</strong> los conventos barceloneses que ardían en pavesas, reflejaban en el cielo. Un aire <strong>de</strong> tragedia llegaba <strong>de</strong> España, cuando los primeros fugitivos traspasaban la frontera, burlándose graciosamente <strong>de</strong> la vigilancia <strong>de</strong> los carabineros. El movimiento había fracasado y <strong>Gustavo</strong>, al atar<strong>de</strong>cer, ro<strong>de</strong>ado <strong>de</strong> varios amigos, tomaba vermouth en el cafe Farniére, <strong>de</strong> Bayona. Acosado y acorralado por sus correligionarios en la terraza <strong>de</strong>l Farniére, por su infame <strong>de</strong>serción, <strong>Gustavo</strong> contestaba muy serio: «Yo he estado aquí, conteniéndome a mí mismo, por ser éste un sitio estratégico para acudir al lugar <strong>de</strong> más peligro; pero no he recibido ningún aviso.» Después, a París, a organizar la tumultuosa manifestación contra el <strong>de</strong>spotismo español, y apedrear el consulado <strong>de</strong> Su Majestad Católica, aunque luego se conformó con abrirle la cabeza a un guardia <strong>de</strong> un brutal ladrillazo. Esto <strong>de</strong>bió convencer a los más exaltados correligionarios, porque <strong>Gustavo</strong> siguió disfrutando <strong>de</strong> su crédito revolucionario, como hombre <strong>de</strong> acción, entre los chamelistas <strong>de</strong>l Casino. ¡Cuántas veces recuerda el vermouth <strong>de</strong>l Farniére! GUSTAVO DE MAEZTU por Estanislao M.ª <strong>de</strong> Aguirre 61