08.05.2013 Views

Descargar PDF - Museo Gustavo de Maeztu

Descargar PDF - Museo Gustavo de Maeztu

Descargar PDF - Museo Gustavo de Maeztu

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

NOCHE DE VINO Y<br />

DE CONFIDENCIAS<br />

XX<br />

HE e cenado esta noche con <strong>Gustavo</strong>, en casa <strong>de</strong> Luciano, y me he reído mucho.<br />

<strong>Gustavo</strong> tiene gran preferencia por los primeros platos, sean los que sean, pero<br />

si son habas -fatal recuerdo para Ramón Villaamil- está uno expuesto a tener que monologuear<br />

<strong>de</strong> sobremesa, porque se le suben a la cabeza y queda abotargado. Aquel<br />

día fatal, que se comió la ración <strong>de</strong> Villaamil y la mía, le tuvimos que soltar el cuello y<br />

abanicarle luego con un artículo <strong>de</strong> Manolo Aranaz, que con su marco está colgado en<br />

la pared <strong>de</strong> este popular restaurant, ya que no teníamos un abanico a mano.<br />

Damiana nos ha preparado una comida como para curas <strong>de</strong> pueblo y, ¿cómo negarse,<br />

si nos ha servido luego la encantadora Amalia, con sus <strong>de</strong>liciosos brazos remangados?,<br />

¡hasta el codo nada más!<br />

<strong>Gustavo</strong> no podía respirar <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> una chuleta mayor que el plato, y soplaba<br />

como un buey, yo soplaba también, como otro buey, y las migas <strong>de</strong> pan, iban y venían<br />

<strong>de</strong> él para mí y <strong>de</strong> mí para él.<br />

Luego, me ha preguntado: ¿Cómo va ese libro? <strong>Gustavo</strong> es un zorro; no cree en<br />

nada, ni en nadie, solamente en sí mismo. Después, a la hora incomparable <strong>de</strong>l café,<br />

cuando el humo azulado <strong>de</strong> los cigarros habanos sube in<strong>de</strong>ciso, en espirales multiformes,<br />

invitando, como el incienso, a la plegaria, a las íntimas confi<strong>de</strong>ncias, <strong>Gustavo</strong> me<br />

ha hablado como un cínico, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> haber <strong>de</strong>vorado una ternera.<br />

Las copas <strong>de</strong> coñac brillan sobre la mesa como piedras preciosas. Supongo -me<br />

ha dicho convencido- que me tratarás muy bien en tu libro. Luego ha proseguido: Yo<br />

sé que en el mundo no hay más que un pintor y un escritor. -Una pausa que equivale<br />

a la <strong>de</strong>saparición <strong>de</strong> una piedra preciosa-. El escritor, eres tú..., ahora tú dirás quién<br />

es el pintor.<br />

Otras dos piedras preciosas que <strong>de</strong>saparecen sobre el blanco mantel.<br />

Yo no creo en el Arte; el Arte es solamente una ficción inventada por los pobres<br />

<strong>de</strong> espíritu, como una necesidad quimérica, para <strong>de</strong>corar su vulgar existencia y envolverse<br />

en él como un histrión en su manto <strong>de</strong> púrpura, cuando en las farsas se cree Rey. Las<br />

piedras preciosas van <strong>de</strong>sapareciendo. Yo -ha continuado <strong>Gustavo</strong>- sólo creo en el Amor<br />

y un poco en Baco, como todos los dionisíacos. Yo soy un hijo bastardo <strong>de</strong> Dionisios,<br />

y bastardamente, por lo tanto, interpreto el Arte. De mi padre heredé el espíritu aventurero<br />

y mi amor por las gordas que tengo en Londres. Dionisios, a pesar <strong>de</strong> ser un<br />

<strong>de</strong>scarado, sintió pasión por Osiris, y se lo calló, <strong>de</strong> igual manera que, entre sus aventuras,<br />

guardaba el impertérrito Don Juan en lo más recóndito <strong>de</strong> su corazón, el amor<br />

GUSTAVO DE MAEZTU por Estanislao M.ª <strong>de</strong> Aguirre 131

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!