10.05.2013 Views

Nezar - LETRA SABIA - Servicios Editoriales

Nezar - LETRA SABIA - Servicios Editoriales

Nezar - LETRA SABIA - Servicios Editoriales

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Adonde tú vayas<br />

pro un marco.<br />

–De acuerdo– respondió Nono alegremente.<br />

Era el día en el que Rosa tenía que comenzar la segunda fase de<br />

su tratamiento, también con quimioterapia. Ya eran los últimos días de<br />

noviembre y todavía el sol resultaba agradable y agradecido. El paisaje<br />

otoñal ya resultaba ser más invernal.<br />

El nuevo pasillo, a donde habían destinado a Rosa le helaba la<br />

sangre a cualquiera. Algunos pacientes tenían los brazos cortados, otros<br />

las manos, aunque la mayoría estuviesen perfectamente.<br />

El doctor Conde examinó una nueva placa de su paciente y le dio la<br />

buena noticia de que todo estaba según lo previsto, aunque las células<br />

cancerígenas habían aparecido de nuevo y había que mantener un tratamiento<br />

con quimioterapia. Sin embargo, el doctor les indicó que la quimio<br />

ya no podía tomarse cada tres semanas, sino que tendrían que estar<br />

allí todos los miércoles. Así, a primeras horas de la mañana, había que<br />

estar en el Hospital para repetir lo mismo que se había hecho anteriormente:<br />

hacer una analítica, pasar consulta y tomar el tratamiento.<br />

Después de la analítica, Madre e hijo aprovechaban para ir a desayunar<br />

y hablar de sus cosas. Luego, el médico les diría si la sangre reunía<br />

las condiciones para tomar el tratamiento. Poco más tarde, Rosa<br />

pasaría a la sala, donde tomaría el tratamiento y Nono debería resolver<br />

los papeles para repetir esta actividad el miércoles siguiente. El papeleo<br />

quedaba resuelto en unos 45 o 60 minutos. Después, Nono aprovechaba<br />

para tomarse un café y mirar la calle a través de la ventana de alguna cafetería<br />

y pensar en sus cosas, como hacía casi siempre antes de recoger<br />

a su madre.<br />

–¿Recuerdas cuándo no podías ir andando desde la puerta del supermercado<br />

a la cafetería sin sentarte? –le preguntó con cariño Nono a<br />

su madre.<br />

–Sí, lo recuerdo muy bien. Ahora voy desde la puerta del ambulato-<br />

110

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!