Nezar - LETRA SABIA - Servicios Editoriales
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Adonde tú vayas<br />
–¿Cómo te ha ido el día? –le preguntó su padre, nada más verle<br />
en la su acostumbrada visita que le hacía con su mujer.<br />
–Mal.<br />
–¡Mal! ¿Por qué?<br />
–Me tiene muy preocupado que el abuelo se haya puesto enfermo.<br />
He tenido que hacer la página tres veces. Hace menos de una hora que<br />
he terminado el trabajo y no sé qué voy a hacer mañana.<br />
–El abuelo lleva cinco años que siempre le da algún trastorno por<br />
estas fechas. –le respondió su madre.<br />
–Ya, pero hoy le he visto muy desanimado.<br />
–Lo de la fibrosis pulmonar de tu abuelo es irremediable y tú lo sabes.<br />
Así que no estás preocupado por eso.<br />
–No mamá. Tienes razón. Esa preocupación es constante y yo vivo<br />
con ella. Ya me he acostumbrado. Pero hay una preocupación que es<br />
puntual y es que me encuentro ahora con un contrato indefinido a media<br />
jornada, como bien sabéis. Supón, mamá, que cuando pase el verano y<br />
comiencen las ligas de todos los deportes me hagan un contrato a jornada<br />
completa y me doblen el sueldo. Yo gasto menos que un encendedor.<br />
Podría ahorrar casi 7.500 euros al año. Es decir que en pocos años podría<br />
comprar esta casa sin dificultad…<br />
–Lo que me dices, me suena al cuento de la Lechera. No me lo digas,<br />
hazlo y ya está.<br />
–Evidentemente ya lo estoy haciendo, pero tú eres hija única y la<br />
heredera de la casa. Mientras el abuelo viva, yo sé que no hay problema<br />
pero, ¿y si muere?<br />
–Si muere no podrías hacer lo que dices, porque en octubre del<br />
año que viene terminamos de pagar nuestra casa, así que vendería esta<br />
casa lo antes posible y pagaría la entrada de una casa en la playa que ha<br />
sido siempre la ilusión de toda mi vida.<br />
–¡Qué dices, Rosa! –exclamó sorprendido su marido.<br />
–Lo que oyes –aseveró la mamá de Nono.<br />
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