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Leamos juntos - CRA

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historia. incluso si alguien soñara solamente números o signos, por caso, igual compondrían una<br />

narración. siempre hay un significado en los sueños, y toda explicación es narrativa. O sea, siempre<br />

hay una historia. así es como leemos y nos interesa lo que leemos. Y así soñamos.<br />

en síntesis: no se preocupe, la lectura en voz alta no produce pesadillas.<br />

¿Hay alguna velocidad o intensidad de lectura recomendable? ¿Qué pasa si no leo bien?<br />

la lectura en voz alta es un aprendizaje también para quien lee. ambos, quien lee y quien escucha,<br />

irán descubriendo cuál es el mejor ritmo de lectura, o sea el que mejor sostenga la atención. cada<br />

texto “trae” el suyo, dependiendo de la edad de los que escuchan y de la paciencia, perseverancia y<br />

flexibilidad del que lee. es un aprendizaje conjunto y puede ser una experiencia hermosa.<br />

¿Desde qué edad conviene leerles libros más largos? ¿Sirve dividirlos en capítulos?<br />

sí, claro que sirve. a medida que los chicos crecen, es apropiado leerles cuentos más largos, novelas<br />

cortas, novelas largas seriadas. Haga la prueba de leer diez o quince minutos y deténgase en un<br />

punto culminante. se sorprenderá de la expectativa generada hasta el próximo capítulo.<br />

Y en cuanto a la edad, cualquiera es buena para iniciar esta práctica. los chicos más chicos también<br />

son capaces de seguir lecturas seriadas, si éstas son breves y atractivas, y si quien lee es perseverante<br />

y preciso en la continuidad.<br />

¿Cuando termino la lectura, es necesario conversar, comentar, decir algo?<br />

conversar siempre es importante. pero lo más conveniente es proceder con naturalidad. no<br />

es indispensable hablar, pero tampoco callar. si el niño quiere, él hará comentarios. O formulará<br />

preguntas, o pedirá opinión. lo importante es responderle con total sinceridad y con verdad, incluso<br />

si uno no sabe qué decir.<br />

Y si se trata de un grupo (en una biblioteca o en la escuela), puede ser bueno que deje pasar unos<br />

segundos y luego formule usted una pregunta. entonces espere, vea qué sucede y esté preparado/a<br />

para improvisar. pero sobre todo no caiga en la tentación de dar una clase; solamente charle,<br />

intercambie. eso hará que todos se sientan más seguros y confiados, sobre todo si lo que ellos<br />

dicen es tenido en cuenta.<br />

Si tengo más de un hijo, y son de diferentes edades, ¿debo leerle a cada uno por separado,<br />

o puedo leerles a todos a la vez?<br />

en lo posible conviene leerles de a uno. cada experiencia es única, y si el convenio que se establece<br />

es íntimo es más rico. pero la vida impone siempre sus dificultades, y si son muchos los hermanos, o<br />

muchos los chicos en el aula pues no hay otro camino que leerles grupalmente.<br />

Se trata de leer en voz<br />

alta, simplemente, y<br />

leer porque sí, leer por<br />

leer, porque tenemos<br />

en la mano una<br />

lectura que puede ser<br />

interesante y queremos<br />

compartirla...<br />

la lectura en el HOGar: acercamientOs Y experiencias<br />

pero lo más importante es que quien lee logre, poco a poco, establecer relaciones personales. usted<br />

puede leer a varios de sus hijos –y dependiendo del texto el interés será mayor en unos que en<br />

otros–, pero entonces tendrá que ocuparse de variar los textos la próxima vez.<br />

al principio busque leer cuentos que puedan interesarles a todos, y luego procure los específicos para<br />

cada edad. por ejemplo, una buena historia de animalitos puede ser comprendida por niños de todas<br />

las edades. seguramente los mayores le pedirán “otra cosa” y en tal caso tendrá que leerles cuentos<br />

algo más complejos, con más palabras y tramas más exigentes. pero no se preocupe por ello, y al<br />

contrario, si los mayores le piden “otra cosa” es porque desean leer otra cosa. eso es buenísimo.<br />

igualmente, en el aula los niños esperarán siempre que el maestro, o la abuela cuentacuentos, les<br />

lea un cuento que cada uno querrá sentir como propio, como especialmente leído para él. por lo<br />

tanto, será bueno que quien lea busque el modo, antes de la próxima lectura, de hacerle saber a<br />

cada uno que entre ellos hay un vínculo especial, único y propio. no es fácil, pero si todas nuestras<br />

abuelas lo vienen logrando entonces puedo asegurarle que es posible. solo se requiere amor,<br />

paciencia y perseverancia.<br />

¿Y si no comprenden lo que les leo, o tengo la impresión de que “están en otra”? ¿Y si ya<br />

son grandes pero me doy cuenta de que tampoco comprenden lo que les leo, y encima se<br />

distraen y desatienden la lectura?<br />

los niños siempre comprenden que la voz de la mamá es dulce, grata y acogedora. Y cuando van<br />

creciendo, esa voz y la de quienes lo rodean, y la de sus maestros, son la puerta hacia el mundo.<br />

Quizás correspondería subrayar que los niños siempre entienden y siempre se distraen. podrá ser<br />

mucho o poco, desde el punto de vista del adulto, pero siempre algo entienden. cierta dispersión es<br />

inherente a todo proceso de aprendizaje, y sobre todo cuando se está empezando a vivir. los chicos<br />

saben perfectamente lo que les gusta y lo que no, y eso es lo más importante. no se trata de leerles<br />

“para que aprendan”. tampoco para “entretenerlos” ni para que se queden quietos. se trata de leer<br />

en voz alta, simplemente, y leer porque sí, leer por leer, porque tenemos en la mano una lectura que<br />

puede ser interesante y queremos compartirla, lo que es, de paso, el mejor aprendizaje para el deseo<br />

de leer. no se trata de “enseñarles” a leer, que de eso se ocupará la escuela, sino de transmitirles<br />

nuestras ganas de leer y generar las suyas. Y eso sólo es posible si uno –usted– tiene ganas y dispone<br />

de un texto interesante para compartir.<br />

es como cuando usted quiere que su hijo coma. ¿Qué es lo primero que hace? una comida rica,<br />

que sabe que a él le gusta. con la lectura sucede lo mismo: déle una lectura rica que sabe que a<br />

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él va a gustarle.<br />

Y si acaso él le dice que “eso” no le gusta, ¿usted qué hace? la próxima vez le prepara otro plato,<br />

¿verdad? Bueno, entonces prepárele otra lectura. Y despreocúpese de si “entiende” o no. Ocúpese de<br />

leer algo que le “guste” (a usted y al niño) y no que él “entienda”.

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