joshua-harris-le-dije-adios-a-las-citas-amorosas
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Le <strong>dije</strong> adiós a <strong>las</strong> <strong>citas</strong> <strong>amorosas</strong><br />
que Dios me muestre que ya estoy listo para el matrimonio. Pero, ¿Porque escribir<br />
un libro sobre este punto de vista? ¿Qué me haría pensar que alguien estuviera<br />
interesado en escuchar lo que tengo para decir? Lo he hecho porque pienso que a ti<br />
también Dios te quiere desafiar.<br />
Yo creo que el tiempo ha l<strong>le</strong>gado para que los cristianos, hombre y mujeres, se<br />
enfrenten al desastre que hemos dejado atrás, en nuestro intento egoísta de<br />
involucrarnos en relaciones románticas a corto plazo. Las <strong>citas</strong> pueden parecer como<br />
un jueguito inocente, pero según como yo lo veo, estamos pecando el uno contra el<br />
otro. ¿Qué excusa podremos tener cuando <strong>le</strong> demos cuenta a Dios por <strong>las</strong> acciones y<br />
actitudes que tuvimos en nuestras relaciones? Si dios ve el pajarito que cae a tierra<br />
(Mateo 10:29), ¿Qué te hace pensar que Dios pasaría por alto los corazones<br />
quebrantados y <strong>las</strong> cicatrices emociona<strong>le</strong>s que hemos causado en <strong>las</strong> relaciones<br />
basadas en el egoísmo?<br />
Es posib<strong>le</strong> que a nuestro alrededor todos estén jugando este jueguito de <strong>las</strong> <strong>citas</strong> y el<br />
noviazgo. Pero al final de nuestros días, no tendremos que explicar<strong>le</strong>s a todos,<br />
solamente tendremos que dar<strong>le</strong> cuentas a Dios.<br />
En el grupo de jóvenes nadie estaba al tanto de cómo yo había comprometido mis<br />
convicciones dentro de mi noviazgo. Yo era líder, era reconocido como un buen<br />
muchacho. Pero Jesús dijo: ―Porque nada encubierto, que no haya de descubrirse, ni<br />
oculto que no haya de saberse.‖ (Lucas 12:2).<br />
Nuestra actitud en <strong>las</strong> relaciones no está fuera del alcance o del conocimiento de Dios.<br />
Pero he aquí la buena noticia. El Dios que ve todo nuestro pecado, también es el<br />
Dios que nos puede perdonar si nos arrepentimos y nos apartamos de Aquello que lo<br />
ha ofendido. Él nos llama a un nuevo estilo de vida. Yo se que Dios me ha<br />
perdonado por todos los pecados que he cometido en su contra y en contra de <strong>las</strong><br />
novias que he tenido; y se también, que su deseo es que viva un estilo de vida<br />
caracterizado por el amor prudente. La gracia que Dios me ha mostrado, me sirve<br />
como motivación para hacer de la pureza y el espíritu intachab<strong>le</strong> mi pasión.<br />
Estoy comprometido a ejercitar el amor prudente y te invito a que te unas a mí.<br />
Hagamos del espíritu intachab<strong>le</strong> y de la pureza, nuestra prioridad ante el Dios que<br />
todo lo ve y todo lo sabe.<br />
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