joshua-harris-le-dije-adios-a-las-citas-amorosas
joshua-harris-le-dije-adios-a-las-citas-amorosas
joshua-harris-le-dije-adios-a-las-citas-amorosas
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
Le <strong>dije</strong> adiós a <strong>las</strong> <strong>citas</strong> <strong>amorosas</strong><br />
―Desechemos pues, <strong>las</strong> obras de <strong>las</strong> tinieb<strong>las</strong>, y vistámonos <strong>las</strong> armas de la luz‖<br />
Romanos 13:12. Hay que admitir que algunos tendrán que desechar más que<br />
otros – más recuerdos, más dolor, más penas -. Pero el pasado no es lo que<br />
determina nuestro futuro. Hay decisiones que podemos tomar hoy sobre cómo<br />
hemos de vivir en el futuro. ¿Estaremos dispuestos a confirmar nuestros<br />
corazones delante de Dios y andar en sus caminos? El pasaje de Romanos<br />
continua diciendo: ―andemos como de día, honestamente, no en glotonerías y<br />
borracheras, no en lujuria y <strong>las</strong>civias, no en contiendas y envidias, sino vestíos<br />
del Señor Jesucristo, y no proveáis para los deseos de la carne‖ Romanos<br />
13:13-14.<br />
Ninguno de nosotros puede pararse ante Dios comp<strong>le</strong>tamente puro. Todos<br />
somos pecadores. Pero no importa lo sucio que sean nuestros trapos de<br />
inmundicia, en un solo instante de verdadera entrega, el corazón que se vuelve<br />
hacia Dios pierde toda impureza. Dios nos viste con la justicia de Cristo y ya no<br />
ve más nuestro pecado. El transfiere la pureza de Jesús a nosotros, y por lo<br />
tanto debes vestirte a ti mismo como Dios te ve – justificado, vestido de blanco<br />
resplandeciente y puro.<br />
Quizá hay un recuerdo en particular que te asedia constantemente, un<br />
recuerdo que te hace sentir indigno del amor y el perdón de Dios. No permitas<br />
que el pasado te destruya. Olvídalo. No contemp<strong>le</strong>s más ese pensamiento u<br />
otros similares. Si te has arrepentido de cada uno de esos comportamientos,<br />
Dios ha prometido que jamás se acordará de ellos. Sigue adelante. Ante ti se<br />
encuentra toda una vida de pureza.<br />
73