joshua-harris-le-dije-adios-a-las-citas-amorosas
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Le <strong>dije</strong> adiós a <strong>las</strong> <strong>citas</strong> <strong>amorosas</strong><br />
Dios antes que sus propios deseos. En su libro Pasion and Purity (―pasión y pureza‖<br />
la señora Elliot escribe lo siguiente:<br />
Se nos pedía que tuviésemos confianza y que <strong>le</strong> dejáramos los planes a Dios. Su plan<br />
para nuestras vidas era tan remotamente <strong>le</strong>jano de todo lo que pudiésemos pensar,<br />
como tan remoto esta el rob<strong>le</strong> al imaginarnos la bellota. La bellota cump<strong>le</strong> con el<br />
propósito por la cual fue creada, con importunar a su Creador con preguntas sobre<br />
cuándo, cómo y por qué. Nosotros a quienes nos ha dado inteligencia, voluntad y un<br />
surtido de deseos que pueden contraponerse al divino Patrón de lo que es Bueno, se<br />
nos pide que confiemos en Él, cuando nos dice: ―…Si alguno se pierde a sí mismo<br />
por causa de mí, sólo entonces se encontrará a sí mismo.‖<br />
¿Cuándo será que lo hallaremos? – nos preguntamos. La respuesta es: confía en mí.<br />
¿Cómo será que lo hallaremos? – nos preguntamos. La respuesta sigue siendo: confía<br />
en mí.<br />
¿Por qué debo perderme a yo mismo?- persistimos en decir. La respuesta es: observa<br />
la bellota y confía en mí<br />
Dios conocía lo que convenía<br />
Muchos son los que se dan cuenta demasiado tarde de que no l<strong>le</strong>gamos al estado de<br />
contentamiento como un destino, tanto como nosotros desarrollamos el<br />
contentamiento como una expresión inteligente.<br />
Pablo nos dice en I Timoteo 6:6: ―pero gran ganancia es la piedad acompañada del<br />
contentamiento.‖ Y en Filipenses 4:11 nos dice: ―He aprendido a contentarme,<br />
cualquiera que sea mi situación.‖ ¿Cuál es el secreto de Pablo?<br />
Pablo comparte este secreto con nosotros cuando expresa: ―todo lo puedo en Cristo<br />
que me forta<strong>le</strong>ce.‖ (Filipenses 4:13). El confiaba que Dios <strong>le</strong> daría la fuerza necesaria<br />
para sobrel<strong>le</strong>var cualquier situación que viniese en contra de él. De la misma manera<br />
también nosotros podemos experimentar el contentamiento cuando confiamos que la<br />
fuerza y la gracia de Dios nos sostendrán a través de cualquier situación. Sea que eres<br />
soltero o casado, querido, amado o vives en so<strong>le</strong>dad; la clave para el contentamiento<br />
está en la confianza. Créeme que si como solteros estamos descontentos con la<br />
soltería, <strong>las</strong> probabilidades son que también lo estarnos con el matrimonio.<br />
Cuando decidimos nuestra felicidad basado en algo que se ha de lograr en el futuro,<br />
la felicidad nunca l<strong>le</strong>gará. Siempre estaremos esperando hasta mañana y si<br />
permitimos que la impaciencia gobierne nuestra vida, no podremos apreciar el regalo<br />
del tiempo presente. L<strong>le</strong>garemos a ese momento en el cual esperábamos recibir la<br />
p<strong>le</strong>nitud anhelada y lo hallaremos escaso.<br />
Una dama en cierta ocasión, me escribió expresando su frustración ante la idea que<br />
tienen muchas personas sobre la mujer que es soltera. Opinan que es alguien que está<br />
contando los días hasta que l<strong>le</strong>gue el hombre por el cual han estado esperando.<br />
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