joshua-harris-le-dije-adios-a-las-citas-amorosas
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Le <strong>dije</strong> adiós a <strong>las</strong> <strong>citas</strong> <strong>amorosas</strong><br />
Desde el momento en que Adán y Eva desobedecieron a Dios y se vistieron con<br />
hojas de higuera en el jardín de Edén, el mundo ha experimentado algo parecido a<br />
una ―moda pesadilla‖, pero no en términos de vestimenta, sino en términos del amor.<br />
Cuando el pecado manchó el diseño original de Dios respecto al amor, el género<br />
humano comenzó a ―vestir‖ una imitación torcida y corrompida fundamentada en el<br />
egoísmo y la irresponsabilidad.<br />
Pero debido a que el amor de Dios es perfecto y perdurab<strong>le</strong>, Él creó una manera<br />
para que pudiésemos experimentar nuevamente su diseño en cuanto al amor se<br />
refiere. Él envió a Cristo Jesús para volver a poner <strong>las</strong> cosas en orden. Usando<br />
términos del campo de la moda, podríamos llamar al Autor y Consumador de<br />
nuestra fe, el diseñador y el Modelo de una revolucionaria expresión del amor. Cristo<br />
dio su vida por un mundo que lo rechazaba y nos dijo que debemos amar a nuestros<br />
enemigos. Él <strong>le</strong> lavó los pies a los hombres que lo llamaron Maestro y nos enseño a<br />
servirnos unos a otros en humildad.<br />
El nos dio el patrón; ―como yo os he amado, que también os améis unos a otros,‖<br />
Juan 13:34 y nos dijo que lo debemos compartir con todo el mundo.<br />
Los supermodelos<br />
Es posib<strong>le</strong> que nunca tengas que trabajar como modelo de la alta costura en New<br />
York o en París, pero como cristiano, si tienes que modelar el amor de Dios al<br />
mundo. Comprender esta realidad afectará profundamente la manera en que nos<br />
enfrentamos a <strong>las</strong> relaciones, especialmente <strong>las</strong> relaciones <strong>amorosas</strong> y los noviazgos.<br />
Al involucrarnos en un noviazgo estamos siendo representantes del amor de Dios, no<br />
tan solo a la otra persona, sino también a todos los que nos observan.<br />
Como cristianos debemos recordar que el perfecto amor de Dios no es sólo para<br />
nuestro beneficio personal. Un modelo viste con el propósito de atraer la atención a<br />
la creatividad del diseñador, pero es la reputación del diseñador la que está en juego y<br />
no la del modelo. De la misma manera, nosotros los cristianos modelamos el amor<br />
de Dios, nos percatemos de ello o no. La gente nos observa y lo que ven, afecta la<br />
reputación de Dios. Si declaramos que somos seguidores de Cristo y vestimos el<br />
estilo torcido y mundano respecto a lo que es el amor, arrastraras por el piso el<br />
nombre y carácter de nuestro Señor.<br />
Es por esta razón que debemos hacernos la siguiente pregunta ¿estoy modelando el<br />
amor de Cristo? ¿Mis motivaciones y acciones dentro de esta relación son un ref<strong>le</strong>jo<br />
del amor perfecto que Dios me ha mostrado? ¿Cómo responderías a esta pregunta<br />
ahora mismo?<br />
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