joshua-harris-le-dije-adios-a-las-citas-amorosas
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Le <strong>dije</strong> adiós a <strong>las</strong> <strong>citas</strong> <strong>amorosas</strong><br />
Poco después desanimados y heridos, decidieron romper con la relación.<br />
El pastor que relataba la historia, se encontró con ellos unos años más tarde durante<br />
una reunión estudiantil. Jenny estaba casada y tenía un hijo; Eric estaba soltero. Sin<br />
embargo, ambos se acercaron al pastor por separado y <strong>le</strong> expresaron estar<br />
atravesando por un trauma emocional y luchando con sentimientos de culpa por los<br />
recuerdos del pasado.<br />
- Cuando lo veo – dijo Jenny llorando – los recuerdos vienen a mi mente como si<br />
fuera ayer.<br />
Eric expresó sentimientos similares.<br />
- Cuando la veo, vuelvo a sentir dolor – <strong>le</strong> dijo a quien tiempo atrás había sido su<br />
pastor de jóvenes – <strong>las</strong> heridas aún no han sanado.<br />
Cuando el ministro concluyó de relatar la historia, no se escuchaba ni el más mínimo<br />
sonido. Cada uno de nosotros se quedó esperando recibir algún tipo de solución a<br />
esta prob<strong>le</strong>mática. Todos conocíamos de cerca la realidad de la historia que acababa<br />
de relatar. Algunos habíamos cometido el mismo error o lo pudimos observar en la<br />
vida de nuestros amigos.<br />
Todos estábamos deseando algo mejor, esperábamos escuchar del pastor lo que<br />
debíamos hacer.<br />
Pero esa tarde no nos ofreció otra alternativa. Evidentemente él pensó que el único<br />
error que la pareja cometió fue ceder a la tentación. De acuerdo a su criterio tal vez<br />
pensaba que Eric y Jenny debieron haberse tenido mayor respeto el uno al otro y<br />
también mayor dominio propio. Aunque el pastor nos a<strong>le</strong>ntó a considerar un<br />
resultado diferente – evitando la relación sexual antes del matrimonio – en realidad<br />
no nos ofreció un método diferente.<br />
¿Es esta la respuesta que necesitamos? ¿Comenzar en el mismo camino en el cual<br />
todos han caído, con la esperanza de que en ese momento crítico, puedas desarrollar<br />
la habilidad de controlarte? Dar<strong>le</strong> a los jóvenes este tipo de consejo, es como dar<strong>le</strong> a<br />
un individuo un carrito que esta descontrolado y enviarlo a una tienda l<strong>le</strong>na de <strong>las</strong><br />
más preciadas exposiciones de cristal. A expensas de los estrechos pasillos y de <strong>las</strong><br />
vitrinas adornadas con delicados platos, ¿Podríamos confiar en que la persona<br />
conducirá el carrito entre los pasillos, cuando realmente sabemos que siempre se sa<strong>le</strong><br />
del camino? No lo creo.<br />
Sin embargo, esto es exactamente lo que pretendemos en muchas de nuestras<br />
relaciones.<br />
Podemos apreciar a nuestro alrededor todos los intentos infructuosos, pero aún así<br />
rehusamos cambiar este carrito que l<strong>le</strong>va el nombre de <strong>citas</strong> románticas o noviazgo.<br />
Por un lado queremos permanecer en el camino correcto y servir a Dios, pero sin<br />
embargo, continuamos ejerciendo una práctica que a menudo nos l<strong>le</strong>va por la senda<br />
equivocada.<br />
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