Escuela de Ciencias Biológicas - Pontificia Universidad Católica del ...
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especímenes secos y más <strong>de</strong> 1 500<br />
preservados en alcohol.<br />
Tras su regreso, con 27 años,<br />
Darwin empezó a reflexionar y<br />
publicar sobre sus <strong>de</strong>scubrimientos<br />
y observaciones. Las preguntas<br />
empezaban a rondar su cabeza, algunas<br />
<strong>de</strong> ellas perturbadoras en el<br />
sentido <strong>de</strong> que retaban sus propias<br />
creencias. A medida que los especialistas<br />
se pronunciaban respecto a<br />
sus colecciones, estas preguntas se<br />
hacían más inquietantes.<br />
Sin embargo, otros asuntos eran<br />
igual <strong>de</strong> preocupantes. Todos los<br />
amigos <strong>de</strong> “Charlie” estaban casándose<br />
y formando familias. Cerca <strong>de</strong><br />
los 30, el joven naturalista no tuvo<br />
otra opción que remitirse a las evi<strong>de</strong>ncias<br />
y escribió una lista <strong>de</strong> pros y<br />
contras sobre el matrimonio. Entre<br />
las razones a favor <strong>de</strong>l matrimonio<br />
escribió: tener hijos (¡si eso complacía<br />
a Dios!), compañía constante<br />
(¡mejor que la <strong>de</strong> un perro <strong>de</strong> cualquier<br />
manera!), cariño y música,<br />
una esposa <strong>de</strong>licada y hermosa. Los<br />
contras eran: ya no tener libertad<br />
para ir don<strong>de</strong> quisiera, tener que ir a<br />
visitar a parientes, gordura y enfermedad,<br />
ansiedad y responsabilidad,<br />
menos dinero para libros.<br />
Tras reflexionar <strong>de</strong>cidió que<br />
quería encontrar a esa esposa <strong>de</strong>licada<br />
y hermosa. Pensó en su prima<br />
Emma Wedgwood. Siempre fueron<br />
buenos amigos y compañía en los<br />
juegos; a<strong>de</strong>más, era la hija <strong>de</strong> su tío<br />
querido y buen amigo Josh. Un mes<br />
más tar<strong>de</strong> y con la alegría <strong>de</strong> todos<br />
su familiares y amigos, Emma<br />
aceptó ser su esposa y diez semanas<br />
<strong>de</strong>spués, el 29 <strong>de</strong> enero <strong>de</strong> 1939, se<br />
casaron.<br />
Darwin no se había equivocado:<br />
estaba feliz con su matrimonio. Se<br />
refería a Emma con admiración,<br />
y <strong>de</strong>cía que ella era su superior en<br />
toda cualidad moral, y siempre se<br />
sorprendía que ella haya aceptado<br />
ser esposa. Emma no sólo se convirtió<br />
en su compañía y la madre<br />
sus hijos, fue, a<strong>de</strong>más, su amorosa<br />
34 Nuestra Ciencia n.º 12 (2010)<br />
enfermera ya que Charles sufría <strong>de</strong><br />
dolores <strong>de</strong> cabeza y molestias estomacales<br />
muy fuertes y frecuentes<br />
que incrementaban con cualquier<br />
tensión o emoción<br />
De los hijos, William fue el primero<br />
en llegar en 1939. El flamante<br />
padre estaba <strong>de</strong>leitado con su hijo y<br />
con la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> la paternidad. Como<br />
naturalista, claro, el <strong>de</strong>leite era aún<br />
mayor. Tenía en casa la oportunidad<br />
<strong>de</strong> ver a un primate juvenil <strong>de</strong><br />
cerca, así que inició un nuevo libro<br />
<strong>de</strong> notas y registró el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong><br />
su hijo <strong>de</strong> la misma <strong>de</strong>tallada ma-<br />
Emma Wedgwood, esposa <strong>de</strong> Charles.<br />
nera como lo había hecho con un<br />
bebé orangután que estudió a inicios<br />
<strong>de</strong>l mismo año en el Zoológico<br />
<strong>de</strong> Londres.<br />
Luego, en 1941, nació la primera<br />
<strong>de</strong> las hijas, Anne Elizabeth, la luz <strong>de</strong><br />
su vida. De ahí vinieron Mary Eleanor,<br />
Henrietta, George, Elizabeth,<br />
Francis, Leonard, Horace y Charlie.<br />
Así fue, Charles y Emma tuvieron<br />
diez hijos. Sin embargo, no todo fue<br />
alegría. Enterraron a Mary Eleanor<br />
tres semanas <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> su nacimiento;<br />
en 1851 perdieron a la adorada<br />
Annie y en 1856 uno <strong>de</strong> los temores<br />
respecto a sus hijos se convirtió en<br />
una realidad cuando pocos meses<br />
<strong>de</strong>spués <strong>de</strong>l nacimiento <strong>de</strong>l Charlie<br />
<strong>de</strong>scubrieron su retraso mental. Dichos<br />
hechos no hacían más que empeorar<br />
la salud <strong>de</strong> Charles.<br />
Estos tristes momentos fueron<br />
terribles para los Darwin. Sin embargo,<br />
la muerte <strong>de</strong> sus niños fue<br />
tomada <strong>de</strong> diferente manera por<br />
ambos. Para Emma, era una amarga<br />
prueba <strong>de</strong> su fe, esa misma fe<br />
que proveería consolación. Para<br />
Charles, la enfermedad y muerte <strong>de</strong><br />
sus hijos era la <strong>de</strong>mostración <strong>de</strong> las<br />
crueles y caprichosas leyes <strong>de</strong> la naturaleza<br />
en cada ser vivo.<br />
En su tristeza, pero también<br />
en su afán <strong>de</strong> recolectar toda evi<strong>de</strong>ncia<br />
para sustentar sus i<strong>de</strong>as y<br />
fortificar su reputación, Charles se<br />
vio inmerso en su trabajo. Revisó y<br />
analizó las notas que por años había<br />
acumulado sobre la variación <strong>de</strong><br />
las plantas y los animales. Muchas<br />
<strong>de</strong> sus preguntas fueron enviadas a<br />
eminentes científicos <strong>de</strong>ntro y fuera<br />
<strong>de</strong> Inglaterra; y, no contento con<br />
las respuestas, hacía sus propios experimentos<br />
y observaciones, en los<br />
que incluía como ayudantes a sus<br />
sirvientes, hijos y vecinos.<br />
Su vida familiar transcurría<br />
en medio <strong>de</strong> una sosegada rutina.<br />
Darwin se levantaba muy temprano<br />
y daba un paseo antes <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sayuno;<br />
trabajaba en la mañana durante hora<br />
y media, tomaba un <strong>de</strong>scanso y volvía<br />
a sus libros antes <strong>de</strong>l almuerzo,<br />
a la una. Antes <strong>de</strong> reiniciar su trabajo<br />
a media tar<strong>de</strong> leía y respondía<br />
la correspon<strong>de</strong>ncia u oía a su esposa<br />
leer una novela. Trabajaba una hora<br />
más y en la noche, luego <strong>de</strong> la cena,<br />
jugaba backgammon con Emma.<br />
Como recolector <strong>de</strong> datos, Charles<br />
llevaba registro <strong>de</strong> los juegos <strong>de</strong> los<br />
cuales Emma había ganado 2 490 y<br />
Charles 2 795.<br />
A pesar <strong>de</strong> todo su trabajo y<br />
sus molestias físicas, Charles nunca<br />
<strong>de</strong>jó <strong>de</strong> ser un padre amoroso y<br />
paciente. No le molestaban las interrupciones<br />
en su <strong>de</strong>spacho y jugaba<br />
con sus hijos cuando su salud se lo<br />
permitía.<br />
Su preocupación principal era la<br />
publicación <strong>de</strong> sus i<strong>de</strong>as revolucionarias.<br />
Para 1844, Darwin estaba