13.05.2013 Views

Harry Potter and The Deathly Hallows - Gif Animados

Harry Potter and The Deathly Hallows - Gif Animados

Harry Potter and The Deathly Hallows - Gif Animados

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

CAPÍTULO 17. EL SECRETO DE BATHILDA 198<br />

suelo al techo. <strong>Harry</strong> sintió un ardor en la parte de atrás de la cabeza. El cristal le cortó el<br />

cuello mientras arrastraba a Hermione con él. Saltó de la cama al tocador roto y después<br />

sin titubear por la ventana destrozada hacia la nada. El grito de Hermione reververó a<br />

través de la noche mientras se retorcían en medio del aire.<br />

Y entonces su cicatriz se abrió de golpe y él fue Voldemort y estaba corriendo a<br />

través del fétido dormitorio, sus largas manos blancas agarraban el alféizar de la ventana<br />

mientras veía al hombre medio calvo y a la mujer pequeña retorcerse y desaparecer, y<br />

gritó de rabia, un grito que se entremezcló con los de la chica, que resonó a través de los<br />

oscuros jardines sobre las campanas de la iglesia que tocaban señal<strong>and</strong>o el día de Navidad.<br />

Y su grito fue el grito de <strong>Harry</strong>, su dolor fue el dolor de <strong>Harry</strong>... lo que podría haber<br />

pasado aquí, donde había ocurrido antes... aquí a la vista de esa casa donde había estado<br />

tan cerca de saber lo que era morir... morir... El dolor era tan terrible... desgarraba su<br />

cuerpo... Pero si no tenía ningún cuerpo, por qué la cabeza le dolía tanto; si estaba<br />

muerto, cómo podía sentir algo tan insoportable, no podía, cesaría con la muerte, no<br />

podría seguir...<br />

La noche era húmeda y ventosa, dos niños disfrazados de calabazas caminaban bamboleándose<br />

a través de la plaza, y los escaparates estaban cubiertos de arañas de papel,<br />

todos adornos muggle de mal gusto de un mundo en el cual no creían... Y él se deslizaba<br />

hacia delante, con esa sensación de resolución y poder y corrección que siempre sentía en<br />

estas ocasiones... no furia... que era para almas más débiles que las de él... sino triunfo,<br />

aunque... había anhelado esto, lo había esperado...<br />

“¡Bonito disfraz, señor!”<br />

Vio la sonrisa del pequeño niño vacilar cu<strong>and</strong>o se acercó lo suficiente como para ver<br />

bajo la capucha de la capa, vio el miedo nublar su cara pintada: Entonces el niño se giró y<br />

huyó... Bajo la túnica sostenía el mango de su varita... Un movimiento simple y el niño<br />

nunca alcanzaría a su madre... pero era innecesario, realmente innecesario...<br />

Y recorrió una calle nueva y más oscura, y ahora su destino estaba a la vista a fin de<br />

cuentas, el Encantamiento Fidelius roto, aunque ellos no lo supieran aún... E hizo menos<br />

ruido que las hojas muertas, rept<strong>and</strong>o sobre el pavimento hasta llegar al nivel del oscuro<br />

seto y miraba por encima de él.<br />

No habían corrido las cortinas, los veía muy cariñosos en su pequeño salón, el hombre<br />

alto de pelo negro con sus gafas, haciendo que ráfagas de humo de colores salieran de<br />

su varita para diversión del pequeño de pelo negro en su pijama azul. El niño se reía y<br />

trataba de coger el humo, agarrándolo en su pequeño puño.<br />

Una puerta se abrió y la madre entró, pronunci<strong>and</strong>o palabras que él no podía oír, su<br />

largo pelo rojo oscuro le caía sobre la cara. Ahora el padre cogía en brazos al hijo, y se lo<br />

entregaba a la madre. Arrojó su varita al sofá y se desperezó, bostez<strong>and</strong>o.<br />

La verja rechinó un poco cu<strong>and</strong>o la abrió, pero James <strong>Potter</strong> no lo oyó. Su mano<br />

blanca aferró la varita bajo su capa y apuntó a la puerta, la cual se abrió de golpe.<br />

Estaba en el umbral cu<strong>and</strong>o James llegó corriendo al vestíbulo. Fue fácil, demasiado<br />

fácil, ni siquiera había recogido su varita.<br />

“¡Lily, coge a <strong>Harry</strong> y vete! ¡Es él! ¡Vete! ¡Huye! ¡Le retendré!”<br />

¡Retenerle, sin una varita en la mano! ... Se rió antes de lanzar la maldición.<br />

“¡Avada Kedavra!”<br />

La luz verde llenó el estrecho vestíbulo, dibuj<strong>and</strong>o la silueta del cochecito de niño

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!