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EL SONIDO DE UN
VEHÍCULO, ADEMÁS
DE INFORMAR Y
PREVENIR, ES UNA
SEÑA DE IDENTIDAD
dedican mucho tiempo los fa bricantes.
Según el director de Marketing de
TomTom, Ángel Se villano, “se emiten
mensajes cortos y precisos con voces claras,
amistosas y neutr as, que no cansen
ni distraigan ni creen confusión”.
LOS CAZA-RUIDOS. Al mismo tiempo
que multiplican los sonidos , los fa bricantes
trabajan para conseguir vehículos
silenciosos o sonidos car acterísticos.
Audi, por ejemplo , tiene un equipo
‘caza-ruidos‘ par a evitar sonidos
molestos, vibraciones o crujidos. Utiliza
dummies
con micrófo-
nos, mete los
vehículos en
cámaras climáticas
o los
lleva al Ártico,
donde los someten
a 40
grados bajo
cero para estudiar
la pérdida
de elasticidad
del plástico o
el cambio de
los coeficientes
de fricción.
Sin embargo,
F errari
emplea dinero
y esfuerzos en
conseguir un
sonido carac-
Ojo con la
música
Con la música, aumenta el
pulso cardíaco y la actividad
cerebral se acelera. Para la
conducción, lo más importante
es el ritmo, que puede inducir
a correr, y el volumen, que
aumenta la distracción y el
tiempo de reacción. Según investigaciones
de la Universidad
de Dortmund (Alemania),
con la música pop se corre
más que con la música clásica.
Hay excepciones. La Cabalgata
de las Valquirias, de
Wagner, puede ser una de las
más peligrosas para conducir.
terístico. Según F ederico García, jefe
de Prensa del Club F errari, “sus vehículos
tienen un sonido pr opio que va
cambiando según aumenta la v elocidad
y suenan diferente dentro y fuera. Es un
sonido casi de Fórmula 1”.
Citroën también b usca un sonido
especial para cada modelo . Según su
responsable técnico, Pedro Gómez,
“las informaciones sonoras son polif ónicas
o estándar según el segmento . Y
los sonidos de aler tas son diferentes de
los informativos”. Existe una r eglamentación
a seguir. ◆
A través de la piel se percibe el vehículo y la vía
En la conducción, son
nuestras manos y
nuestros pies las herramientas
que ejecutan
las ór denes y nos conectan
al vehículo.
A través de nuestra piel
percibimos las vibraciones, la
amortiguación y también la
carretera por la que rodamos.
La dureza del pavimento, los
baches y el deslizamiento.
Una vibración nos puede
poner sobre aviso de una rueda
pinchada, un problema en
la dirección o un derr ape. Lo
que percibimos a través de la
piel nos s irve para prevenir.
Según una investigación de la
TRÁFICO Y SEGURIDAD VIAL 14 Nº 205 / 2010
Cuestión de tacto
Universidad de Harv ard, el
sentido del tacto , que es el
primero que se desarr olla,
puede ejercer influencia sobre
la co gnición, es decir, sobre
cómo pr ocesamos la información
que nos llega a
través de los sentidos.
Elena Valdés, asesor médico
de la DGT , recuerda que
“hay patologías neur ológicas
o complicaciones de otr as enfermedades
que restan sensibilidad
a las e xtremidades y
afectan a la conducción”. En
este caso puede ser necesario
utilizar mandos adaptados.
Algunos elementos de seguridad
utilizan este sentido