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El Arte de bendecir. Para vivir espiritualmente la vida cotidiana

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116 EL ARTE DE BENDECIR<br />

mente a este pensamiento durante quince minutos, sin que<br />

ni él ni yo abriéramos <strong>la</strong> boca. Luego, l<strong>la</strong>mé <strong>de</strong> nuevo al<br />

guardián y le or<strong>de</strong>né que <strong>de</strong>jase salir al prisionero <strong>de</strong> su<br />

celda para que se <strong>la</strong>vara y se cambiara, que le pusiera <strong>de</strong><br />

nuevo <strong>la</strong> cama en su celda y que volviera a cerrar» 2 .<br />

Al día siguiente, el <strong>de</strong>tenido estaba profundamente<br />

transformado. Se mostró «amable y cumplidor <strong>de</strong>l reg<strong>la</strong>mento».<br />

Después, fue juzgado por <strong>la</strong>s heridas que había<br />

ocasionado días antes a un compañero y fue con<strong>de</strong>nado a<br />

dos años <strong>de</strong> reclusión en una cárcel civil. <strong>El</strong> oficial recibió<br />

más tar<strong>de</strong> una carta en <strong>la</strong> que el <strong>de</strong>tenido en cuestión agra<strong>de</strong>cía<br />

al personal <strong>de</strong> su antigua prisión todo lo que habían<br />

hecho por él. Aquel hombre, que había llegado ardiendo en<br />

cólera y odio, se había transformado en un hombre nuevo,<br />

porque alguien había afirmado y mantenido <strong>espiritualmente</strong><br />

y con total convicción <strong>la</strong> perfección que estaba oculta<br />

en él.<br />

Pero el caso más l<strong>la</strong>mativo que conozco es el <strong>de</strong> un<br />

practicante <strong>de</strong> <strong>la</strong> sanación espiritual, <strong>de</strong> Ruanda, que sólo<br />

con <strong>la</strong> fuerza <strong>de</strong>l Espíritu, con <strong>la</strong> comprensión <strong>de</strong> <strong>la</strong> naturaleza<br />

espiritual <strong>de</strong>l hombre (a pesar <strong>de</strong> <strong>la</strong>s apariencias<br />

realmente contrarias) y con su seguridad inquebrantable en<br />

<strong>la</strong> superioridad <strong>de</strong> <strong>la</strong> ley espiritual sobre cualquier obstáculo<br />

material, llegó a <strong>de</strong>sarmar a una banda que había entrado<br />

<strong>de</strong> noche en su casa para matarle a él y a toda su familia.<br />

Escuchemos al narrador <strong>de</strong> este suceso, ocurrido en<br />

1994.<br />

«Una noche, a eso <strong>de</strong> <strong>la</strong>s dos <strong>de</strong> <strong>la</strong> madrugada, en<br />

plena guerra civil, entró en mi casa una banda armada.<br />

Cuando me <strong>de</strong>sperté para ver qué pasaba, me di <strong>de</strong> bruces<br />

con ellos en el pasillo. Estaban armados <strong>de</strong> fusiles y bayo-<br />

2. Cf. La Science Chrétienne, un siécle <strong>de</strong> guérisons. Christian Science<br />

Publishing Society, Boston 1966, pp. 126-128.<br />

INVIERTE LAS APARIENCIAS 117<br />

netas. Yo, <strong>de</strong> Verdad y <strong>de</strong> Amor. Como me mostraban sus<br />

armas para asustarme, un primer pensamiento me iluminó<br />

como si fuera un rayo y <strong>de</strong>struyó todo el miedo que empezaba<br />

a invadir mi pensamiento. <strong>El</strong> Amor y <strong>la</strong> Vida son<br />

in<strong>de</strong>structibles y permanentes. ¡Yo soy el pensamiento <strong>de</strong><br />

<strong>la</strong> Vida, Dios in<strong>de</strong>structible en <strong>la</strong> Vida, permanente en el<br />

ser! No hay más que una so<strong>la</strong> y única Vida, Dios invisible,<br />

no dos o varias <strong>vida</strong>s diversas. Esa Vida, que es infinita, es<br />

<strong>la</strong> <strong>vida</strong> <strong>de</strong> los que se dicen asesinos y mi <strong>vida</strong> y <strong>la</strong> <strong>de</strong> mi<br />

familia». <strong>El</strong> ser humano tendrá que mantener durante<br />

muchas horas su trabajo con estas afirmaciones basadas en<br />

su convicción inarrancable <strong>de</strong> que existen leyes espirituales<br />

que permiten hacer frente a cualquier situación y resolver<strong>la</strong><br />

armoniosamente mediante <strong>la</strong> fuerza <strong>de</strong> <strong>la</strong> verdad.<br />

En varias ocasiones hubo instantes en que el <strong>de</strong>sastre<br />

parecía inminente. Así, en un momento <strong>de</strong>terminado, cuando<br />

una <strong>de</strong> sus hijas se echó a llorar, el jefe <strong>de</strong> <strong>la</strong> banda dio<br />

or<strong>de</strong>n <strong>de</strong> matar<strong>la</strong>. Sin pronunciar ni una so<strong>la</strong> pa<strong>la</strong>bra en voz<br />

alta, el practicante afirmó inmediatamente en su interior<br />

que el soldado que había recibido <strong>la</strong> or<strong>de</strong>n <strong>de</strong> matar era un<br />

hijo perfecto <strong>de</strong>l Amor divino. «IM ley <strong>de</strong>l Amor está presente<br />

aquí, contro<strong>la</strong> esta situación y gobierna a todos y<br />

cada uno». Inmediatamente, el hombre que ya había levantado<br />

su bayoneta para matar a <strong>la</strong> niña interrumpió su<br />

acción.<br />

Pero continuemos con el re<strong>la</strong>to: «Cada instante <strong>de</strong><br />

aquel<strong>la</strong> prueba era precioso para mí. No me permitía ninguna<br />

distracción mental que me llevara a ver el problema<br />

en el p<strong>la</strong>no material. Mantenía sin cesar mi pensamiento<br />

únicamente en <strong>la</strong> verda<strong>de</strong>ra realidad espiritual... Pasada<br />

una media hora <strong>de</strong> trabajo (espiritual), aquellos hombres<br />

se calmaron, como si sintieran el Amor que nosotros reflejábamos.<br />

A continuación, abandonando <strong>la</strong> habitación don<strong>de</strong><br />

estábamos, el jefe l<strong>la</strong>mó a los suyos al salón. Tuve tiem-

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