15.05.2013 Views

El Arte de bendecir. Para vivir espiritualmente la vida cotidiana

El Arte de bendecir. Para vivir espiritualmente la vida cotidiana

El Arte de bendecir. Para vivir espiritualmente la vida cotidiana

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

122 EL ARTE DE BENDECIR<br />

comprendido alguna vez lo que significa el hecho <strong>de</strong> que el<br />

Principio <strong>de</strong> armonía y <strong>de</strong> amor infinito que dirige esta<br />

asombrosa sinfonía que l<strong>la</strong>mamos el universo se preocupa<br />

directamente <strong>de</strong> tu felicidad, y nunca te <strong>de</strong>jará antes <strong>de</strong> que<br />

tú lo hayas integrado? ¿Que su responsabilidad se ha comprometido<br />

por el simple hecho <strong>de</strong> que tú existes, y que<br />

cumplirá con el<strong>la</strong> hasta <strong>la</strong>s últimas consecuencias?<br />

Entonces, ¡no te olvi<strong>de</strong>s <strong>de</strong> ben<strong>de</strong>cirte a ti mismo!<br />

Recuerda que, sea cual sea <strong>la</strong> imagen que puedas tener <strong>de</strong><br />

ti mismo, existe en el fondo <strong>de</strong> tu ser un espacio <strong>de</strong> belleza<br />

infinita, <strong>de</strong> reposo y <strong>de</strong> perdón absoluto e incondicional,<br />

un espacio <strong>de</strong> bondad sin límites y <strong>de</strong> calma in<strong>de</strong>structible,<br />

<strong>de</strong> alegría que danza y <strong>de</strong> <strong>vida</strong> que juega, <strong>de</strong> visión sin<br />

fronteras y <strong>de</strong> abundancia infinita. Y ese espacio constituye<br />

tu i<strong>de</strong>ntidad profunda, tu Ser verda<strong>de</strong>ro. Somos hijos <strong>de</strong><br />

<strong>la</strong> luz, y lo seremos siempre, sea cual sea <strong>la</strong> oscuridad que<br />

hayamos soportado en nuestra <strong>vida</strong> o que experimentemos<br />

quizá en este mismo momento.<br />

Entonces, bendice a esa persona maravillosa que eres tú<br />

en tu verda<strong>de</strong>ra naturaleza (y que tal vez sea muy diferente<br />

<strong>de</strong> <strong>la</strong> apariencia exterior, <strong>de</strong> <strong>la</strong> máscara que <strong>la</strong> mayoría<br />

<strong>de</strong> nosotros llevamos puesta). No podrás amar <strong>de</strong> verdad a<br />

tu prójimo mientras no hayas aprendido a amarte a ti<br />

mismo; y el ben<strong>de</strong>cirse uno a sí mismo es uno <strong>de</strong> los recursos<br />

privilegiados <strong>de</strong> dicho aprendizaje.<br />

Durante muchos años, cada vez que yo cometía un<br />

error o una torpeza, o hacía una tontería (romper un p<strong>la</strong>to,<br />

ol<strong>vida</strong>rme <strong>de</strong> algo importante, etc.), me «mal<strong>de</strong>cía», tratándome<br />

a mí mismo <strong>de</strong> imbécil, <strong>de</strong> atolondrado, <strong>de</strong> cretino,<br />

etc., hasta el día en que constaté que esa actitud <strong>de</strong><br />

autocon<strong>de</strong>na no hacía más que reforzar mis viejos programas<br />

subconscientes. Entonces, un buen día, <strong>de</strong>cidí simple-<br />

como algo para contener a <strong>la</strong> gente «en su sitio» mediante el miedo;<br />

¡como si el Amor pudiera castigar!).<br />

SOBRE TODO, NO OLVIDES LA POSDATA 123<br />

mente invertir el proceso y empecé a ben<strong>de</strong>cirme. Ahora, si<br />

cometo una torpeza, si rompo algo, me bendigo por mi<br />

habilidad y mi <strong>de</strong>streza; si me olvido <strong>de</strong> algo, me bendigo<br />

por mi perfecta memoria; si me irrito, me bendigo por mi<br />

calma; etc. Y como me con<strong>de</strong>no menos a mí mismo, también<br />

con<strong>de</strong>no menos a los <strong>de</strong>más.<br />

Arnaud Desjardins, fundador <strong>de</strong>l ashram <strong>de</strong> Hauteville<br />

(Francia), ha escrito un artículo con un título espléndido,<br />

«La <strong>vida</strong> nos ama, absolutamente, en cada instante», don<strong>de</strong><br />

subraya que, en el fondo <strong>de</strong> nosotros mismos, somos ya<br />

aquello en lo que aspiramos a convertirnos. Sólo una falsa<br />

visión <strong>de</strong> nosotros mismos (y <strong>de</strong> los <strong>de</strong>más, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> luego)<br />

nos impi<strong>de</strong> tomar conciencia <strong>de</strong> ello. Desjardins subraya<br />

que <strong>de</strong>masiado a menudo no hemos sido aceptados totalmente<br />

como niños, porque para respon<strong>de</strong>r a los <strong>de</strong>seos <strong>de</strong><br />

nuestros padres (que proyectaban en nosotros <strong>la</strong> imagen <strong>de</strong><br />

lo que ellos querían que fuésemos) <strong>de</strong>beríamos haber sido<br />

distintos <strong>de</strong> lo que éramos espontáneamente. Esto creó en<br />

nosotros una división y ese juicio negativo que con <strong>de</strong>masiada<br />

frecuencia formu<strong>la</strong>mos (a veces inconscientemente)<br />

sobre nosotros mismos. «Hay en nosotros una extraña exigencia<br />

-extraña <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el punto <strong>de</strong> vista <strong>de</strong> <strong>la</strong> sabiduría y<br />

<strong>de</strong> nuestro verda<strong>de</strong>ro bien, pero perfectamente comprensible<br />

<strong>de</strong>s<strong>de</strong> el punto <strong>de</strong> vista <strong>de</strong> <strong>la</strong> psicología-, una exigencia<br />

<strong>de</strong> ser distintos <strong>de</strong> lo que somos. Porque nos exigimos<br />

a nosotros mismos, y se nos exigió, cuando éramos niños,<br />

ser distintos <strong>de</strong> lo que éramos: un rechazo <strong>de</strong> nuestra verdad.<br />

¡Y eso es un callejón sin salida!».<br />

Arnaud Desjardins dice que ha llegado a <strong>la</strong> conclusión<br />

<strong>de</strong> que el mensaje más importante que él pue<strong>de</strong> hoy compartir<br />

es «que <strong>la</strong> Vida nos ama absolutamente. Es el<strong>la</strong> <strong>la</strong><br />

que nos ha creado y <strong>la</strong> que nos anima. Nosotros somos una<br />

expresión <strong>de</strong> esa Vida sobreabundante. Dios nos ama<br />

incondicionalmente. Si una educación religiosa un tanto<br />

severa nos convenció <strong>de</strong> que aquí y ahora, en mi pecado,

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!