15.05.2013 Views

El Arte de bendecir. Para vivir espiritualmente la vida cotidiana

El Arte de bendecir. Para vivir espiritualmente la vida cotidiana

El Arte de bendecir. Para vivir espiritualmente la vida cotidiana

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

130<br />

EL ARTE DE BENDECIR<br />

<strong>de</strong> encontrar <strong>la</strong> verda<strong>de</strong>ra felicidad es seguir <strong>la</strong>s gran<strong>de</strong>s<br />

leyes <strong>de</strong>l universo, algunas <strong>de</strong> <strong>la</strong>s cuales hemos comentado<br />

en este libro. (Es interesante advertir que el sentido original<br />

<strong>de</strong> <strong>la</strong> pa<strong>la</strong>bra «pecar» significa fal<strong>la</strong>r, errar el golpe: es<br />

un término tomado <strong>de</strong>l tiro con arco).<br />

Siente que llegas interiormente a esa constatación.<br />

Constata cómo el padre (o <strong>la</strong> madre, si ello significa más<br />

para ti) corre a tu encuentro y te da un inmenso abrazo.<br />

Hazte consciente <strong>de</strong> tu extrañeza y admiración profunda al<br />

constatar que él/el<strong>la</strong> no tiene ni una so<strong>la</strong> pa<strong>la</strong>bra <strong>de</strong> con<strong>de</strong>na<br />

para ti. Observa el brillo luminoso <strong>de</strong> sus ojos: un<br />

amor incondicional tan radical que borra en ti todo residuo<br />

<strong>de</strong> autocon<strong>de</strong>na que hayas podido mantener en cualquier<br />

tiempo u ocasión. Siente cómo te va quitando tus viejos<br />

harapos sucios y malolientes <strong>de</strong> culpabilidad y se los entrega<br />

a un criado, que va a quemarlos en una gran hoguera<br />

cercana. Siente cómo el vestido b<strong>la</strong>nco <strong>de</strong> pura seda se <strong>de</strong>sliza<br />

sobre tu piel, ese vestido que representa tu inocencia<br />

básica, ontológica, <strong>la</strong> <strong>de</strong> una conciencia que nunca ha<br />

conocido <strong>la</strong> experiencia <strong>de</strong> <strong>la</strong> «caída», porque jamás ha<br />

abandonado real y verda<strong>de</strong>ramente <strong>la</strong> presencia <strong>de</strong>l Amor<br />

infinito, aun cuando su mente, su ego, se haya extraviado<br />

por montes y valles.<br />

Oye cómo el padre/<strong>la</strong> madre te dicen: «Yo nunca te he<br />

visto sino como totalmente inocente. Lo único que se marchó<br />

fue el pequeño ego humano. No hay con<strong>de</strong>na alguna...<br />

Tu verda<strong>de</strong>ro ser no ha abandonado nunca mi presencia.<br />

Lo que ahora está sucediendo no es realmente un retorno,<br />

sino un <strong>de</strong>spertar a tu propia i<strong>de</strong>ntidad, a tu verda<strong>de</strong>ro sitio.<br />

No hay nada en todo el universo que pueda separarte <strong>de</strong><br />

mí, <strong>de</strong>l Amor infinito que constituye <strong>la</strong> sustancia misma <strong>de</strong><br />

tu ser».<br />

Concluye este ejercicio sintiendo simplemente <strong>la</strong> totalidad<br />

<strong>de</strong>l Amor infinito, omnipresente, y medita unos<br />

SOBRE TODO, NO OLVIDES LA POSDATA 1 3 1<br />

momentos sobre esta admirable verdad: <strong>El</strong> perdón <strong>de</strong>l<br />

Amor es prospectivo. Este perdón se extien<strong>de</strong> hacia el<br />

futuro, lo mismo que borra el pasado, porque en <strong>la</strong> conciencia<br />

<strong>de</strong>l Amor infinito no existe el tiempo, no hay más<br />

que <strong>la</strong> conciencia <strong>de</strong> <strong>la</strong> felicidad perfecta <strong>de</strong>l instante presente.<br />

Todo el que se compromete en este camino <strong>de</strong> búsqueda<br />

espiritual vive esta parábo<strong>la</strong> varias veces al día. Unas<br />

veces somos el hijo pródigo: cada vez que nuestro pensamiento<br />

cae en <strong>la</strong> trampa <strong>de</strong> <strong>la</strong>s apariencias superficiales o<br />

<strong>de</strong> <strong>la</strong>s emociones y pensamientos negativos. Otras veces<br />

somos el hermano mayor, tan atrapado por su contabilidad<br />

espiritual que se ol<strong>vida</strong> <strong>de</strong> que está en presencia <strong>de</strong>l Amor<br />

infinito, que hace ridículo e inútil todo cálculo contable<br />

(«Hoy no he hecho hoy tal o cual oración... no he hecho mi<br />

media hora <strong>de</strong> meditación... no he respetado mi ayuno... no<br />

he leído mis textos sagrados... no he <strong>de</strong>sgranado mi rosario...).<br />

Hay otras ocasiones en que también somos el padre/<strong>la</strong><br />

madre que ama sin condiciones.<br />

A <strong>la</strong> mayoría <strong>de</strong> <strong>la</strong>s personas les será útil hacer este<br />

ejercicio varias veces. Y si tú eres una <strong>de</strong> esas escasas personas<br />

que no sienten ningún residuo <strong>de</strong> autocon<strong>de</strong>na, haz<br />

este ejercicio pensando en alguien <strong>de</strong> tu entorno que pueda<br />

aprovecharse <strong>de</strong> él.<br />

Un último comentario sobre esta parábo<strong>la</strong>. No es en<br />

absoluto monopolio <strong>de</strong> los cristianos. En su origen, ni<br />

siquiera es una parábo<strong>la</strong> «cristiana» (en el sentido confesional<br />

restringido <strong>de</strong> <strong>la</strong> pa<strong>la</strong>bra), ya que <strong>la</strong> inventó un profeta<br />

judío errante <strong>de</strong> hace dos mil años, cuando todavía no<br />

existía el adjetivo «cristiano». Lis, en el sentido más noble<br />

<strong>de</strong> <strong>la</strong> pa<strong>la</strong>bra, una representación mitológica o simbólica <strong>de</strong><br />

<strong>la</strong> condición humana. Cualquier persona pue<strong>de</strong> empren<strong>de</strong>r<br />

<strong>la</strong> visualización que hemos sugerido, sea musulmana,<br />

zoroastrista, budista, hinduista, etc.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!