El Modelo español de Coordinación y Trasplantes - Organización ...
El Modelo español de Coordinación y Trasplantes - Organización ...
El Modelo español de Coordinación y Trasplantes - Organización ...
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
EL MODELO ESPAÑOL DE COORDINACIÓN Y TRASPLANTES<br />
Prensa, donación y trasplantes. Manejo <strong>de</strong> las situaciones <strong>de</strong> crisis<br />
Vaya por <strong>de</strong>lante mi <strong>de</strong>cidida convicción<br />
genérica <strong>de</strong> que los mensajes lacrimógenos<br />
centrados específicamente en la situación <strong>de</strong><br />
angustia personal <strong>de</strong> alguien atado a una<br />
máquina o a punto <strong>de</strong> morir si no encuentra<br />
a tiempo un órgano a<strong>de</strong>cuado, no sólo no<br />
sirven para mucho, sino que incluso suelen<br />
ser contraproducentes. Al menos si no van<br />
acompañados <strong>de</strong> algún resquicio positivo<br />
que <strong>de</strong>je una puerta abierta a la esperanza.<br />
Las imágenes <strong>de</strong> niños o adultos en situación<br />
<strong>de</strong> extrema urgencia, con llamamientos<br />
<strong>de</strong>sesperados <strong>de</strong> los familiares transmiten<br />
varias impresiones, casi ninguna <strong>de</strong> ellas favorable<br />
al fin que se va buscando:<br />
• Resultan objetivamente inútiles para el<br />
caso concreto que se preten<strong>de</strong> solventar,<br />
ya que parece poco probable que<br />
los familiares <strong>de</strong> algún posible donante<br />
recién fallecido o a punto <strong>de</strong> hacerlo<br />
entretengan sus horas viendo la televisión<br />
o leyendo <strong>de</strong>tenidamente la prensa.<br />
• Transmiten una falsa imagen <strong>de</strong> improvisación<br />
y excepcionalidad que no se<br />
correspon<strong>de</strong> en absoluto con la realidad<br />
<strong>de</strong> una red <strong>de</strong> profesionales sanitarios<br />
encargados <strong>de</strong> la <strong>de</strong>tección, mantenimiento<br />
y consecución final <strong>de</strong> las<br />
donaciones con in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> la<br />
necesidad concreta.<br />
• Representan una presión peligrosa a<br />
favor <strong>de</strong> <strong>de</strong>terminado enfermo que no<br />
siempre es el más necesitado ni el que<br />
según los criterios establecidos <strong>de</strong> adjudicación<br />
<strong>de</strong> órganos sería el primer<br />
beneficiario en caso <strong>de</strong> producirse la<br />
donación. Parece claro que la mayor facilidad<br />
<strong>de</strong> acceso a los medios <strong>de</strong> comunicación<br />
difícilmente pue<strong>de</strong> consi<strong>de</strong>rarse<br />
como un factor a pon<strong>de</strong>rar en<br />
la distribución <strong>de</strong> órganos.<br />
• Proporciona a la población una serie <strong>de</strong><br />
sensaciones que comienzan por la angustia<br />
que produce una situación <strong>de</strong>sesperada,<br />
continúan por la impotencia<br />
ante algo que no pue<strong>de</strong>n solventar (le<br />
están pidiendo nada menos que su hígado<br />
o su corazón), y finaliza por un sentimiento<br />
<strong>de</strong> rabia contra el sistema, contra<br />
la administración o contra el mundo<br />
por no solucionar inmediatamente el<br />
problema y en lugar <strong>de</strong> ello, traspasárselo<br />
al seno <strong>de</strong> su intimidad familiar.<br />
• Finalmente el drama pue<strong>de</strong> acabar <strong>de</strong><br />
varias maneras: a veces (la mayoría) se<br />
soluciona favorablemente tras la consecución<br />
<strong>de</strong> un donante a<strong>de</strong>cuado. Entonces<br />
todo el mundo consi<strong>de</strong>ra que ha<br />
sido gracias a la prensa y a pesar <strong>de</strong>l sistema<br />
sanitario (lo que ciertamente no<br />
es muy edificante). En otras ocasiones<br />
por <strong>de</strong>sgracia, el paciente fallece, lo cual<br />
incrementa la frustración e impotencia<br />
que <strong>de</strong>scribíamos antes.<br />
Po<strong>de</strong>mos <strong>de</strong>cir por tanto que estos llamamientos<br />
son cuando menos poco prácticos.<br />
Pero es que a<strong>de</strong>más resultan radicalmente<br />
injustos. Las situaciones <strong>de</strong> urgencia hepática<br />
o cardíaca susceptibles <strong>de</strong> beneficiarse<br />
<strong>de</strong> un trasplante (las llamadas Urgencias 0)<br />
están perfectamente <strong>de</strong>finidas en cuanto a<br />
sus características clínicas para ser consi<strong>de</strong>radas<br />
como tales e inscritas en la lista <strong>de</strong> espera<br />
nacional, tal como se explicó en el capítulo<br />
correspondiente. Cuando esto ocurre<br />
(y sólo entonces) el enfermo tiene acceso al<br />
primer hígado o corazón que surja <strong>de</strong>ntro<br />
<strong>de</strong>l territorio nacional con los únicos condicionantes<br />
<strong>de</strong> la compatibilidad <strong>de</strong> tamaño y<br />
grupo sanguíneo. Esta situación sucedió el<br />
año 2004 nada menos que 216 veces, es<br />
<strong>de</strong>cir, una media <strong>de</strong> cuatro a la semana y<br />
como fácilmente pue<strong>de</strong> compren<strong>de</strong>rse, muchísimas<br />
más que las que salieron a los medios<br />
<strong>de</strong> comunicación.<br />
La pregunta es ahora: ¿Por qué unas sí y<br />
otras no? Cada caso es un mundo, pero por<br />
<strong>de</strong>sgracia aquéllos que más suenan suelen<br />
228