Año 9, t. 11, 5a. entrega (1901) - Publicaciones Periódicas del ...

Anales de la Universidad 853
Si la citación ha sido hecha en forma y desobedecida, ó si citado el
prevenido no concurriese á la audiencia que se le señalase ó dentro
del término, sin motivo suficiente que se justifique, se decretará su detención.
Es entonces que el inculpado se ha resistido á comparecer ó
ha hecho caso omiso del mandato judicial. Luego, pues, no tiene derecho
á una idéntica consideración, y el Juez tiene como una presunción
de que el inculpado ha de huir, haciéndose más sospechoso de criminalidad.
Por otra parte, fuera de temerse que siendo ineficaz una
nueva citación degenerase en lo ridículo é irrisorio.
Puede suceder que el inculpado no tenga residencia fija. En este
supuesto, difícilmente recibiría ninguna citación. Hay en tal circunstancia,
evidente utilidad en que de inmediato sea habido y conducido
á la presencia judicial, evitándose trámites frustráneos que
demorarían por tiempo indefinido la comparecencia de quien fácilmente
podría sustraerse á toda citación no sujetándose á paradero alguno.
Lo mismo que á los inculpados, deben los jueces mandar comparecer
para ser oídos á cualesquiera individuos contra los que resulten en
autos algunos indicios de culpabilidad, tratándose de delitos ó faltas
que deben ser juzgados de oficio; de este modo se hará justicia más
impersonal y por tanto menos sospechosa de parcialidad.
El objeto de la citación y de la detención, cuando procede, es que
el presunto reo sea oído sobre lo que se le imputa, hemos dicho.
Pero de sus deposiciones puede resultar comprobada su participación
en el delito ó falta, ó puede no resultar sino su inocencia ó nada
que modifique su situación normal. En el primer supuesto, y si ha de
recaer pena de prisión, de penitenciaría ó de muerte, corresponderá su
prisión preventiva; en caso de no corresponder esas penas, pero sí otras
que no sean corporales ó de naturaleza aflictiva como ellas, y en los
demás supuestos, se le pondrá en libertad inmediata, sin perjuicio de
la pena que deba imponérsele finalmente.
TITULO X
CAPÍTULO
ÚNICO
De la detención
Artículo 139—Ningún oriental ni extranjero podrá ser
detenido sino en los casos y en la forma que las leyes prescriban.
Conc.: art. 139 de la Ley de Enj. Criui. Española.
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