26.11.2014 Views

Maternidad y Salud: Ciencia, Conciencia y Experiencia

Maternidad y Salud: Ciencia, Conciencia y Experiencia

Maternidad y Salud: Ciencia, Conciencia y Experiencia

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Se me olvidó todo lo soñado con respecto a mi parto<br />

Pensaba en un parto idílico, natural, sin epidural, piel con piel, parir en mi<br />

casa, aunque sabía que no lo iba a hacer porque me daba miedo (a pesar de<br />

que me hubiera encantado).<br />

Mis contracciones comenzaron a las cinco de la mañana, estuve en mi<br />

casa tranquila y relajada aguantando el dolor como buenamente pude hasta<br />

las siete de la tarde. Lo llevaba muy bien, controlado, a pesar del dolor. Tras<br />

dos horas con contracciones cada minuto y medio, decidí ir al hospital. Aquí<br />

empezó lo que no había imaginado. Con un dolor insoportable tuve que dar<br />

mis datos personales (parece ser que mi marido no les servía), silla de ruedas<br />

para subir a planta, enfermera que ni me pregunta mi nombre, matrona<br />

que me dice que estoy sólo de cuatro centímetros y que ¿cómo me voy a volver<br />

a mi casa?<br />

Se me olvidó todo lo soñado con respecto a mi parto. A la hora, ya<br />

tenía puesta la epidural (he de decir que fue un alivio), un gotero de oxitocina,<br />

¿por qué? -pregunté ilusa-, -no querrás que estemos hasta mañana<br />

pariendo -contestó la matrona-<br />

Después vino la rotura de la bolsa, ¿para qué? –volví a preguntar-.<br />

“Parece que el bebé no se encuentra muy a gusto y además las aguas han<br />

salido un poco teñidas”. Me pusieron oxígeno durante toda la dilatación<br />

que, por suerte, solo fueron un par de horas.<br />

El sentimiento de ser una mala madre por no haber conseguido parir<br />

sin epidural me acompañó en todo momento junto con la preocupación de<br />

si estaría todo bien.<br />

Ya en el paritorio todo fue muy rápido, he de decir que sentía las contracciones<br />

para saber cuándo empujar aunque no sentía dolor alguno. En<br />

tres empujones el bebé estaba fuera. En mi plan de parto había pedido que<br />

quería donar la sangre del cordón (me parecía un acto bonito) a pesar de<br />

que me gustaba la idea de no cortarlo hasta que dejara de latir (ilusa de mí,<br />

con mi parto natural). La matrona comenzó a forcejear con el cordón umbilical<br />

y a decir que nunca había visto un cordón tan corto que era imposible<br />

donar la sangre, que no había suficiente... Mientras, lo único que podía ver<br />

y tocar era un pie de mi pobre niño (porque era un niño) que no decía ni<br />

mu. Y... ¡bualá!, ya no había bebé, se lo habían llevado porque no reaccionaba<br />

como debía. Sólo pude tocarle un pie...<br />

Nuestra preocupación aumentaba por momentos puesto que no le oíamos<br />

llorar y nadie nos decía nada. La matrona solo hablaba de la longitud<br />

de mi cordón y nos enseñaba la placenta como si eso fuera a sustituir al niño<br />

que se habían llevado. Pasaban los minutos y, a pesar de preguntar si todo<br />

andaba bien, no nos decían nada...<br />

MATERNIDAD Y SALUD, CIENCIA, CONCIENCIA Y EXPERIENCIA 137

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!