28.11.2014 Views

17GCZ0I9l

17GCZ0I9l

17GCZ0I9l

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

46<br />

alicate, cortar la malla de alambre y si te vi nunca<br />

más me acuerdo.<br />

Todas las tardes los presos se formaban en el patio.<br />

Eran contados antes de ingresar a sus celdas.<br />

Nosotros éramos en ese tiempo un grupo de muchachos<br />

de 12 a 15 años que buscando aventuras, recorríamos<br />

la abandonada línea del tren. Pasábamos a<br />

visitar a los presos para regalarles nalcas, murtas,<br />

avellanas y también manzanas, peras y ciruelas que<br />

sacábamos de las abundantes arboledas que existían<br />

en ese sector. Alguno de los más grandes, que<br />

fumaba a escondidas de sus padres, regalaba a los<br />

presos cigarros Liberty, Hilton, Cabañas o Monza<br />

que eran las marcas más conocidas en esa época. Se<br />

los dábamos a través de la malla de alambre y con<br />

el permiso de los gendarmes. Durante la semana los<br />

presos, caminando en fila de a dos, salían a hacer<br />

siembras en un campo cercano custodiados por el<br />

suboficial Carrasco, gordo y sonriente, el gendarme<br />

Gallardo, apodado Soldadito de Plomo por su débil<br />

contextura física (era pequeño y delgado), y otros<br />

gendarmes desconocidos entre tanto olvido. Para<br />

los trámites administrativos, los gendarmes viajaban<br />

hasta la ciudad por un camino polvoriento en<br />

una motoneta Vespa.<br />

Al lado de la cárcel había una cancha de fútbol<br />

donde por un tiempo se jugó el campeonato<br />

de la segunda serie del fútbol isleño. Participaban

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!