28.11.2014 Views

17GCZ0I9l

17GCZ0I9l

17GCZ0I9l

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

48<br />

el recorrido urbano desde la playa hasta Castro Alto.<br />

De ese pequeño bus bajaba un desfile de payasos,<br />

orangutanes, momias, esqueletos, espantapájaros y<br />

otros seres de la imaginación, vestidos con camiseta<br />

de fútbol, pantalón corto y chuteadores.<br />

Esperando la hora de jugar, primero los payasos,<br />

orangutanes y espantapájaros corrían en círculos,<br />

levantaban los brazos y giraban la cintura, hacían<br />

elongaciones, saltaban en un pie o flexionaban las<br />

rodillas haciendo un improvisado precalentamiento<br />

a un costado de la cancha de tierra con las líneas<br />

del campo de juego marcadas con aserrín. Luego la<br />

momia envuelta en papel higiénico, casi perdiendo<br />

el equilibrio, apurada, tiesa, arrastrando los pies, se<br />

iba a asustar a los niños pequeños que jugaban en<br />

medio de la cancha de tierra y, espantados, corrían<br />

a esconderse entre las rodillas de sus padres, quienes<br />

sentados a orillas del terreno de juego esperaban<br />

el comienzo del partido.<br />

Aquel domingo, cuando el equipo del Hotel Luxor<br />

se enfrentó a los taxistas, dueños y choferes de<br />

autos Mercedes Benz, estos, quienes eran la locomoción<br />

colectiva en los tiempos del puerto libre, no<br />

trajeron arquero así que colgaron del travesaño de<br />

su arco un espantapájaros hecho de harapos y quilineja.<br />

Pero su arquero no espantó a nadie. Perdieron<br />

diez a cero y las carcajadas de ver a un payaso<br />

enredarse en sus enormes zapatos, a un sonámbulo

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!