090-AZFEBRERO2015

CULTURACULTURA
ez: Si alguien se siente satisfecho con lo que ha
hecho, se está preparando la muerte. Creo que
tengo mucho que hacer. Estoy trabajando muy
intensamente, a ritmos que no alcancé en la juventud.
Tengo una serie de libros en la cabeza,
pero dos están por terminarse.
Uno es un libro de cuentos de gente que
vive en Chiapas, pero que no nació ahí. O sea,
que se trata de judíos, franceses, alemanes, ingleses,
japoneses y españoles —republicanos,
por supuesto— que llegaron a vivir a Chiapas.
El otro es un libro de crónicas de los lugares a
los que tuve la oportunidad de llegar de manera
insólita, al Polo Norte, la ruta de la seda, los
gases del desierto (Karakum), las selvas; sobre
eso estoy escribiendo.
al: ¿Qué nos puede adelantar de su próximo
libro de cuentos
ez: Me gustan todos los personajes del libro,
pero creo que se puede contar esto. Del Líbano
llegaron tres jóvenes a La Habana, enviados
por su familia ante el temor de que los enrolaran
al ejército y los llevaran a una guerra injusta.
Estos tres jóvenes llegan a La Habana con
algunos familiares que habían hecho el viaje
anteriormente. El más chico pasó de La Habana
a Nueva Orleans, donde hizo contacto con
movimientos revolucionarios. De ahí lo llevaron
a combatir a Mérida y en todo Yucatán. A
Chiapas llegó ya con el grado de capitán. Este
militar se casó ahí y es el papá del poeta Jaime
Sabines.
No se sabe cómo se llamaba originalmente
este joven libanés, pero usted sabe que a los extranjeros
en esa época, los apellidos los ponían
Hombre de retos y
hacedor incansable,
Eraclio Zepeda, escritor
y personaje público en
diversos ámbitos de la
vida nacional, advierte
a sus lectores, después
de recibir el pasado 15 de diciembre
la Medalla Belisario Domínguez: “Yo
no creo que tenga reposo por mucho
tiempo. Mi obligación máxima es
cumplir 78 años en marzo próximo
y trabajar más intensamente que
cuando tenía 18, que fue cuando
empecé a escribir”.
En esta primera entrega de una
entrevista exclusiva para az, Revista
de Educación y Cultura, el cuentista
chiapaneco, cuya narrativa es
colocada en la historia de la literatura
mexicana del siglo xx al lado de la
tradición de escritores como Juan
Rulfo, Juan José Arreola y Juan de
la Cabada, nos habla del significado
que la Medalla Belisario Domínguez,
otorgada por el Senado de la
República, tiene para él. También nos
platica de su incursión al género de la
novela histórica.
Ángeles Luna • Periodista
Si alguien se siente satisfecho con lo que
ha hecho, se está preparando la muerte.
Creo que tengo mucho que hacer. Estoy
trabajando muy intensamente, a ritmos
que no alcancé en la juventud.
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