090-AZFEBRERO2015

LAS LENGUAS SON AMIGAS NO ENEMIGAS: REPENSAR A DON ITALIANO
LA IMPORTANCIA DE LAS LENGUAS
Como bien lo menciona el poema, la lengua
es la casa de nuestra alma y uno de los
elementos que nos otorga identidad. La lengua
tiene diferentes funciones, una de las más importantes
es que nos permite comunicarnos y
expresar nuestros pensamientos y emociones
(Kumar, 2013). Todas las lenguas poseen una
belleza excepcional, además de que son “un
museo vivo, un monumento de cada cultura”
(Nettle y Romaine, 2000, p. 14). Si la diversidad
lingüística de nuestra nación se esfumara
sería una pérdida significativa para cada uno
de nosotros. Podemos hacer algo para prevenir
esta desaparición. Perder un idioma significa
que también perdemos la cultura de sus
hablantes y el conocimiento de sus ancestros
(Daniels-Fiss, 2008). Esta es una de las tantas
razones por las que es importante preservar y
promover las lenguas y, especialmente, las
minoritarias.
México es uno de los países de América
Latina en el que puede verse claramente la diversidad
lingüística y cultural ya que, como
menciona Chacón (2005), el país cuenta con
un número significativo de pueblos originarios.
LOS PUEBLOS ORIGINARIOS Y SUS LENGUAS
Rippberger (1992) argumenta que todas las
lenguas y sus hablantes son valiosos y merecen
respeto porque contribuyen a la riqueza cultural
de su nación. Nadie tiene el derecho de
apartarnos de nuestra lengua materna porque
a través de ella “llegamos a conocer, representar,
nombrar y actuar en el mundo” (McCarty,
2003, p. 148). Se trata de uno de los elementos
que define nuestra identidad cultural por ser
la base del pensamiento y la comunicación
(Vygotsky, 1978). Como argumenta Fishman,
somos nuestro idioma y no podemos separar
lo que decimos, la forma en cómo lo decimos
y quiénes somos.
Recordemos que las lenguas comparten
similitudes, pero también diferencias, representan
distintas realidades y no siempre es
posible traducir completamente de un idioma
a otro. Una característica de algunas lenguas
originarias es su oralidad la cual ha sido empleada
para transmitir historias, canciones y
cuentos típicos a otras generaciones. Existen
lenguas indígenas que cuentan con un sistema
de escritura, sin embargo, comúnmente
no es así. Por esta razón, consideramos que es
importante que nuestras lenguas originarias
tengan un papel más activo en el plano escrito,
por ejemplo, en las escuelas bilingües en zonas
indígenas del país. De esta forma podríamos
contribuir a su revitalización y fortalecimiento
y los estudiantes que asisten a este tipo de escuelas
estarían expuestos con mayor frecuencia
a su lengua materna (l1) y al español (l2).
LA LENGUA Y LA CULTURA
Cuando aprendemos nuestra lengua materna
nos hacemos parte de una cultura que influye
significativamente en cómo percibimos el
mundo y la visión que construimos de éste.
Cuando percibimos que nuestra cultura y lengua
son valoradas por los demás, que se les
reconoce como legítimas y valiosas en los contextos
sociales en los que nos desenvolvemos,
nuestra imagen personal e identidad sociocultural
son de orgullo y confianza (Galdames, V.,
y Walqui, A. y Gustafson, B, s.f.). La escuela es
fundamental en nuestra vida ya que, además
de nuestra familia, es el principal contexto en
el que interactuamos, consolidamos nuestra
identidad y la enriquecemos. Por ello, insistimos
en la importancia de considerar tanto
la lengua materna del alumno como la lengua
meta en su proceso de aprendizaje.
LA ENSEÑANZA Y
EL APRENDIZAJE DE LENGUAS
La adquisición de otro idioma nos ayuda a
tomar una profunda conciencia sobre la diferencia
lingüística y cultural y al mismo tiempo
nos sirve como puente para salvar las diferencias
que nos separan (The Report of the lsa
Foreign Language Review Committee, 2004).
Tristemente en algunos contextos se ha
concebido a la diferencia lingüística y cultural
como un “problema” y se ha usado para separar
a las sociedades. Opinamos que es posible
usar dicha diversidad para unir a la gente, por
ejemplo, a través de programas bilingües en
comunidades indígenas en América Latina en
los que tanto el español como la lengua originaria
se usen como medios de instrucción en
lugar de solamente favorecer al castellano (Del
Carpio, 2012).
La escuela es
una institución
social y la
educación es un
proceso social,
por lo tanto los
idiomas pueden
usarse como
herramienta
para unir a las
personas en vez
de dividirlas.
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