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Porfirio Díaz y el Porfiriato. Cronología<br />
1911<br />
mexicano es una «insurrección obligada, justa, nacional y<br />
patriótica» y, por otra parte, aclararle la posición del grupo<br />
revolucionario, sobre todo en lo que atañe a los gobiernos<br />
extranjeros, muy particularmente al de Estados Unidos.<br />
El 17 de febrero, se lleva a cabo la asamblea general del<br />
Consejo de Trabajadores de San Francisco, California,<br />
en la que se adoptan las siguientes resoluciones, que son<br />
trasmitidas al presidente William H. Taft: se acusa al<br />
gobierno de Porfirio Díaz de haber combatido todas las<br />
libertades hasta suprimirlas, en particular la de asociación<br />
de los trabajadores; esto le ha hecho perder «el derecho de ser<br />
considerado como un gobierno civilizado y representativo».<br />
—El cónsul norteamericano en Durango telegrafía al Departamento<br />
de Estado de Estados Unidos para informar<br />
que revolucionarios mexicanos han robado o confiscado las<br />
propiedades de la American Smelting and Refining Co., en<br />
Velardella.<br />
En la primera semana de marzo, el gobierno de Porfirio<br />
Díaz tiene el proyecto de suspender algunas de las<br />
garantías constitucionales para hacer más expedita la<br />
persecución judicial de los revolucionarios; por otra parte,<br />
José Yves Limantour, secretario de Hacienda, opina que<br />
los extranjeros alistados en los ejércitos revolucionarios<br />
deben ser castigados más severamente.<br />
El 1 de marzo, el cónsul de Estados Unidos en Durango<br />
vaticina que, en unas tres semanas más, la situación será<br />
insostenible allí, en Torreón, Laredo y Gómez Palacio,<br />
debido al cierre de minas y fábricas, y a la escasez notoria<br />
de alimentos; agrega que el gobierno no es popular y que<br />
los revolucionarios, más numerosos cada día, gozan de<br />
simpatías entre los mejores elementos de la población.<br />
El 16 de marzo, Francisco León de la Barra, embajador<br />
de México en Estados Unidos, filtra al Departamento de<br />
Estado de ese país el rumor de que algunos rebeldes, vestidos<br />
de soldados federales, piensan abrir fuego contra las<br />
fuerzas americanas que resguardan la frontera.<br />
El 17 de marzo, Henry L. Wilson, embajador de Estados<br />
Unidos en México, regresa a su oficina en la Ciudad de<br />
México. Tiempo después, declara en una nota confidencial<br />
que, desde su regreso a la Embajada, la situación en el país<br />
ha desmejorado visiblemente: aun en el Distrito Federal,<br />
donde apenas había alguna actividad revolucionaria, se<br />
advierte ahora gran intranquilidad; además, informa que<br />
el sentimiento antinorteamericano, antes dominante, ha<br />
desaparecido, o por lo menos se oculta.<br />
El 18 de marzo, Francisco I. Madero lanza su circular<br />
número 16, en la cual, además de protestar contra la<br />
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