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Porfirio Díaz y el Porfiriato. Cronología
1876
Díaz a su llegada a la capital y suscrito en parte por capitalistas
extranjeros, ha dejado de ser voluntario para convertirse
en forzoso, puesto que algunos suscriptores morosos han
recibido ya un apremio de la Tesorería.
El 9 de diciembre, John W. Foster, embajador de Estados
Unidos en México, envía a su gobierno un despacho en el
que dice que no se ha reunido con el secretario de Relaciones
Exteriores de México, Ignacio L. Vallarta, como afirma su
homólogo de España, Emilio de Muruaga y Vildósola, y
menos que se le hayan hecho reclamaciones sobre préstamos
de ciudadanos extranjeros al gobierno de Porfirio Díaz.
El 12 de diciembre, el general Juan N. Cortina se levanta
en armas a favor de Díaz en la zona de Tamaulipas.
El 16 de diciembre, en Querétaro, llega a manos de José
María Iglesias un telegrama de Porfirio Díaz en el que
dice haber recibido una comunicación de Joaquín Ruiz
instándolos a llegar a un arreglo y a que se reúnan con él.
—Trinidad García de la Cadena se afilia al movimiento
tuxtepecano mediante un telegrama dirigido a Porfirio
Díaz desde Zacatecas.
El 19 de diciembre, Hamilton Fish, secretario de Estado de
Estados Unidos, autoriza a John W. Foster para que tenga
comunicación con los funcionarios del naciente régimen
en México. Con este tipo de acciones, se evidencian las
simpatías que despierta la llegada de Díaz al poder y lo que
representa: la estabilidad.
El 21 de diciembre, se reúnen por primera y última vez
en la hacienda de la Capilla, en Querétaro, Porfirio Díaz
y José María Iglesias para parlamentar sobre la situación
política del país después del derrocamiento de Sebastián
Lerdo de Tejada.
El 23 de diciembre, se lanza la convocatoria a elecciones
que deja fuera a los lerdistas.
El 27 de diciembre, el gobierno de México, encabezado
por Porfirio Díaz, expide un decreto que crea un impuesto
extraordinario con el fin de poder realizar los pagos de las
reclamaciones de Estados Unidos.
El 29 de diciembre, Ignacio L. Vallarta, secretario de Relaciones
Exteriores de México, escribe una nota a Ignacio
Mariscal, quien desde la administración de Benito Juárez
ejerce el cargo de ministro plenipotenciario de México en
Estados Unidos, en la que asegura que «de la administración
del señor Lerdo nada queda; la que el señor Iglesias
quiso establecer en Guanajuato, cada día pierde más elementos,
hasta el extremo de que antes de pocos días habrá
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