L - Saber Alternativo
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38 SABER ALTERNATIVO<br />
DESARROLLO PERSONAL<br />
Escuchar abriendo<br />
nuestro ser<br />
“No existe nada en el mundo que no nos hable. Todo y<br />
todos revelan su propia naturaleza, carácter y secretos<br />
continuamente. Cuanto más despleguemos nuestros<br />
sentidos internos, mejor podremos entender la voz de<br />
todas las cosas.”<br />
Hazrat Inayat Khan (“Música y Misticismo”)<br />
Palabras sabias que conectan con nuestro anhelo innato de<br />
reunión y comunión y que nos dirigen al camino del silencio y<br />
de la presencia, para poder oír y escuchar estas voces. Palabras<br />
que nos enseñan que la escucha nos puede llevar a la<br />
esencia de todo, a su voz y a su vibración. La verdadera escucha<br />
va mucho más lejos que abrir nuestros oídos. Escuchar es<br />
abrir todo tu ser para que las cosas, la persona o lo que desees<br />
entre en tí, te haga vibrar. Escuchar es fundirte con las vibraciones,<br />
permitirte sentirlas y vivirlas.<br />
Otra vez palabras sabias, pero: ¿cómo se hace? ¿Cómo acercarnos<br />
a esta escucha, a esta presencia? Muchas tradiciones<br />
muestran cómo entrar en este camino. Uno de ellos es abrir y<br />
desarrollar la escucha. No podemos escuchar si no estamos<br />
presentes. No podemos escuchar el mañana ni el ayer. Solamente<br />
el aquí, el ahora, en el presente. Al entrenar nuestra<br />
eschucha podemos entrenar nuestra presencia, utilizando cualquier<br />
sonido: el de las personas, el de la naturaleza o el de instrumentos<br />
como los cuencos tibetanos. Los cuencos tibetanos<br />
antiguos proceden de la zona del Himalaya. Cada uno es elaborado<br />
a mano con una aleación secreta de siete metales en<br />
cantidades y formas variables. Son una fuente interminable para<br />
aprender a escuchar. Son como las personas. Cada uno es<br />
diferente, tiene un carácter, una voz propia. Cada uno es único<br />
con su timbre y riqueza específica de tonos armónicos.<br />
Además de su riqueza sonora tienen otras características interesantes,<br />
que nos pueden ayudar a ampliar nuestra capacidad de<br />
entrar en el silencio, en la escucha. Cuando se tocan los cuencos<br />
emiten unas fuertes vibraciones que llegan a nuestro cerebro<br />
y al resto de nuestro<br />
cuerpo. La mayor parte de<br />
los cuencos emiten vibraciones<br />
con frecuencias que curiosamente son del mismo tipo de<br />
frecuencias que se han registrado en nuestro cerebro cuando<br />
estamos relajados o justamente antes de dormir. Se llaman ondas<br />
Alfa. Cuando entramos en este estado Alfa hay menos ruido en<br />
nuestra mente, somos capaces de ver las cosas con más distancia<br />
y es más facil salir de nuestras emociones, miedos y preocupaciones.<br />
Abrimos nuestra creatividad y aprendemos con<br />
mayor facilidad. Así, podemos entrar en otros estados de conciencia<br />
y niveles de percepción.<br />
Cuando las vibraciones de los cuencos llegan al cuerpo y penetran<br />
nuestra piel, lo recorren masajeando cada célula de nuestra<br />
carne y huesos, arrastrando bloqueos y armonizando<br />
desequilibrios que encuentran en su camino. Los bloqueos pueden<br />
proceder de problemas físicos, emocionales o energéticos,<br />
del presente o del pasado, que han dejado huella en nuestro<br />
cuerpo o en nuestros sistemas energéticos como los meridanos,<br />
los chakras o el aura. La vibración de los cuencos tibetanos<br />
ayuda a que nuestra energía vital fluya mejor.<br />
Limpiar bloqueos, equilibrar y calmar las emociones y la mente<br />
nos puede ayudar a pulir nuestra percepción, nuestra manera de<br />
ver, sentir, oír y la interpretación que damos a esta percepción.<br />
Habitualmente nuestra percepción está distorsionada o teñida<br />
por las experiencias personales y culturales. Si queremos aprender<br />
a escuchar de verdad necesitamos quitarnos estas gafas<br />
empañadas y abrirnos a lo desconocido, cada vez más.<br />
Utilizados de este modo los cuencos tibetanos se convierten<br />
en instrumentos que no sólo impulsan nuestra sanación física<br />
y emocional, sino que nos guían a través de esta sanación a la<br />
esencia del universo. Nos enseñan a abrir nuestras sentidos<br />
internos para escuchar las voces de cada cosa, de cada ser, a<br />
vibrar con cuanto existe.<br />
Jacomina Kistemaker<br />
Psicóloga holandesa y terapeuta de sonido y crecimiento personal, investigadora<br />
y guia en el uso del sonido al nivel personal y profesional y fundadora<br />
del Centro Punta de Couso.<br />
En los próximos numeros se profundizará en este<br />
fascinante mundo de los sonidos y sus aplicaciones.