Sevilla y muy popular en toda Andalucía. “Estar ados velas”. Se usa para referirse a carecer dedinero y de recursos en general. Son muchas lasexplicaciones que se le dan a esta frase, se oyedecir que es un símil marinero que como “A todotrapo” o “A palo seco”, ha calado en el lenguaje,significando en este caso, que la embarcaciónnavega tan solo con dos velas y no utiliza latotalidad de sus recursos, pero no parececonvincente. También se dice que procede delgesto que se hace para demostrar que no se tienedinero y que consiste en meter las manos en losbolsillos y estirar de los forros hacia fueravolviéndolos del revés. La más popular puede quesea la relacionada con los mocos de los niños, delos niños muy mocosos se dice “que están con lasvelas colgando”, niños solos o abandonados quepor no tener, no tienen ni quien se los limpie. Aeste claro ejemplo de pobreza y desamparo habríaque añadir el hecho de que la frase “estar a dosvelas”, suele ir acompañada del gesto de pasar losdedos índice y corazón de arriba abajo, uno porcada lado de la nariz. “Atar los perros conlonganiza”. Este dicho nos remonta a losprincipios del siglo XIX, más precisamente alpueblo salmantino de Candelario, cercano a laciudad de Béjar, famoso por la calidad de susembutidos, en el que vivía un afamado elaboradorde chorizos llamado Constantino Rico. Este buenhombre tenia instalada la factoría en la quetrabajaban varias obreras, en los bajos de supropia casa, en cierta ocasión, se encontrabatrajinando en su fábrica y un perro no hacia sinomolestarle. Al tío Rico no se le ocurrió otra cosaque atarlo con una ristra de longaniza que tenía amano, un muchacho entró en el taller y descubrióasombrado, que en aquella casa eran tan ricos queataban los perros con longaniza. Así lo contó portodo el pueblo, la expresión, no hace falta decirlo,tuvo inmediata aceptación y desde entonces sehizo sinónimo de exageración en la demostraciónde la opulencia y derroche. Hay expresiones conlas que se despide o se intenta alejar a alguien, demalos modos, con enfado o en ocasiones,haciendo burla leve y jocosa ante ciertas bromas.A la gente a veces se le manda según el estado deánimo, a freír espárragos, a hacer gárgaras, o ahacer puñetas, los hay más ofensivos aunquesignificaremos el más cursi: “¡Vete a la porra!”Expresión de origen cuartelero. Antiguamente eracomún que los abanderados o tambores mayoresde los regimientos portaran un bastón, símbolo demando y orden, en ocasiones era también símbolodel propio acuartelamiento. Este bastón eraconocido entre los soldados con el nombre dePORRA. Como lo llevaba hábilmente un oficial,se dio en decir que alguien tenia “mucha porra” siera muy vanidoso o fanfarroneaba acerca de suDESDE EL ÁRBOL GORDO Nº 9 – JUNIO 201244poder. Para la posteridad quedó, sin embargo otraexpresión: “Mandar a alguno a la porra”. La porrase situaba en el centro del campamento, clavadaen el suelo. Cuando algún soldado se comportabamal o cometía faltas leves, el oficial de turno loenviaba a la porra, y allí debía aguantar hasta quese decidiese el castigo que se le imponía. Enocasiones el único castigo era vigilar la porra, esdecir, estar allí como un espantapájaros sin hacernada. Poner al descubierto lo que permanecíaoculto, se entiende como “Tirar de la Manta”. Enalgunas iglesias de España, desde el siglo XV, seescribían en un cartel llamado sambenito, losnombres de los pecadores, de los herejes o de losjudíos. Este método de vergüenza pública se llevóa efecto durante varios siglos. Algunoshistoriadores afirman que incluso en el sigloXVIII en Navarra este procedimiento se seguíautilizando. Dicen que se reunía una multitud enlos contornos de las iglesias para ver escrito elnombre de aquellos que habían ocultado sus raícesjudías. El espectáculo consistía en que alguientiraba de la manta que cubría la relación denombres expuestos a la vergüenza y deshonrapública. Esta actitud por ley la quiso implantar enCastilla La Mancha en su momento siendopresidente la comunidad José Bono, comodesagrado a los maltratadores de la llamadaviolencia de género. “Dormirse en los laureles”.Antiguamente a los poetas, emperadores ygenerales victoriosos, se les coronaba conguirnaldas confeccionadas con hojas de laurel.Pero si después de haber conseguido el triunfo yreconocimiento general con la corona de laurel, lapersona dejaba de trabajar y esforzarse, se decíaque se “dormía en los laureles. “Arrapaterrón” esun término campesino. Se utilizaba para designaruna modalidad de la siega, los segadoresholgazanes que no doblaban el espinazo, cortabanlas espigas por el tallo, y dejaban mucha paja enlas tierras. Por esta razón, en ocasiones, eranecesario avisar a los segadores que había quesegar a rapaterrón, es decir, junto al “terrón”(masa compacta de tierra seca y árida ). En elargot o jerga de antiguas peluquerías, en pasadostiempos de hambruna o miseria era usual dichaexpresión, cuando en las cabezas de la chiquilleríahabitaban parásitos de fácil contagio, la madrellevaba al hijo a la peluquería y la frase eraelocuente, “pélamelo a rapaterrón sin melena niná” esta frase hecha, bien podría pasar como unlocalismo o vocablo villarrubiero. Terminaremosel presente artículo con una pequeñarepresentación de los mismos. Modorro.- Sosca,pesado, cansino el equivalente a una moscacojonera. Tranquillo.- Le he cogido el tranquillopor definición. En plena posesión de otrasfacultades, seria una forma particular y habilidosa,
con la que se realiza una cosa. Acial.- Instrumentoque sirve para atrapar el hocico de los animalescuadrúpedos, con el fin de evitar sus mordiscosmientras se realiza la operación de herrarlos, ¡niñoestate quietecico, o te pongo el aciar!, manera deregañar a un chaval con azogue. Pescozón.- Golpedado con la mano en el pescuezo o en la cabeza.Tinoso.- De chico, en el juego de las bolas, sedecía de alguien que tenia destreza para sacarlasdel triangulo donde se ubicaban las mismas, sepracticaba en la glorieta cuando su pavimento erade tierra. Aunque en la actualidad hubiesesuperficies idóneas, la chiquillería no sabe jugar anada, solo electrónica e informática. Ceporro.-Cepa vieja, arrancada para lumbre, acepciónnatural, también se puede aplicar al estudianteque es un cero a la izquierda y como rudadefinición, uno que no sirve na más que pa gañán.Gañán.- Por definición, especie autóctona deHISTORIAS Y COSTUMBRESDESDE EL ÁRBOL GORDO Nº 9 – JUNIO 2012Tomelloso. Individuo compuesto por una blusa arayas, faja, boina, pañuelo de las viñas, pantalónde pana, albarcas, celtas cortos, chisquero depescozón y posiblemente ( porque no se ven )calzoncillos de pata larga. Zorrera.- Humaredaque se expande en la quintería o en la cocina delguarreo, cuando no tira la lumbre por la chimenea.Cabrillas.- Manchas como cardenales que salen enlas piernas, cuando el personal se arrima mucho ala lumbre o al brasero en la mesa camilla. ¡Urre,Puai!. Interjección pa echarte de un sitio, dondeno aprecian, ni tus bacinerías ni tus tontás.Lustroso.- Chico limpio, bien aseado, que se críasin necesidades de ningún tipo. Moza Rancia.-Que se le ha pasado el arroz. Mujer que ha pasadomuchas noches viejas y pocas noches buenas.¡Ay, Regulaaaaaar!.-Expresión de admiración,hay que ladear la quija pa decirlo bien.Tepacequé.- Expresión de asombro.DESDE EL ALTILLO PASANDO POR EL POZO DE LA NIEVECarlos Villanueva Fernández-BravoDesde el Altillo pasando por el Pozo de la Nieve,entre bodegas y casas abandonadas testigos de losquehaceres de otra época, el asfalto quema bajolos pies, el sol aprieta ya en el mes de mayo, y elcielo se va tiñendo de grises a medida que avanzala tarde.Los olores se confunden entre los sonidos. Lospucheros, que no de barro, empiezan a herviranunciando la hora que se aproxima; ajo yguindilla al fuego con aceite de oliva, carne magrade cerdo con tomate de temporada, sardinas fritasen aceite…Se despiertan los sabores, y el buche se enciendecomo lámpara.Los vencejos chirrían el aire y corren comobengalas a ras de suelo, la sangre les hierve y eltiempo les aprieta, antes de septiembre deberánsacar al menos dos generaciones de prole si no elviaje les saldrá de balde.Entre las grietas y agujeros de las viejas paredeslos gorriones hacen lo propio pero con menosprisa, alguno que otro reventará su cuerpodesnudo de plumas contra la acera mermando lapuesta.Por la calle Los Molinos hacia la calle Conventoel sopor se apodera de las fachadas blancas y elsilencio se encarga del espacio, se acerca la horadel letargo, de hacer punto en el patio a la luz delos geranios, la hierbabuena y alguna siempreviva.Algún mozo zanganeará por las calles en bici e iráa ver el río a tirar unas piedras.En la plaza los jilgueros cantan a la sombra de lasacacias y los cinamomos. Algún transeúnte losescucha desde la siesta en un banco, con elmacuto bajo los pies, y tal vez, le acompañealguno de nuestros viejos, que echa la tarde fueradel sofá y de la repelente televisión que ensordecenuestro pensamiento.Pronto en el cielo no quedará espacio para elLorenzo de la tarde y el gris pasará a azul cobalto,y alguna o muchas gotas refrescarán el patio,limpiarán los canalones y en la vega llenarán laszanjas como antaño.Pero ahora no hay lampreas y las hortalizas ya nocrecen a la sombra de la higuera o del membrillo,solo huele a una tierra mojada que no alumbra nifrutas ni patatas, ni judías ni tomates, ni pimientosni pepinos. Solo algún “piazo” se revela sinresistencia a la cultura que aflorará en los portalescon los partos del terreno. Por la calle Convento yParadores en algunos de esos patios entre lasombra de la cortina del zaguán, el olor fresco yprofundo de la huerta de temporada se mezcla conel polvo mojado del ambiente mientras otra flechade vencejos rompe la calle.45