haberse construido en la plaza una panera, elpósito público, cuya fachada podía continuarsecerrando el hueco que quedaba.Por su parte el alcalde mayor, don BartoloméJimeno, en su calidad de comisionado, funciónpara la que había sido designado por el intendente,daba cumplimiento a su carta-orden, de fecha 9,que le había entregado el alcalde ordinario,tomando las providencias correspondientes.Mandaba a Ruiz de la Sierra, de 48 años, que a lasazón edificaba la panera del pósito, que en elplazo de dos días presentara el plan de reparos delpuente del Conde, que mostraba algún quebrantopor haber transcurrido cuatro años, demasiadotiempo, desde el anterior reconocimiento, a lapostre inútil. Otro tanto haría con las casasconsistoriales, el cuarto-cárcel, el peso, el repeso yla carnicería, expresando si convenía hacerreparos que aseguraran su estructura o por contra,a la vista de su elevado costo, era preferibleconstruir desde el pie esas dependencias en elsolar contiguo al pósito haciendo línea con sufachada.Puente del Conde en la actualidad.Hasta el 11 de diciembre de 1764 no presentó elmaestro el proyecto de intervención. Habíacomprobado que la fábrica del puente se fuedeteriorando poco a poco, al punto que losmachones estaban desmoronados y aconsecuencia de los desbordamientos de la madrese habían abierto fosos que era necesarioDESDE EL ÁRBOL GORDO Nº 9 – JUNIO 201260terraplenar mediante 80 varas de calzada, por locual el importe de la obra subía a 23.885 rs., 4.140rs, más que la vez anterior.En otro orden de trabajos, a principios de 1764 sehabía procedido por disposición del alcalde mayora empedrar las calles más importantes del pueblo,a razón de 14 mrs. la vara, remate admitido ensubasta pública. Dado que se les dio muchavertiente las aguas ya no se estancaban y salíandel pueblo con gran beneficio para las viviendas,que se libraban de humedades, y los vecinos queasí no experimentaban otros efectos insalubres.Sin embargo como no se hizo lo mismo con laplaza y otros edificios públicos aquél podíalevantarse a consecuencia de las persistenteslluvias invernales. Por consiguiente conveníacompletarlo y proporcionar mejor aspecto ymayor comodidad a esos espacios. Así loexplicaba el procurador síndico al ayuntamiento(12) el día 8 logrando que fuera aprobado elarreglo.Para conocer el valor del proyecto al precioindicado hacía falta que los maestrosempedradores midieran las varas en cuadro y enconsecuencia indicaran los carros de cantosprocedentes de la sierra cercana -circunstancia queabarataba mucho el acarreo- que seríannecesarios, para cuyo transporte se formaría unpadrón de repartimiento con criterio ajustado a lasposibilidades y los recursos de cada vecino.Pero nada podía emprenderse sin obtener licenciadel Consejo de Castilla y el mandato de que lajunta de abastos entregase del fondo de propios lacantidad pendiente de pago en concepto decarbón. No en balde el reglamento de laSuperintendencia de Ciudad Real no contemplabatales gastos a expensas de las arcas municipales,inversión que en este caso iba superarampliamente los 100 rs. El mismo 8 de noviembreel escribano notificaba el acuerdo a FranciscoMendiola y Francisco Maján Chusque, de 32 y 40años, vecinos de Villarrubia, que transcurridos dosdías presentaban el resultado de las mediciones yel número de carros:Lugar Varas en cuadro CarrosPlaza pública:…………………………… 4.980 980Plazuela de la Concepción:……………... 250 50Riato de Santa Ana:…………………….. 750 140Toriles y paradores:…………………….. 173 34Hospital de la Caridad y ayuntamiento:… 600 120Pertenencias del convento capuchino:….. 290 58Total: 7.043 1.382 (13)De donde resultaba que un carro permitiría empedrar 5 varas superficiales.
DESDE EL ÁRBOL GORDO Nº 9 – JUNIO 2012_______________________1. Ignacio CADIÑANOS BARDECI: “Los puentes de laprovincia de Valladolid durante la Edad Moderna” (II), enInvestigaciones de Historia Moderna y Contemporánea.(2006-2007), números 26-27, p.189. Una relaciónpormenorizada de puentes en construcción o reparados, enMiguel Ángel: ARAMBURU ZABALA: La arquitectura depuentes en Castilla y León (1575-1650). Valladolid. (1992),219 pp. También C. CALDERÓN: “Los puentes en laCastilla bajomedieval”, en Cuadernos de Historia de España.71, (1989), pp. 29-110, José Enrique GARCÍA MELERO:“Los puentes y la Comisión de Arquitectura (1786-1808)”, enEspacio, Tiempo y Forma, serie VII, Hª del Arte, T. 9, pp,181-217 y el epígrafe, Obras públicas, en Juan DÍAZ-PINTADO: Conflicto social, marginación y mentalidades enLa Mancha (siglo XVIII). Diputación de Ciudad Real.(1987), pp. 287-291.2. Cargo unipersonal y de elección anual que asistía a lasreuniones del ayuntamiento representando los intereses delvecindario e interviniendo sin hallar cortapisas. Los habíainoperantes, que se plegaban a los planes de los regidores, ytambién activos, preocupados.3. En relación al primer puente de este nombre construido enpiedra ver Trevor J. DADSON: Los moriscos de Villarrubiade los Ojos (siglos XV-XVIII). Historia de una minoríaasimilada, expulsada y reintegrada. Madrid. Iberoamericana.Vervuert. 2007, pp. 223-2364. En realidad se refería al alcalde mayor, juez civil, letradode formación jurídica, abogado de los Reales Consejos, querepresentaba a la justicia ordinaria y presidía las sesiones delcabildo municipal. Era nombrado por el duque de Híjar, señorjurisdiccional, hasta que la real cédula de 15 de septiembre de1814 traspasase esa facultad a la Corona. Denominarlogobernador, institución de rango superior que Villarrubia notenía, como se hace repetidas veces en el expedienteconsciente o inconscientemente, no dejaba de constituir unerror en el que incurrían también otros municipios.5. José y Fernando Sánchez de Milla, Sebastián SánchezMilla Crespo, Jerónimo López Bermejo, Pedro Serrano,Andrés Ruiz de la Sierra. Como escribano, Francisco AndrésAlises Escobar. A la sazón era presidente del Consejo uneclesiástico, el obispo de Cartagena. AHN. Consejos. Leg.29094, exp.16, pieza 2ª, fs. 116-1196. Parte de la fábrica que se adicionaba a las pilas (machonesque sostenían dos arcos contiguos) aguas arriba y abajo enforma curva o angular para que cortase el agua y se repartieracon igualdad la corriente por ambos lados.7. Pilares que sostenían el arranque de los arcos o se injeríanen las paredes para fortalecerlas.8. Ver nota 5, fs. 154-155. Pensando destinar el importe atodas esas obras, el ayuntamiento comisionaba al alcaldemayor don Francisco Mena el 22 de abril de 1762, con poderdel tesorero o administrador general de abastos de Madrid, afin de que ajustase y liquidase con él las cuentas del resto dela segunda fábrica o remesa de carbón de 1759 y todo el de1760. También era factible que solicitara por adelantado unacantidad para urgencias y otros gastos con cargo al carbónque estaban fabricando Lorenzo Rico y otros, dinero querecogería el mismo alcalde mayor. En efecto, el 21 de enerode 1764 pediría 2.000 rs. a don Juan Velasco con esecarácter. AHPCR. Protocolos 673, f. 36 y 674, fol. 99. Figura institucional de designación real, tomada de Franciae introducida en España por los Borbones, que ejercía suscompetencias en el ámbito provincial donde aplicaba lospostulados políticos y administrativos de la monarquíacentralista. Tenía por ello amplios poderes en materia decontrol de las autoridades locales, recaudación tributaria,impulso a las actividades económicas, obras públicas,etcétera.10. El 4 de octubre tuvo constancia el ayuntamiento, a travésde carta del conde de Benagiar, intendente y corregidor deCiudad Real, fechada el 25 de septiembre, de que donManuel Becerra en nombre del Consejo había autorizado laobra. AHPCR. Protocolo 674, fs. 133, 135-137, 140 vº-141 y18411. Lástima que ni uno siquiera de esos dibujos quedaseincorporado al expediente.12. Desde principios de enero lo constituían don BartoloméJimeno, alcalde mayor, don Juan Díaz Hidalgo, alcaldeordinario por el estado noble, don Miguel Gijón y donBartolomé Aysa, regidores nobiliarios, Sebastián Sánchez-Milla Crespo, Juan Ramírez y Alfonso León que lo eran porel estado general, y Pedro Milla Narvaéz, procurador síndicogeneral. AHPCR.Protocolo 674, fol. 513. Ver nota 5, pieza 1ª, fs. 17-1861