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sumario - Bibliotecas Públicas

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ojo y que le tuvo varias semanas fuera de combateen la retaguardia de Utrecht.Comienza el asedio.Es solo a partir de este fracasado asalto que sepuede hablar del comienzo del asedio en todaregla. Hasta ese 21 de diciembre, las operacioneshan sido las clásicas de ocupación de una ciudadrebelde. Se toman posiciones; se rodea con ciertalaxitud la villa, más para impedir la llegada derefuerzos importantes que para ahogarla; se bateuna parte de la muralla para intentar abrir unabatería (brecha) por la que dar el asalto; y se lanzaéste con la esperanza de desplomar la resistencia,poner en fuga a la guarnición y entregarse alsaqueo que permiten las reglas de la guerracuando una ciudad se ha resistido hasta obligar alatacante a plantar su artillería y darle el asalto.Desde el 21 de diciembre, los sitiadorescomienzan a instalar un sistema de trincheras deaproximación al foso, diseñado por el ingenieroBartolomeo Campi, transversales respecto a éste yprotegidas cada trecho por maderos y sacosterreros para contrarrestar los tiros desde lasmurallas de la ciudad, que se prolongan enramales de trincheras en paralelo a las murallas.La tierra y el propio foso congelados por las bajastemperaturas de un invierno particularmenteriguroso, permiten atravesar el obstáculo del fosoy arrimarse hasta el revellín de Santa Cruz.Mientras los mineros traídos de las minas de hullade Lieja comienzan a excavar túneles bajo elrevellín y las murallas para desplomarlas conminas explosivas, un pequeño ejército dedesdichados zapadores van demoliendo lasdefensas de la puerta en una guerra dura y penosaen que se combate con los defensores cara a cara,con picas y alabardas y pistolas, o a distanciaarrojándose agua hirviendo, plomo derretido,ceniza y fuego.Asedio de HarleemDESDE EL ÁRBOL GORDO Nº 9 – JUNIO 201247Lucha en el hielo.La tierra y el mar de Haarlemmermeer heladospermiten que a los sitiados les lleguen constantesrefuerzos y suministros por medio de trineostirados por caballos herrados especialmente parapoder caminar sobre el hielo. Según el historiadorcontemporáneo italiano Cesare Campana, talestrineos tenían capacidad para transportar 8hombres o el equivalente en carga: así que cadauno de estos sería capaz de transportar, al menos,media tonelada de alimentos, municiones ypólvora. Para cubrir la entrada de estos convoyes,que algunos días llegan a superar incluso elcentenar de trineos, los asediados organizansalidas nocturnas contra las trincheras y loscuarteles realistas para crear la adecuadaconfusión en los sitiadores que favorezca laentrada en la ciudad de refuerzos y suministros.La preparación de estos socorros se organiza en elsur del Haarlemmermeer, en Sassenheim y enLeiden, y se coordina por medio de correos queatraviesan las laxas líneas realistas y tambiénpalomas mensajeras que avisan a los sitiados de lallegada de los trineos. Los sitiadores van a tardaralgún tiempo en percatarse del recurso de laspalomas, y solo cuando algún soldado hambrientocace una de ellas, descubrirá la argucia alencontrarse un mensaje atado a una de las patasdel animal.De todas formas, el enorme espacio que debencubrir los sitiadores hace imposible cerrar porcompleto el cerco. Aunque poco a poco vanllegándole refuerzos, Fadrique se encuentra conuna constante merma de combatientes. A losatacantes se van sumando algunas banderasalemanas, cuatro de valones al mando dellegendario Cristóbal de Mondragón, otros 200arcabuceros de esa nacionalidad sacados de Frisiapor el célebre Gaspar de Robles y cuatro banderasde españoles del tercio de Sicilia retiradas deNimega, mientras el barón de Chevreaux reclutamil borgoñones. Pero por un lado, las penosascondiciones de frío, guardias constantes sobre elarma, y falta de alimentos van provocando lamuerte o la deserción en las filas realistas. Quizássea fiable el testimonio de un anónimo capitánespañol que escribe sobre el terreno cómo cadadía, al menos 40 soldados valones desaparecían delas trincheras y cuarteles por enfermedad odeserción.Además, las largas e inseguras rutas de suministropara el campo sitiador, que discurren por losdiques, única vía practicable de comunicación conAmsterdam y Utrecht, merman el número decombatientes en torno a Haarlem. En algúnmomento se llega a necesitar el concurso de hasta8.000 hombres para proteger las líneas de

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