Revista 25 aniversario - eoi de salamanca - Junta de Castilla y León

25... Much more than a number
A birthday should always be a reason to be happy.
Although I am aware that many people would not
agree with me, and they pretend to be younger when
getting older. This is not the case of the Language
School, proud of its 25th anniversary.
We could say that the School nowadays is an adult
person, the adolescence was left behind. It has become
‘independent’ and is not a child trying to step for the
first time. Twenty five years may not seem too many,
but they are full of moments, full of objectives.
Objectives fulfilled thanks to the people that, day by
day, have done their best and they keep on doing it so
that the engine of the Language School goes on
working.
Without any doubt, now we are going to celebrate
much more than twenty five years learning and
teaching languages. We are also celebrating a quarter
of a century in contact with other people, other
countries and different cultures. We should bear in
mind that, without the knowledge of these languages –
English, French, German, Italian, Portuguese and
Spanish – we wouldn’t have been capable of opening
that window to the rest of the world.
CONGRATULATIONS.
“Speak properly, and in as a few words as you can,
but always plainly; for the end of speech is not
ostentation, but to be understood.” William Penn
Raquel Plaza de Juan
1º B NA Inglés
Es todo un placer haberte conocido
Cuando me planteé escribir un artículo para la
revista del 25 Aniversario de la Escuela, pensé en el
tema sobre el que quería escribir, y algo tenía claro en
ese momento: no sería nada académico.
Por otro lado me interesaba más bien el aspecto
humano de la enseñanza en mi centro y entonces me
vino la idea: entrevistaría a un antiguo alumno o a una
antigua alumna. Y así fue como surgió la entrevista -
o más bien conversación- con Juana.
Juana no es una alumna al uso de una EOI,
Juana es todo un símbolo de lo que nosotros en nuestra
escuela fomentamos, es decir, el trato humano cercano
a lo familiar.
Para muchos de nuestros alumnos no sólo somos
profesores de inglés, de francés, de italiano, de
portugués, de español o de alemán, sino que somos
mucho más, somos sus amigos, sus confidentes, sus
tutores y a veces nos sentimos hasta un poco padres. Y
viceversa, muchos de nuestros alumnos nos devuelven
con creces nuestra inversión pedagógica. Ellos nos
alientan, nos estimulan a seguir nuestro trabajo cuando
no vemos una salida.
Y vuelvo a Juana. Ella fue uno de estos ejemplos.
Me habló de su paso por el antiguo edificio situado en
la calle Peñafiel, de su necesidad vital de compañía,
de sentirse aún útil dentro de nuestra sociedad: acababa
de perder a su marido y necesitaba llenar ese vacío,
que la escuela en parte consiguió. Y se matriculó en
francés, entrando por una prueba de nivel en el tercer
curso, porque ella ya tenía ciertos conocimientos de
francés. Me contó que guarda un gratísimo recuerdo
de su profesora de francés, Carmen Alonso, cuyo
acento francés para ella era perfecto y a su vez era un
acento que transmitía gran ternura y amabilidad. Yo
asentía, porque también conocí a Carmen, nuestra
querida compañera, que nos abandonó,
desgraciadamente, demasiado pronto, y a la que todos
recordamos con infinito respeto y cariño.
Pero Juana no solo estudió francés. Ante la buena
experiencia de sus clases, se animó a estudiar italiano
e inglés, y, al final, según ella misma me cuenta, hasta
se atrevió con alemán. Y en ese momento nos
conocimos por primera vez. Por entonces ya nos
habíamos trasladado al nuevo edificio de la calle Peña
de Francia.
Juana solo estuvo un curso conmigo, porque a
continuación emprendió otro camino, el de la
Universidad de la Experiencia, ayudando a otras
personas como ella a no cerrar la puerta a otras
experiencias, sino más bien todo lo contrario. La vida
no se acaba a los setenta y tantos.
Ahora sigue ayudando, desde un despacho de la
Universidad Pontificia, a otras personas, dándoles
ánimos, participando en congresos, dando charlas y un
sinfín de proyectos más.
Y es que como ella me dice al final: “Cuando ayudas
a los demás, te ayudas a ti mismo”.
Gracias Juana por tu amistad, y sólo quiero terminar
diciendo que yo cuando sea más mayor quiero ser
como Juana, tener ese espíritu abierto al mundo, esos
ojos curiosos y ávidos de nuevas experiencias.
La Escuela no es sólo un lugar donde se aprenden
idiomas, la Escuela es mucho más. Hemos cumplido
25 años, pero con ese espíritu de alumnos como Juana
llegaremos a ser por lo menos centenarios.
Feliz Aniversario a todos.
Ana R., profesora de la EOI de Salamanca
¡Nos vamos de excursión!
El Departamento de Portugués de esta Escuela ha
organizado durante este curso escolar algunas
actividades fuera del horario normal lectivo con el
deseo de fomentar el interés por la cultura portuguesa.
En el mes de noviembre se realizó una excursión a
Bragança, en el norte de Portugal. Tuvo mucho éxito
el viaje porque al no pernoctar en la ciudad, favorecía
el que muchos alumnos de esta Escuela, familiares y