18VIRGINIDAD Y CELIBATO, HOYrelaciones, de una cierta actitud en relación con el poseer, de lagestión de los bienes, de las personas y del propio cuerpo. Está enjuego la calidad de vida: la virginidad aumenta la calidad de vida(cap. 1) y de las relaciones y es, por tanto, fuerza en el orden delReino de Dios.Una afirmación como ésta tiene amplias consecuencias: noexiste en la cultura cristiana nada que pueda ser considerado comouna particular elección que concierne sólo a quien se dedica a ella:si la virginidad no es vivida como bienaventuranza, será la vida relacionalmisma, como tal, la que pierda fuerza de testimonio evangélico,en una cultura que absolutiza el sexo en el individuo, mientrasque lo trivializa en la inestabilidad de la vida relacional. Lavirginidad «favorece la calidad de vida: el gusto por la belleza, elespíritu de sobriedad, la elegancia del trato, el culto a la verdad, laeficacia del testimonio, la transparencia contagiosa... Pero tambiénes verdad lo contrario: una virginidad de escasa calidad (pobrede amor y de vida espiritual, hecha sólo de renuncias y miedos,o aproximativa y ambigua) empobrece la vida y las relacionesy está en el origen de aquellos procesos, bien conocidos y peligrosos,de compensación (abuso de la comida, del alcohol, deldinero o del poder; tendencia a acumular; uso incorrecto de losmedios de comunicación; necesidad excesiva de contactos y relaciones...)o –en el nivel comunitario– de aquel descuido y negligenciageneral que a menudo hace monótona la vida, y en particularla vida común, difícil la relación, desagradables incluso losambientes, incoherente el testimonio, tediosa la oración» (cap. 1).Todas las cosas materiales, junto con el cuerpo humano, alcanzanel culmen de su significado sacramental en la liturgia, dondese unen con el cuerpo de Cristo y forman un espacio de encuentro,de unión, entre el Creador y lo creado. En la liturgia de laIglesia el fin ya está anticipado, y los hombres pueden tener experiencia,ya ahora, del propio cuerpo como cuerpo litúrgico, «comocuerpo que resurge en la participación eucarística en el Cuerpo delResucitado» 4 . De la liturgia nos viene la mentalidad de la Pascua,la vida como eucaristía, el estilo de vida de quien es agradecido,4. O. CLÉMENT, Poesia e teologia del corpo, Casale Monferrato 1997, p. 26.
PRÓLOGO 19sabe reconocer los dones y alabar al Creador, sabe transformar lacreación en ambiente de vida a favor de la comunión. El hombreno es un simple objeto de esta transfiguración, sino que es llamadoprimero a acogerla, y después a prestar su contribución paraque esa fuerza que irradia de la eucaristía, de Cristo, pueda llegara abrazar al universo entero. En la liturgia y en los sacramentos engeneral, los elementos del mundo «se convierten en el cuerpo delDios-hombre y, por ello mismo, fecundan de resurrección el cuerpode los hombres» 5 .Profecía de la resurrección, la virginidad de los consagradosestá en función de la manifestación de la vida nueva, vida de resucitados:«aun conservando en su cuerpo resucitado la masculinidady la feminidad, no tomarán ni mujer ni marido, y esto se explica,no tanto con el fin de la historia, sino sobre todo con la autenticidadescatológica de la respuesta humana a aquel comunicarsede Dios que constituye la bienaventuranza, respuesta a la experienciadel don de sí mismo por parte de Dios, absolutamentesuperior a toda experiencia humana terrena. La respuesta del hombrees darse a Dios» 6 .El movimiento contrario a la gracia del don es la corrupción dela posesión, cuando el hombre «multiplica los objetos poseídos»,«pero ya no es capaz de ver realmente el rostro de una mujer, niun cuerpo como rostro», «acaba por no distinguir [...] la inaccesiblebelleza de la persona» 7 . Esto indica el fondo de la tragedia dela caída: cuando hasta el rostro del otro se hace carne. El rostroque debería ser «la sedimentación y la historia del espíritu» 8 .La única motivación de los votos, además de la fe, es que elamor es el verdadero «fármaco» de salvación, el verdadero antídotocontra la corrupción del pecado, el cual no nos hace creer enel amor de Dios y en nuestra capacidad de amarnos unos a otros5. Ibid., p. 33.6. JUAN PABLO II, Uomo e donna lo creò, Città del Vaticano 1992, p. 270 (trad.cast.: Hombre y mujer lo creó: el amor humano en el plano divino,Cristiandad, Madrid 2000).7. O. CLÉMENT, Sobre el hombre, Encuentro, Madrid 1983, p. 78.8. C.M. MARTINI, Sul corpo, Milano 2000, p. 38 (trad. cast.: Sobre el cuerpo,Comercial Editora de Publicaciones, Valencia 2001).
- Page 2 and 3: Virginidad y celibato, hoy
- Page 4 and 5: Amedeo CenciniVirginidady celibato,
- Page 6 and 7: A sor Alexandra Macajone,virgen sab
- Page 8 and 9: 10VIRGINIDAD Y CELIBATO, HOY2. La r
- Page 10 and 11: 12VIRGINIDAD Y CELIBATO, HOY3.4. Mu
- Page 12 and 13: 14VIRGINIDAD Y CELIBATO, HOYEspirit
- Page 14 and 15: 16VIRGINIDAD Y CELIBATO, HOYmada a
- Page 18 and 19: 20VIRGINIDAD Y CELIBATO, HOYcon el
- Page 20 and 21: 22VIRGINIDAD Y CELIBATO, HOYdespué
- Page 22 and 23: 24VIRGINIDAD Y CELIBATO, HOYpascual
- Page 24 and 25: 26VIRGINIDAD Y CELIBATO, HOYLa sust
- Page 26 and 27: 28VIRGINIDAD Y CELIBATO, HOYrazón,
- Page 28 and 29: 30VIRGINIDAD Y CELIBATO, HOY- unir
- Page 30 and 31: 32VIRGINIDAD Y CELIBATO, HOYgració
- Page 32 and 33: 34VIRGINIDAD Y CELIBATO, HOYeducaci
- Page 34 and 35: 36VIRGINIDAD Y CELIBATO, HOYEspirit
- Page 36: 38VIRGINIDAD Y CELIBATO, HOYPoesía