CATE Q U E TICA - Editorial Sal Terrae

333apartados. Conviene más, en estemomento, fijarnos y apuntar a todosnuestros mensajes, porque, como decíamos,el pastoralista es el enlace – el linkentrela Palabra del Evangelio (Jesús) y lapalabra del Hombre (su profundo deseode felicidad y su capacidad de alcanzarla).¿Dónde y cómo se dan esos desencuentros?• Expresar universos simbólicos queno entienden: El cristianismo, y todala tarea pastoral en general, tieneuna riqueza simbólica enorme. LaCruz, el tándem Luz-Oscuridad(Tinieblas), el silencio y, por supuesto,toda la liturgia de los Sacramentos(pan, vino, perdón, agua, óleos...)son signos de una historia y una profundidadenormes. El problema no esde entendimiento. Ellos conocen ysaben cosas de estos símbolos, usanla cruz (como adorno muchas veces,como signo religioso en otras);entienden por qué Jesús es la Luz yporque está opuesto radicalmente alas Tinieblas. El problema es otro: esde comprensión 1 . En su cultura (quetambién es la nuestra) de la comodidady del confort, el símbolo de lacruz (en su sentido más áspero, duroy doloroso) no es comprendido, noes abarcado en su totalidad.Repetimos: es entendido (que tieneque ver con la razón), pero no comprendido(la comprensión está máspegada al sentimiento). Lo mismoocurre en la Luz y la Oscuridad, porqueel mundo juvenil es el ámbito dela noche, su libertad, su autonomía ysu dominio comienza, concretamente,cuando oscurece. Su horror vacui,su huida del silencio, del permanecercallado (los discman-walkman's, lamúsica a todo volumen, el bar y ladiscoteca, son momentos y espaciosen los que no cabe el silencio). Y asípodríamos seguir...• La salvación (El Reino): Es el mensajecentral del Evangelio: Dios estácon nosotros y nos salva, nos libera,nos concede un Reino que es Élmismo y su Amor. El hombre y lamujer de hoy (como el de hace 2000años) necesita ser salvado, necesitade una balsa a la que agarrarse paraencontrar sentido a sus vidas. En esotodos estamos (más o menos) deacuerdo. Pero, ¿necesitan los jóvenes(¿y nosotros?) ser salvados? ¿De quéles puede salvar Jesús? ¿Del bienestar?¿De la comodidad? Si son losreyes de la sociedad -porque, lo queramoso no, el joven (su mundo) esel modelo-, ¿porqué van a necesitarde la salvación? Siempre, los pastoralistas,acabamos apuntando a quenosotros (jóvenes y educadores),como constructores del Reino,hemos de ayudar a cambiar elmundo, para mejorar a la sociedad,construir otra cosa que no sea esto.Pero no incidimos en el mensaje personalque Jesús tiene para nosotros(de cambio y construcción de nosotroscomo personas según Dios quiere):eso no tendría sentido, en principio,para ellos. En la mayoría de loscasos no quieren cambiar (lo tienentodo) y, por ende, tampoco se plan-1. Contraponemos, según los expertos en Ciencias Sociales, entendimiento y comprensión. El primero espropio de la razón científica. El segundo está más cerca del sentimiento y es más propio de la razón social.CATEQ U ET I C A