You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
Sonia García López<br />
Había un cura que era de <strong>la</strong> parroquia y no era ninguna eminencia,<br />
ni poco ni mucho. Tiraba por <strong>la</strong> tesis religiosa y sexual y no miraba<br />
nada más; luego, un padre de familia que era un amiguete de no sé<br />
quién del ministro y solía ser el más inculto, que era un católico también...<br />
y el funcionario, ya ni te cuento. Qué quieres que te diga. Es<br />
que era una gente horrible... salvo que no todos los años eran los<br />
mismos, había también cambios burocráticos. A lo mejor ha habido<br />
otro momento en que alguno haya tenido más luces, pero en general<br />
eran burráncanos que no entendían nada por más que les explicabas.<br />
C<strong>la</strong>ro, y, además, una pelícu<strong>la</strong> que p<strong>la</strong>ntea el afecto entre un comunista<br />
y una señora de <strong>la</strong> alta sociedad no era algo habitual en el<br />
cine español de aquel<strong>la</strong> época...<br />
Hombre, si se hubieran besado, ya, ahí, sí que había una cosa que<br />
en ese momento no te permitían; o si hubiera habido alguna escena<br />
así, medio escabrosa... bueno, entendería su punto de vista. Pero no<br />
éramos nosotros, eran todos. Es lo que pasó con Muerte de un ciclista<br />
[Juan Antonio Bardem, 1955], que se hizo cuando La ciudad<br />
perdida, y con otras tantas. Bardem, por ejemplo, tenía prohibida <strong>la</strong><br />
muerte del ciclista y nos encontrábamos con él en <strong>la</strong>s antesa<strong>la</strong>s de<br />
<strong>la</strong> censura: allí lo veíamos, en los despachos, esperando a hab<strong>la</strong>r con<br />
los censores porque él también tenía que estrenar su pelícu<strong>la</strong>.<br />
Todo, menos c<strong>la</strong>udicar.<br />
C<strong>la</strong>ro, ya hay un momento en el que, o te perviertes, o te alejas.<br />
Rafa y yo lo que hicimos fue alejarnos. Otros pues mistifican y le dan<br />
<strong>la</strong> vuelta a <strong>la</strong> tortil<strong>la</strong>, eligen otro tema y... Por ejemplo, Antonio del<br />
Amo, que era un hombre de cine muy inteligente pero que había salido<br />
de <strong>la</strong> cárcel y tenía que tener un cuidado extremo, se dedicó a hacer<br />
pelícu<strong>la</strong>s folclóricas con el niño que cantaba. Ya está, para poder vivir.<br />
¿Hubo algún otro factor que jugara a favor o en contra durante el<br />
proceso de negociación con los censores?<br />
Sí, había otro elemento: en aquel<strong>la</strong> época, uno de los hombres<br />
que más odiaban en Cinematografía era Alfonso Sastre. Alfonso,<br />
41