libro EMERGENCIAS PRÁCTICAS EN SALUD dr paz abril 2016-1

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Hemorragia nasal
Es bastante común que la nariz sangre espontáneamente. Las causas de estas hemorragias son
varias:
Por una inflamación o vienetis
Por un traumatismo, golpe o esfuerzo físico.
Por la presencia de un cuerpo extraño.
Por un esfuerzo al llorar.
Otras causantes pueden ser la presión atmosférica y la hipertensión arterial.
Para detener una hemorragia nasal, procedemos siguiendo los pasos que mencionamos a
continuación:
1) Hacemos sentar a la persona y comprimimos su nariz durante diez o quince [10 o 15] minutos
manteniendo la cabeza levantada. Se debe hacer presión sobre los dos lados de la nariz con
los dedos pulgar e índice, justo donde acaba el hueso. No dejemos que la persona eche la
cabeza hacia atrás hasta que no pare la hemorragia. Está presión favorece la formación de un
coágulo sanguíneo que actúa como un tapón
2) Si contamos con un botiquín, es recomendable colocarle al paciente un algodón embebido de
agua oxigenada en la fosa nasal sangrante.
3) Colocamos paños fríos en las zonas cercanas a la nariz. También podemos colocar un cubito de
hielo en la nariz, dentro de la boca o en la nuca.
El frio contrae los vasos, favoreciendo así la detención de la hemorragia.
4) Tapamos el orificio de la nariz con un algodón o gasa, empapados en agua oxigenada.
Consejo:
Es aconsejable que la persona afectada no se suene la nariz durante varias horas después de parar
la hemorragia, para que no se desprenda el coágulo y vuelva a sangrar.