libro EMERGENCIAS PRÁCTICAS EN SALUD dr paz abril 2016-1

63
CAPÍTULO
OTROS MÉTODOS DE REPIRACIÓN ARTIFICIAL
Al igual que otros métodos de respiración artificial,
la clave del éxito con este método, es contar con una
vía aérea libre.
9
Colóquese a la víctima sobre la espalda. Para elevar
los hombros de la misma se empleará una sábana,
almohada, un saco o suéter doblados, o algún objeto
semejante. Con esta posición se hace que la cabeza
descienda hacia atrás y se extienda el cuello, con lo
que se asegura una vía aérea permeable [fig. 3.4-
A]. Si no se cuenta con ninguno de los objetos
mencionados, conviene colocar un pie bajo la
espalda de la víctima y con él elevar los hombros. En
estas circunstancias, al extenderse en forma
exagerada el cuello y al fijar firmemente la cabeza
en oposición a una de las rodillas, el operador podrá
conservar la cabeza del paciente en esa posición.
Los detalles del método incluyen:
1. El operador tomará con firmeza a la víctima por sus muñecas o manos.
2. Colóquense las manos de la víctima sobre su pecho y hágase un movimiento de rotación hacia
delante. Descárguese solamente presión moderada de arriba abajo hasta que sienta resistencia
firme. Con ello se expulsa el aire de los pulmones.
3. Después de lo anterior hágase un movimiento de impulso hacia atrás, en forma tal que los
brazos de la víctima ejecuten un movimiento ascendente y hacia atrás. Con ello se permite el
paso del aire a los pulmones.
4. Repítanse las etapas dos y tres [2 y 3] aproximadamente veinte [20] veces por minuto.
Método de presión sobre la espalda y elevación de la cadera
Este método podrá usarse en casos en que se necesite iniciar respiración artificial en una persona
con lesión en la zona superior del cuerpo, esto es, en tórax, hombros y brazos.
Se colocará a la víctima boca abajo y se flexionarán sus codos o uno de ellos se flexionará para
colocar sobre la mano la cabeza girada hacia un lado, con extensión del cuello para asegurar una vía
aérea libre.
El método, paso a paso, entraña lo siguiente:
1. El operador estará en genuflexión, esto es, doblará una u otra rodilla y se colocará a horcajadas
de la víctima a nivel de sus caderas. La planta del pie contralateral estará exactamente a nivel
de la rodilla flexionada o doblada.
2. Hágase movimiento giratorio hacia delante y colóquense las manos en la parte media de la
espalda de la víctima, exactamente por debajo de los omoplatos, esto es, los huesos que
sobresalen más de la espalda. Conviene abrir los dedos de la mano hacia abajo y hacia fuera y
la punta de los pulgares se encontraran a nivel de la columna. Se descargara el peso de la parte
superior del cuerpo del operador de manera que se ejerza una presión lenta, constante y
uniforme de arriba abajo hasta que se encuentre resistencia firme.
3. El operador desplazará su cuerpo hacia atrás y colocará las manos a nivel de las caderas de la
víctima. Deslizará sus dedos bajo los huesos más salientes de la cadera, esto es, las iliacas.